Mostrando las entradas con la etiqueta Análisis. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Análisis. Mostrar todas las entradas

jueves, 9 de mayo de 2013

El primer mandatario venezolano en Argentina



Nicolás Maduro aseguró que "tenemos que dar gracias de haber servido a la causa de dos gigantes de América como Néstor Kirchner y Hugo Chávez". Alertó sobre el “rebrote de una derecha peligrosa que pretende infestar de fascismo a las centroderechas latinoamericanas”.

Ante los 25 mil militantes que poblaron All Boys desde las 15, el presidente de Venezuela relató que antes de la llegada de Chávez al poder, su país venía de “dos décadas perdidas, de los 80 y 90, dos décadas de masacre, de privatizaciones”.

Acompañado por un nutrido escenario de dirigentes kirchneristas, el venezolano aseguró que "en la famosa cumbre de las Américas de 2005, si no hubiese sido por la lucha de Kirchner, Lula y Chávez, no hubiésemos resistido la colonización económica que pretendían impulsar a través del Alca".

“Todas estas palabras si hay algún lugar donde suenan conocidas es en Argentina”, dijo Maduro, y agregó: “`El Caracazo` fue la primera rebelión popular de masas contra el FMI y el neoliberalismo, despertaba el pueblo de Bolívar”.

Después de mencionar "El Caracazo", que provocó más de 3000 muertos, el presidente venezolano aseguró que "fue ahí donde surgió esa generación gloriosa", en alusión a los oficiales que encabezaron el levantamiento militar.

Años después, recordó Maduro, cuando Chávez fue electo presidente "lo primero que hizo fue convocar a la soberanía popular para que construyera una constitución". "Tres elecciones en un año, así se inició esta dictadura", ironizó el dirigente venezolano, aludiendo al rol de los medios de comunicación, mientras los miles de militantes cantaron "el que no salta es de Clarín".

"Estamos viviendo un tiempo de nueva Independencia, que se ha levantado de las manos y la fuerza de millones en este continente", dijo Maduro, y aseguró que se trata de una revolución antiimperialista, cristiana y socialista.

En ese contexto, recordó el golpe de Estado que sufrió Chávez en 2002. "Hay suficientes documentos desclasificados de la CIA, el pentágono, que demuestran que el golpe de estado fue dirigido y financiado por el gobierno de George Bush", denunció.

Maduro consideró que, a pesar de lo que dicen muchos, ese hecho no fue "un accidente histórico", sino que fue parte del surgimiento de una "derecha intolerante y fascistoide alentada desde los círculos de poder de Estados Unidos".

"Alerta compañeros y pueblos hermanos de América Latina sobre el rebrote de una derecha peligrosa que pretende infestar de fascismo a las corrientes políticas de la centro derecha y derechas latinoamericanas", afirmó Maduro.

Y los miles de manifestantes cantaron: "Che gorila, che gorila, no te lo decimos más, si lo tocan a Maduro, qué quilombo se va a armar", adaptando el tradicional cántico dedicado a Cristina.

En ese marco, resaltó que "si alguien garantiza en Venezuela la democracia y la paz es este presidente obrero, chavista, kirchnerista y peronista que está aquí, este hombre del pueblo que Hugo Chávez dejó para que la patria continuara su rumbo", respondió el presidente de Venezuela.

"Es una derecha antilatinoamericana, que si pudiera se saldría del Mercosur y de la Unasur", dijo Maduro. "Vengo bancando este proyecto, proyecto nacional y popular, te juro que en los malos momentos, los pibes siempre vamos a estar", cantó la multitud. Y el venezolano insistió: "No van a poder".

