Una vez más, y cuántas van ya, la dirigencia política opositora al Gobierno de Cristina Fernández mostró su poca afinidad a la institucionalidad democrática al impedir la aprobación del Presupuesto 2011 que lanzó el Ejecutivo al Congreso. Los representantes opositores de la Cámara Baja, en una actitud insólita, nunca vista antes en la historia de nuestro país, quisieron armar su propio presupuesto, función que no les compete ya que es propia del Poder Ejecutivo Nacional. Así, demuestran nuevamente que con tal de tener protagonismo, no importa si violan la Constitución Nacional. La intención explícita es degastar el mandato de la Presidenta. El conjunto de la oposición sabe que día a día se la ve más negra, pues el oficialismo crece en las encuestas y es muy factible que siga gobernando la nación a partir del 10 de diciembre del año próximo. Lo risueño es que en vez de construir una opción alternativa viable de gobierno, la mayoría del arco opositor piensa solamente en obstruir el andar del kirchnerismo al frente del país. No es casual, que mientras no se les cae una idea sólida para terminar con los grandes problemas que asedian a los argentinos como la desocupación, la pobreza, la inseguridad, la inflación, entre otros, casi todos quieran ser candidatos a presidentes tal como lo vemos en las postulaciones de Elisa Carrió, Ricardo Alfonsín, Julio Cobos, Felipe Solá, Eduardo Alberto Duhalde, Mauricio Macri, Fernando Solanas, Mario Das Neves, Alberto Rodríguez Saa y hasta Francisco De Narváez, que por el hecho de haber nacido en Colombia nuestra Constitución no lo permite. Así, demasiados postulantes para la Casa Rosada, al mismo tiempo que brilla por su ausencia el plan de gestión gubernamental que llevarían a cabo si la mayoría de la población los acompaña con el voto en octubre del 2011.
Por otro lado, la oposición sufrió un nuevo revés tras la partida de Carlos Reutemann, quien abandonó la Mesa Coordinadora del Peronismo Federal. Lo que puso en jaque ese espacio, ya que también Solá está pensando en irse y armar rancho aparte. Queda entonces más que claro que lo que une a la oposición no es el amor sino el espanto. Aunque para ser más precisos, deberíamos decir que los une su impotencia por generar algo distinto y superador del kirchnerismo. Demasiada mezquindad, falta de propuestas y egocentrismos encontrados es lo que caracteriza a los adversarios del Gobierno, lo cual les dificulta la posibilidad de presentar un armado dirigencial coherente programático- ideológico. Parece ser que lo que sobra en los distintos bloques que componen la oposición, es el resentimiento. La desaparición física del ex Presidente Néstor Kirchner en vez de favorecerlos, los debilitó y fortaleció popularmente a la Primera Mandataria.
Por lo visto en las últimas horas, las condolencias por la muerte del Secretario General de UNASUR por parte de los referentes más importantes del arco opositor fue sólo una puesta en escena, para salir bien delante de las cámaras de televisión, porque en la práctica política siguen con el mismo ímpetu de erosionar el poder de Cristina Fernández, yendo en contra de lo que dicta, nada más ni nada menos, que la Constitución Nacional. Así, los que se la pasan pidiendo diálogo, generar consensos, son los primeros en dar el portazo.
Por Mauro Reynaldi
Por otro lado, la oposición sufrió un nuevo revés tras la partida de Carlos Reutemann, quien abandonó la Mesa Coordinadora del Peronismo Federal. Lo que puso en jaque ese espacio, ya que también Solá está pensando en irse y armar rancho aparte. Queda entonces más que claro que lo que une a la oposición no es el amor sino el espanto. Aunque para ser más precisos, deberíamos decir que los une su impotencia por generar algo distinto y superador del kirchnerismo. Demasiada mezquindad, falta de propuestas y egocentrismos encontrados es lo que caracteriza a los adversarios del Gobierno, lo cual les dificulta la posibilidad de presentar un armado dirigencial coherente programático- ideológico. Parece ser que lo que sobra en los distintos bloques que componen la oposición, es el resentimiento. La desaparición física del ex Presidente Néstor Kirchner en vez de favorecerlos, los debilitó y fortaleció popularmente a la Primera Mandataria.
Por lo visto en las últimas horas, las condolencias por la muerte del Secretario General de UNASUR por parte de los referentes más importantes del arco opositor fue sólo una puesta en escena, para salir bien delante de las cámaras de televisión, porque en la práctica política siguen con el mismo ímpetu de erosionar el poder de Cristina Fernández, yendo en contra de lo que dicta, nada más ni nada menos, que la Constitución Nacional. Así, los que se la pasan pidiendo diálogo, generar consensos, son los primeros en dar el portazo.
Por Mauro Reynaldi
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