Según el diccionario de la Real Academia Española, eufemismo es una manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante.
Un claro ejemplo de eufemismo se da en la utilización del término federal por parte del sector más conservador del peronismo. Con "Federal" estos "peronistas" se quieren diferenciar del kirchnerismo en su disputa por hacerse cargo de la simbología justicialista.
El eufemismo en este caso es claro, "Peronismo Federal" quiere decir peronismo reaccionario, de derecha, neoliberal, artífice de la Tripe A, cómplice de la dictadura, rematador del Estado, vendepatria, privatizador y usurpador de las banderas que levantó Juan Domingo Perón desde mediados de los años cuarenta las cuales bregaban (y actuaban) por la justicia social y la emancipación enconómica.
Ramón Puerta, Alberto y Adolfo Rodríguez Saá, Juan Carlos Romero, Carlos Reutemann y Felipe Solá (participantes de este nuevo espacio legislativo); reunieron a lo más nefasto de la resaca pejotista, buenos alumnos de la liturgia peronista y ultrajadores de la razón de la vida de Evita, Jauretche y Perón.
La frutilla del postre "federal" la puso la presencia del ex presidente Carlos Menem, el mejor ejemplo del eufemismo mencionado. El que cumple con todos los requisitos y engloba de la mejor manera lo rancio de este sector disidente.
Con la marcha justicialista de fondo y el busto de Eva Duarte observándolos se presentaron en sociedad. El renunciante al Consejo Nacional del Partido Justicialista, Carlos Reutemann, pareció ser el que asumió el mando y el que le puso nombre al encuentro. El gran abrazo por parte de su padrino político Carlos Saúl se mostró como un gesto de aprobación a esta nueva generación de "federales".
Muchos estamos cansados de los partidos políticos tradicionales, si bien tenemos simpatías y reconocimientos históricos, nos damos cuenta que lo ideal sería una clara diferenciación ideológica para encolumnar a los candidatos en una elección determinada. Ahora bien, sabemos que esto no se da en nuestro país y tenemos que discernir entre figuras y trayectorias, obviando los principios con los cuales se fundaron los partidos.
Pero también es real el poder de las estructuras partidarias para movilizar, organizar e instalar candidatos; y latente está la posibilidad de usufructuarlas al mejor postor.
Sabiendo de estas posibilidades, y advirtiendo que el mando del PJ tracciona demasiado como para regalárselo al sector retrógrado federal, a Néstor Kirchner le rechazaron la renuncia a la presidencia del justicialismo y parecería que va a conservar el cargo.
Aquí nos enfrentamos a una gran dicotomía: Por un lado esta continuidad anula las opciones inmediatas de asunción partidaria por parte de los seniles del eufemismo federal, pero por otro nos resignamos a que los grandes cambios redistributivos pasen por el filtro de la estructura pejotista y se alejen de los aliados progresistas que fueron fundamentales para la aprobación de las leyes más transformadoras propuestas por el actual gobierno.
En la vida hay que elegir... no siempre tiene que ser el mal menor.
Por Coco Alvarez.
Un claro ejemplo de eufemismo se da en la utilización del término federal por parte del sector más conservador del peronismo. Con "Federal" estos "peronistas" se quieren diferenciar del kirchnerismo en su disputa por hacerse cargo de la simbología justicialista.
El eufemismo en este caso es claro, "Peronismo Federal" quiere decir peronismo reaccionario, de derecha, neoliberal, artífice de la Tripe A, cómplice de la dictadura, rematador del Estado, vendepatria, privatizador y usurpador de las banderas que levantó Juan Domingo Perón desde mediados de los años cuarenta las cuales bregaban (y actuaban) por la justicia social y la emancipación enconómica.
Ramón Puerta, Alberto y Adolfo Rodríguez Saá, Juan Carlos Romero, Carlos Reutemann y Felipe Solá (participantes de este nuevo espacio legislativo); reunieron a lo más nefasto de la resaca pejotista, buenos alumnos de la liturgia peronista y ultrajadores de la razón de la vida de Evita, Jauretche y Perón.
La frutilla del postre "federal" la puso la presencia del ex presidente Carlos Menem, el mejor ejemplo del eufemismo mencionado. El que cumple con todos los requisitos y engloba de la mejor manera lo rancio de este sector disidente.
Con la marcha justicialista de fondo y el busto de Eva Duarte observándolos se presentaron en sociedad. El renunciante al Consejo Nacional del Partido Justicialista, Carlos Reutemann, pareció ser el que asumió el mando y el que le puso nombre al encuentro. El gran abrazo por parte de su padrino político Carlos Saúl se mostró como un gesto de aprobación a esta nueva generación de "federales".
Muchos estamos cansados de los partidos políticos tradicionales, si bien tenemos simpatías y reconocimientos históricos, nos damos cuenta que lo ideal sería una clara diferenciación ideológica para encolumnar a los candidatos en una elección determinada. Ahora bien, sabemos que esto no se da en nuestro país y tenemos que discernir entre figuras y trayectorias, obviando los principios con los cuales se fundaron los partidos.
Pero también es real el poder de las estructuras partidarias para movilizar, organizar e instalar candidatos; y latente está la posibilidad de usufructuarlas al mejor postor.
Sabiendo de estas posibilidades, y advirtiendo que el mando del PJ tracciona demasiado como para regalárselo al sector retrógrado federal, a Néstor Kirchner le rechazaron la renuncia a la presidencia del justicialismo y parecería que va a conservar el cargo.
