Bussi descompuesto como el "periodismo puro"

Hace algún tiempo que pienso en cómo posturalme ante frases como "periodismo independiente" (TN dixit) o ante el grandioso "periodismo puro" (Perfil dixit). Por supuesto que son declaraciones agradables y con un sonido emancipado de cualquier presión. Pero el conflicto que internamente se plantea es desde ya ineludible. Porque la teórica independencia que intentan los periodistas, más allá de las presiones que puedan llegar a tener, es imposible. Imposible por viejas posiciones, por convicciones, por sentimientos y cuestiones que afectan a su propia moral. Ante todo son seres humanos con contradicciones, las cuales se tendrán que saldar de tres maneras posibles: justificando lo injustificable, negando u "olvidando" el error, o bien aceptando la equivocación y reconociendo este nuevo pensar o el error del pasado. Por supuesto que esta última no es la posición más cómoda y lamentablemente tampoco es la más frecuente.

En este caso se me ocurre el periodismo, pero se puede hablar de dirigentes, sindicalistas, escritores, docentes y, por supuesto, políticos. El periodismo como ventana de la realidad, la cual muestra como quiere (sin hablar de mala intención) la realidad. Y es aquí donde lo subjetivo (antes de pasar por el jefe de redacción) juega un papel importante y la moral, los sentimientos y pensamientos de cada periodista traicionan al periodismo puro e independiente.

Esta introducción la hago para no condenar ni demonizar, en este caso, a Jorge Fontevecchia.

Me acordé de él viendo el juicio a Antonio Domingo Bussi, donde el militar se "descompuso" y, al saber algunos datos de la biografía del director de Perfil, pensé en la descompostura del slogan "periodismo puro".

Fontevecchia quien calificó de “eficiente” al genocida Bussi, por su accionar en el “Operativo Independencia”, realizado en Tucumán. Y siendo director de la revita "La Semana" mostraba un artículo que comenzaba con el dibujo de un soldado y con el título: “El Operativo Independencia: La Tumba Guerrillera”.
En la misma revista que afirmaba:

"Por favor, no nos venga a hablar de camps de concertación, de matanzas clandestinas o de terror nocturno (…) Esta es una fecha clave para defender al Proceso”.

Firma: Jorge Fontevecchia en la editorial de la revista La Semana, madre de Noticias, en la editorial de mayo de 1978, ante la inminencia del mundial y para contragolpear lo que llamaban entonces, la “campaña antiargentina” montada por organismos políticos y sociales denunciando a la represión.

“Carta abierta a un turista europeo”, fue intitulada la editorial de Fontevecchia bastardeando el sentido y aprovechando el título de la inolvidable “Carta Abierta de un periodista a la Junta Militar”, firmada por Rodolfo Walsh el 24 de marzo de 1977, horas antes de ser desaparecido. Pero claro, uno apoyaba a Massera, Walsh lo combatía.

Fontevecchia quién procuró sacar chapa de perseguido por la Dictadura cuando fue detenido el 24 de marzo de 1983, cuando ya estaba pactado el llamado a elecciones. Lo persiguieron tanto, lo secuestraron de tal modo, que en apenas seis días le dieron un ducto hacia New York. Durante la dictadura de Bignone siendo luego tapa de su revista durante el gobierno del mismo Bignone.
Revista "La Semana" que acompañó a Videla a cuanto país visitó, cubriendo la “agenda política” del responsable del máximo genocidio conocido en la Argentina.

También junto a Emilio Massera, a quien acompañaban en sus viajes. Inclusive en un número dedicado a la muerte de Perón, se destaca en la portada “Reportaje a Massera en Madrid". Luego, cuando el marino cayera en “desgracia”, pasó a ser vocero de Viola, para luego ser el pasquín más acérrimo del “estamos ganando” durante la guerra de Malvinas, en apoyo a Galtieri.

Y el mismo Jorge Fontevecchia al que le agradan las asambleas populares... salvo cuando las hacen los trabajadores de su diario.

Igualmente no creo que haya que condenar a nadie, menos demonizar. Es positivo que haya periodistas que triunfen, tengan su propio diario, revistas, etc. Lo que me parece justo es también hacer un mea culpa. Saldar con la sociedad los errores del pasado para poder caminar y exigir otro sendero. El camino que Jorge pide desde el impolutismo que da el periodismo puro, pero que todavía sigue manchado por no pedir perdón a víctimas que recién ahora tienen justicia. Sería un gesto humilde para poder luego exigir humildad.

Por Coco Alvarez

Gracias http://www.rodolfowalsh.org/ por la información