Al cierre de su discurso, el presidente bolivariano nombró una a una las organizaciones que convocaron al acto y llamó a los sindicatos argentinos a "hermanar proyectos para empezar a producir para nuestros pueblos nuevos modelos de integración", a impulsar una nueva matriz económica y a construir un "Mercosur obrero".

lunes, 6 de mayo de 2013

Nacionalización del comercio exterior


Para que el Estado controle el dólar y la inflación: Nacionalización del comercio exterior

Escrito por Hernán Ramón   

 El tema hoy parece ser devaluar o no devaluar. En esta discusión, hay quienes ya se adelantaron: “El PRO admitió que devaluará un 40% el peso en caso de llegar al poder” (Infobae 2/5). “Hay que generar rentabilidad para que las empresas exportadoras puedan contratar personal”, sostuvo el titular del Banco Ciudad y referente del PRO, Federico Sturzenneger.
 Actualmente, el gobierno nacional viene sufriendo la presión del sector exportador para que lleve adelante una devaluación. Es decir, generar mayor competitividad externa de nuestra moneda, llevando la cotización del dólar oficial a iguales niveles que el paralelo, permitiendo a los exportadores (monopolios sojeros) sacar una mayor diferencia en el mercado internacional.

Para entender esto es necesario hacer algunas consideraciones al respecto.

“Las devaluaciones bruscas provocan debilitamiento de los gobiernos. Pierden consenso social por los aumentos inmediatos de precios, en especial alimentos y bebidas, derivados del ajuste cambiario. Ese retroceso de la capacidad de compra de la población si no es rápidamente compensado por subas salariales o transferencias monetarias perturba la estabilidad política” (1).

Veamos un ejemplo: “Raúl Alfonsín transitó su gobierno en un terreno económico muy complicado hasta que terminó derrapando cuando el 6 de febrero de 1989 dispuso una inesperada y fuerte devaluación haciendo estallar por los aires el denominado Plan Primavera. Los meses siguientes fueron de un generalizado descontrol de las variables económicas con el desenlace conocido de hiperinflación, adelantamiento de las elecciones presidenciales y entrega anticipada del poder” (2). Vale recordar que por aquellos años la Argentina alcanzó el record de 5.000% (¡!) anual de inflación. Un dato a tener en cuenta y que parece no recordar el radical portador de apellido, Ricardito, quien sostiene que la inflación, que ronda el 26% anual, del actual gobierno “es un escándalo”.

Si el gobierno devalúa, el costo social y, por ende, político sería enorme. Puesto que se produciría una transferencia de renta casi automática de los sectores populares del país hacia los sectores concentrados. Estos últimos, que monopolizan la producción, alzarían sus precios para equipararlos con los internacionales. El “sistema relativo de precios” provocaría un incremento de los mismos en el mercado interno, aumentando sensiblemente el índice inflacionario.

El medio de presión que posee el sector exportador (léase los traficantes de granos); Cargill, Bunge, Dreyfus, Nidera, Noble Argentina, ADM Argentina - todas extranjeras- y Aceitera General Deheza, es el control de las divisas.

Estos señores, que pagan a los productores argentinos en pesos y cobran en el mercado internacional de granos en dólares, se niegan a liquidar esos dólares en nuestro país, lo que genera (por obra y gracia de la ley de la oferta y la demanda) que en el país escasee la divisa norteamericana y aumente el precio del dólar paralelo.

Es decir, las divisas que obtienen las guardan en paraísos fiscales o se las timbean en el mercado paralelo donde el aumento del mal llamado “dólar blue” les deja una diferencia importante, comparado con la cotización oficial. Mientras tanto el Estado la ve pasar.

Existe actualmente un proyecto de la Corriente Agraria Nacional y Popular (CANPO) presentado a la presidenta Cristina Fernández para intentar desmonopolizar el comercio exterior, manejado por las 7 empresas arriba mencionadas.

“La solución para la desconcentración de las exportaciones vendría de la mano de una compañía mixta con mayoría estatal y el resto del paquete accionario en manos de empresas privadas, preferentemente cooperativas (…) La idea con una empresa mixta es fortalecer el crecimiento de cooperativas como AFA y ACA. La primera pasó de exportar algo más de 100 mil toneladas en 2005 a 726 mil el año pasado, la segunda en tanto fue la principal exportadora de trigo en 2012 (…) La participación estatal, en tanto, garantizaría la liquidación de divisas en los momentos en que lo requiera la política monetaria y económica, hecho que impacta de manera directa en todos los sectores de la economía” (3).

Esta idea nos parece interesante, entre otras que andan dando vuelta, para la participación del Estado en el comercio exterior. La citamos, puesto que, estaría siendo considerada por el gobierno nacional.

