viernes, 16 de octubre de 2009

Otra vez la maradonización de la realidad. ¿Hasta cuándo?


El mundo de Maradona (que gira en torno a él) a este escriba ya lo tiene harto hastiado. Así como la tinellización de la televisión- la más fiel expresión de la cultura posmoderna degradante de un país subdesarrollado como el nuestro- , la maradonización del debate mediático sintoniza con la apología del delito que entroniza el drama de la "inseguridad". Porque digámoslo de una vez para siempre, ese cuco de la "inseguridad", magnificación que hacen las cadenas privadas de medios de comunicación, no es más que la fomentación del miedo en la sociedad por parte de estas corporaciones para el mantenimiento del ignominioso status quo. Pero no interesa aquí explayarse demasiado sobre este tema que deberían analizarlo mejor los sociólogos. Aunque podemos decir que el uso que hacen las tropas mediáticas de la "inseguridad"[aclaro que utilizo comillas porque todavía no sé qué quieren decir los medios con este término que no es más que una abstracción, crímenes cometidos en distintas zonas de la provincia de Buenos Aires y que los mismos mass media hacen pasar como si esto ocurriera a cada rato a lo largo y ancho de todo el país. No sé tampoco quiénes son los criminales y el por qué de estos asesinatos. Si se trata de una organización mafiosa o son hechos aislados de conflictividad social típicos de una sociedad donde reina la desigualdad como la nuestra] es similar al que hacen de la figura de Diego Maradona. Exageración más distorcionamiento de la realidad es la fórmula de esta prensa cada vez más sensacionalista. El amarillismo ya no es exclusividad de Crónica, sino rasgo común de todos los medios privados.

Por otro lado quiero señalar que no dejamos de escuchar diariamente tantas tonterías de parte tanto de los maradonianos como de los anti-maradonianos. No son más que discuciones esteriles, vacías de sentido. Diego Armando Maradona fue un excelente jugador de fútbol. Fue, ya no lo es. Y fue y sigue siéndolo un pésimo entrenador. Su currículum acredita haber dirigido, junto a Carlos Fren, al desaparecido Mandiyú de Corrientes en 1994 y a Racing Club en 1995. En ambos casos, los resultados fueron mediocres, con un juego horrible, sin dirección.

Cada vez que el actual gran DT del seleccionado de fútbol argentino aparece en escena, haga lo que haga, se disparan sin cesar críticas tanto a favor como en contra él. Es siempre el centro. Se vuelve más importante que la máxima autoridad de la nación.

El dieguito siempre ha sido un excelente negocio para la prensa. Vive llamando la atención, saliéndose de las formalidades, y así el sentido común está pendiente de lo que hace y dice. Sus exabruptos son el ansiado alimento de las devoradoras empresas mediáticas. Estas se empachan de maradonitis y después no las tenemos que tragar todos los argentinos. Maradona está en todas las tapas de los diarios, en todas las pantallas televisivas, en todas las radios. Y sin embargo, nos es más gracioso cuando habla que cuando trabaja, cuando dirige. Ya de por sí es bizarro que él esté a cargo de la selección nacional. Es un hecho tragicómico. Aunque a este equipo no hay quien lo pueda dirigir bien. Esté quien esté como director técnico, juega mal. Ya quedó demostrado cuando fue conducido primero por Pekerman y luego por Basile. Al dream team de Bielsa ya le habían encontrado la mano los rivales.

En fin, a los jugadores argentinos, no sabemos por qué motivo/s, se les dificulta andar bien en la selección. Desempeñarse eficazmente tal como lo hacen en sus respectivos clubes. Y a la vez no hay quien pueda conducirlos para lograr un buen juego. El actual no satisface a nadie. Dejan en cada partido mucho pero mucho que desear hasta dar lástima. Y el maradonismo/ anti-maradonismo no hace más que empeorar esta situación.

Culmino esta nota destacando que me tiene podrido todo el mundillo armado alrededor de Maradona. Me causa gracia cuando larga esos dichos sentenciosos, provocadores. Pero está más para un reality show que para capitanear tanto el seleccionado como cualquier otro equipo de fútbol de primer nivel.

Dejémonos de joder con "el Diego". Dejemos de ser maradonacéntricos. Salgamos de este subdesarrollo intelectual. Ya volveremos a ser campeones mundiales. Mientras tanto, resolvamos nuestros problemas reales como terminar con el injusto e indignante modelo socioeconómico que causa tanta miseria y hambre en nuestra población. Eso no tiene disculpa.


Por Mauro Reynaldi

3 comentarios:

Pancho dijo...

Mauro, de fútbol no entendés nada. Sos de Racing, eso ya dice todo de vos. En lo que al fútbol se refiere, te sale el gorila conservador que llevás adentro y tenés reprimido. Algún día te vas a dar cuenta de tu error, asi como te pasó con el peronismo. Mientras tanto, seguí chupandola, la tenés adentro como Toti Pasman y cuando salgamos campeones del mundo la vas a tener doblada.
Pancho

Al centro y adentro dijo...

Jajaja. Pancho, me venis a criticar vos que sos de Independiente, por ende, amargo. Sí, en lo que respecta al futebol nunca lo quise a Maradona como técnico de nada. Ya lo sufrí en Racing Club. Me tiene podrido el dieguito. Así que futbolísticamente sí soy gorila, lo confieso. No creo que ser progresista sea bancar a Maradona. No me parece. Y los jugadores ya se sabe tienen el ego muy subido. Prefieren los euros que jugar bien en la selección, son unos pechos fríos.

gorila gorila dijo...

mauro. apestosamente superficial, señoragordesco y de última, víctima vos mismo de lo que criticás.