Aquí nos enfrentamos a una gran dicotomía: Por un lado esta continuidad anula las opciones inmediatas de asunción partidaria por parte de los seniles del eufemismo federal, pero por otro nos resignamos a que los grandes cambios redistributivos pasen por el filtro de la estructura pejotista y se alejen de los aliados progresistas que fueron fundamentales para la aprobación de las leyes más transformadoras propuestas por el actual gobierno.
En la vida hay que elegir... no siempre tiene que ser el mal menor.
Por Coco Alvarez.
5 comentarios:
Otro eufemismo es hablar de peronismo. Ya no sabemos qué quiere decir
En realidad nos atormenta porque estamos viviendo en el torbellino; si nos separamos de él podemos comparar:
Cuando comenzó la revolución cubana, todos parecían uno. Poco tiempo después algunos pasaron de héroes a villanos
Con la revolución nicaraguense idem
Stalin era un leninista hasta que enterró el leninismo
Los líderes del PC chino se siguen llamando comunistas mientras construyen el capitalismo mas impetuoso y tradicional ante nuestros ojos
Hace 70 años o algo mas, los republicanos eran mas progresistas que los demócratas en EEUU
Bachelet ¡Y Lagos! son ¡Socialistas como Allende!
Los socialistas eran marxistas (muchos de ellos) a fin del siglo 19 y hoy...bueno mejor no decir lo que son hoy
¿Que es el peronismo? Creo que no se supo nunca, solo se sabía qué no era, "ni yankis ni marxistas"
y ni siquiera, porque tuvo en su seno marxistas al fundarse como una confluencia de muchas vertientes
Y como alguno quizas entienda lo mío como una desvalorización o crítica, no es así, estoy mostrando que en definitiva este fenómeno de transformación en el tiempo se ha repetido a lo largo del mundo y en multitud de movimientos
Así que en todo caso solo importan dos cosas
a) Si nos interesa que ese partido perdure y en tal caso
b)En cual de sus variantes nos anotamos
Yo creo que si es importante que perdure, por la sencilla razón que esa es la convicción de extensas capas del pueblo, así que es necesario mientras esa convicción no cambie (y lleva la friolera de 64 años, tres generaciones)
En consecuencia es tacticamente obligatorio comandar esa estructura
Yo me anoto en el Kirscnerismo y por eso creo que Néstor debería tomarla
Pero también creo que existe la oportunidad histórica de comenzar la transformación partiendo de la transversalidad (pero no con Cobos o similares, claro) hasta que esas extensas capas del pueblo nos autorizen a echar de una patada en el culo a todos los derechistas que la han pervertido (esto ya se intentó una vez, le llamaban entrismo y terminó con miles de desaparecidos, esta vez debería salir mejor)
Anónimo, tenés razón, no sabemos bien qué es hoy el peronismo, pero tampoco sabemos qué es el radicalismo, qué es el socialismo. Lamentablemente, las identidas partidarias se fueron tergiversando, perdiendo el sentido de su origen, el por qué surgieron. Esto no es exclusivo del peronismo, pero me parece bien que se le pida una definición: que aclare de una vez por todas qué es o qué pretende ser.
68 y contado. No podemos agregar nada más a lo que vos decís. Excelente tu análisis. Sólo que hay que recuperar la idea de transversalidad, pelear por la unidad del campo popular y advertir cuándo el gobierno intenta pactar con lo más nefasto del peronismo. Hay que volver a luchar contra la burocracia sindical, recuperando así las consignas del peronismo de los 70, el de la juventud que buscaba alinearse con los movimientos emancipatorios de Latinoamérica. Hay que volver a dar esa batalla, para alguna vez ser una patria socialista en serio y no una colonia al servicio del capital extranjero.
Saludos cumpas.
Mauro.
PD: que bueno que volvió Coco a escribir, a postear desde su autoría, ya me estaba cansando de escribir siempre lo mismo, jajaja.
TODO LO DE ARRIBA !BRILLANTE!
HOY FRENTE A ESTA INMENSA FALTA DE COMPROMISO DE LOS CAPACES ,DE LOS PRIVILEGIADOS POR LAS CIRCUNSTANCIAS ECONOMICO SOCIALES DE LA HORA,DE UNA GRAN PARTE DE LA CLASE MEDIA ASUSANADA TINELLIZADA RIALIZADA MIRTO ETC ETC PODER LEER EL ANALISIS DE JOVENES QUE RAZONAN HACEN QUE VIEJOS COMO YO PASEN UN DIA MENOS AGOBIANTE Y CREA QUE ES SIMPLEMENTE ES CUESTION DE ESPERAR Y REZAR QUE EL FUTURO NO SE CONTAMINE !SIGAN PARTICIPANDO CHICO ! COLENSE EN LAS ESTRUCTURAS DE LOS PARTIDOS Y DESDE ALLI COMIENZEN UN FUTURO MEJOR !GRACIAS!!!!!
Muchas gracias anónimo de hoy a las 7:47. La idea siempre promover el debate y la participacíón. No importa si somos jóvenes o viejos, tenemos que alzar la voz sobre lo que creemos, hacernos cargo de nuestro rol en la sociedad. Debemos expresar nuestras ideas por más que sean buenas o malas. El futuro lo construimos nosotros, no podemos dejar que nos lo impongan desde arriba.
Saludos.
Mauro.
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