Ahora bien, ¿Cuál sería la medida de fondo requerida, en virtud de un momento histórico como el que atraviesa el mundo, Latinoamérica y la Argentina en particular, en la actualidad? La NACIONALIZACIÓN del COMERCIO EXTERIOR.

Para el caso traemos a colación un antecedente histórico propio, el gobierno del Gral. Perón que a través del IAPI logró que el Estado controlara la divisa que luego reorientaría hacia el mercado interno. “El Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (I.A.P.I.) fue la respuesta argentina a la referida estatización de los instrumentos de comercialización. Con este sistema el Estado nacional protegió los precios de los productores; se reservó las ganancias (rentas diferenciales) anteriormente absorbidas por los monopolios y las utilizó para financiar obras de interés público” (4).

Un ejemplo internacional, China, desde hace varias décadas, mantiene nacionalizado el comercio exterior y ha logrado no sólo que los chinos vivan mejor, sino también, se ha posicionado como la principal potencia económica mundial.

Frente al aumento de la inflación y del dólar paralelo necesitamos llevar adelante esta medida económica que termine de raíz con lo anterior. Es fundamental que el gobierno de Cristina nacionalice el comercio exterior para que el Estado controle las divisas. Sólo así los argentinos nos reapropiemos de nuestra renta y construiremos una sociedad más justa.

“La economía y el libre mercado son sólo afirmaciones para el consumo de los tontos e ignorantes. La economía nunca es libre, o la controla el Estado en beneficio del pueblo, o la controlan las grandes corporaciones en perjuicio de éste” (Juan Domingo Perón).

lunes, 25 de marzo de 2013

Dólar “blue” e inflación en Argentina



La escalada del dólar “blue” pone una vez más de manifiesto lo que la mayoría de los "especialistas" y opinólogos se empeñan en ocultar: Ni la suba del dólar ni la inflación actual obedecen a temas monetarios o de política monetaria. También que la desinformación permanente sobre las causas de la inflación o los vaivenes del dólar no son casualidad.
Según el "diagnóstico" que se tenga sobre la inflación se deducen responsabilidades y medidas. O tal vez deberíamos invertir los términos: en función de las medidas que quieren que se tomen y el ocultamiento de las responsabilidades se establece qué concepción hay que tener de la inflación y sus causas.
Es que la mayoría de las teorías sobre la inflación no surgen del análisis objetivo del fenómeno sino que son construcciones discursivas para defender intereses. Lo mismo que las afirmaciones sobre el dólar.
Hoy presionan para que suba el dólar oficial, -aunque no son los únicos-, los exportadores agropecuarios, pues a ellos les pagan en dólares y cuanto más alto esté en Argentina, más ganancias obtienen al pasarlo a pesos. El efecto inflacionario que pueda provocar una devaluación del dólar, especialmente en aquellos que sólo viven de un salario, los tiene sin cuidado. Como todos sabemos la brújula de los negocios no se orienta en la esfera de lo moral o para cuidar el bien común, sino maximizar la ganancia. Esperar otra cosa es ser ingenuos o no entender cómo funciona la economía actual. Lo que es llamativo es que quienes más cuestionan los índices de inflación son quienes más la provocan y ponen mayor empeño en que el dólar suba.
La inflación no es “monstruo grande que pisa fuerte” como aparece en el lenguaje mediático o en las teorías académicas hegemónicas. Ni es un aumento generalizado de los precios, como si los precios se aumentaran solos. Las monedas o los precios no tienen vida propia. Y jamás hay que confundir causa con efecto; o medio con fin.
Para entender el tema del movimiento del dólar paralelo debemos en primer lugar tener claro qué es en concreto la inflación, cómo y quiénes la originan (quienes deseen profundizar el tema me remito al libro “La inflación, el Caballo de Troya del neoliberalismo”, que puede bajarse gratuitamente desde aquí y me remito a el para analizar las diversas causas de la inflación y las distintas teorías, incluso la dominante, la monetaria).
Si bien la definición tradicional de la inflación es que es “un incremento generalizado y sostenido de los precios bienes y servicios con relación a una moneda”en realidad la inflación es otra cosa. Y más sencillo de entender de lo que se cree.
Veámoslo con un ejemplo: toda la riqueza que se produce podemos representarla como una gran torta. La misma se distribuye de diversa manera según la sociedad que se trate y la correlación de fuerzas entre los componentes de esa sociedad.
Generalmente cuando pensamos en esa torta nos imaginamos simplificadamente que una parte de la misma va para los trabajadores y otra para los empresarios (Para no complicarnos excluyamos por un momento todos aquellos sectores que reciben también su parte sin ser ni trabajadores ni empresarios o si se cada uno recibe toda su parte directamente a través de un sueldo o algo en forma indirecta a través de servicios gratuitos o subvencione)
Resulta obvio que si una cantidad fija de riqueza se divide en dos, cuando uno aumenta lo que recibe el otro disminuye. Lo mismo si se divide o subdivide en más.
La puja salarial es un ejemplo de ello. Un aumento salarial suele ser precedido o seguido por un aumento de precios. Los trabajadores intentando mantener o acrecentar su poder adquisitivo, los empresarios tratando de mantener o acrecentar sus ganancias.
En las primeras épocas del capitalismo, cuando no existían los monopolios, el que el empresario aumentara sus precios para compensar una recomposición salarial no era un mecanismo usual: quedaban descolocados con los competidores y perdían mercado. Los precios subían y bajaban según los propios ciclos de la economía capitalista y otras causas puntuales, pero no había nadie capaz de dictaminar a qué precio se vendía algo.
Con la aparición de los monopolios (incluso el estatal), estos tienen la posibilidad de establecer los precios por encima o por debajo de su valor sin que ello dependiese de la llamada ley de la oferta y la demanda: a veces para arruinar la competencia, las grandes empresas bajaban los precios (incluso a pérdida) y luego de conseguido el objetivo, los podían incrementar a su antojo. Otras veces imponían un precio mayor que su valor real obteniendo así una ganancia extraordinaria.
El aumento de precios se fue instalando como mecanismo para mantener o acrecentar la ganancia frente a las reivindicaciones obreras. Por ejemplo cuando los trabajadores consiguen un aumento salarial, no resulta extraño que venga precedido o seguido por un incremento de precios similar o superior al aumento salarial otorgado, con un agravante: la proporción del valor de la mano de obra en un producto es baja en comparación con el resto de los costos.
Así, incrementando los precios, logran mantener las ganancias incluso a veces consiguiendo incrementar las mismas a pesar de los aumentos salariales otorgados. 
Pero hay otro aspecto que no suele percibirse.
Cuando en el libro sobre la inflación intentaba esbozar una definición de la misma decía que
La inflación es la transferencia de ingresos de un sector a otro utilizando el mecanismo de aumento de precios.”.
Pero sería un grave error pensar esto sólo en función de una puja distributiva entre trabajadores y empresarios, donde los empresarios se quedan a través de la inflación con parte de los ingresos que les corresponde a los trabajadores. Hay otro componente que es importante para entender la inflación en Argentina: La inflación es también un mecanismo que permite la transferencia de ingresos de un sector del empresariado (de una rama de la producción) respecto a otros (de otras ramas).
En esa puja por una tajada mayor de la torta, ciertos grupos empresarios no sólo quieren quedarse con una parte de la tajada que le corresponde a los trabajadores, sino también con una parte de la ganancia que le corresponde a otros sectores empresarios.
Si no visualizamos dicha circunstancia no podemos entender por ejemplo los episodios de hiperinflación como los que vivimos bajo gobiernos de los que hoy están en la oposición al actual modelo.
tapalibro inflacion pisani
¿Pruebas de lo que digo?. Fácil: piense antes de un proceso hiperinflacionario cual era la relación de los precios de diversos artículos entre sí, por ejemplo, un ventilador equivalía a tantos kilos de azúcar, a tanta leche, a tantos clavos, a tanto caramelos, cerámicos, pantalones o frazadas, a cierto porcentaje de una cubierta, de un auto, de una heladera, de servicios como corte de pelo, dentista, etc.
Si se compara la relación de los precios entre sí de esos artículos luego de terminado el proceso hiperinflacionario se comprobará que la misma se alteró radicalmente, tanto durante el proceso hiperinflacionario como con el resultado final, existiendo ganadores y perdedores (y no me refiero a los asalariados, que siempre pierden, me estoy refiriendo a nivel empresario).
Esa puja de los sectores empresarios especialmente los mas concentrados y poderosos por incrementar sus ganancias a costa tanto de los ingresos de los trabajadores como de las ganancias de otros empresarios es la principal causa de la inflación (no la única, la principal en el estos años en Argentina).
Obvio que quien ve que queda rezagado respecto a los precios de otras ramas de la producción los subirá aún cuando ello no provenga de un incremento directo de sus costos, contribuyendo de esta manera al famoso “incremento sostenido de precios” y así se abren tres posibilidades principales:
  • Ciertos sectores empresarios (o el Estado) logra disciplinar al resto para que acepten la nueva proporcionalidad de precios internos (incluyendo el precio de la mano de obra)
  • La puja se incrementa progresiva y caóticamente, desembocando en una hiperinflación
  • Se mantiene una situación inestable y persistente de puja contenida a medias pero no resuelta.
En el primer caso los mecanismos tradicionales de disciplinamiento pasan por enfriar la economía, congelar salarios, encarecer el costo del dinero, bajar el consumo, abrir las importaciones, incrementar el endeudamiento interno para conseguir situaciones de “estabilidad” artificiales, bajar los costos salariales (generalmente vía incremento de la desocupación, leyes de flexibilización laboral), etc
En el segundo caso termina con una desestabilización política y un recambio de quienes controlan el Estado (o con los mismos personajes, pero a los que se les impone otra política económica, afín a los intereses que controlan los principales resortes económicos)
La tercer posibilidad implica convivir con una inflación oscilante, cuyos valores estarán en relación con el grado de conflicto en la puja distributiva y con la incidencia de otras variables no sólo internas sino también externas.
Y decimos externas pues en la puja distributiva no sólo intervienen actores internos sino también externos, si no no podría entenderse por ejemplo lo que pasa en estos días con el dólar paralelo.

La causa no económica que tampoco se menciona como promotora de la inflación
Pero antes de pasar a analizar eso incluyamos una segunda causa de la inflación. Ya vimos la económica, es decir, la búsqueda de una ganancia extraordinaria o mayor especialmente por parte de las grandes corporaciones, que son las únicas que pueden fijar precios a su antojo.
Quien considere que la lucha política se reduce a las campañas por el voto, a ganar voluntades, a propagandizar sus ideas -verdades o mentiras-, a desprestigiar el contendiente,tiene una visión muy limitada y antigüa de la misma, lo mismo que quienes piensen que los Golpes de Estado sólo se consiguen golpeando la puerta de los cuarteles o que sólo pueden ser Golpes de Facto, cuando en realidad ya vimos que la nueva tendencia va por el lado de los Golpes de Jure.
Hoy, al menos en Argentina, la inflación es una herramienta, un recurso para la lucha política. Lo mismo que el lockout patronal, el desabastecimiento y el dólar. No siempre estas medidas persiguen un beneficio económico, también se usan para conseguir, además y principalmente, cambios en la distribución del poder político.
La inflación y las corridas contra el peso como elemento de lucha por el poder.
Una clave para entender ciertos aspectos distintivos de Argentina es que siempre (menos en 90 con el menemismo) los sectores más poderosos económicamente no cuentan con los votos para manejar a su antojo al Estado, por lo que tuvieron que recurrir siempre a los Golpes de Estado o a las proscripciones y fraudes electorales para adueñarse del Estado y del Gobierno e imponer con facilidad sus políticas. Y cuando el gobierno no les servía lo tumbaban (Irigoyen, Perón) o lo desestabilizaban obligándolos a irse (el de Raúl Alfonsín podría caber en este ejemplo)
Ahora, como no pueden recurrir tan fácilmente como antes a los militares, deben buscar otros recursos para desestabilizar o condicionar los gobiernos que no los representan.
Más allá que la presidente CFK haya hecho un llamado “a superar el odio”, lo que tiene su lógica pues es la presidente de todos los argentinos y argentinas, es imposible llamarse al engaño: En una sociedad con profundas desigualdades e injusticias, con una gran base cultural racista y sexista y una dura historia a cuesta, con demasiados intereses absolutamente contrapuestos, no puede ignorarse que en la conducta y acciones de las personas las animosidades de clase estén presentes, de un lado y otro, de manera larvada o manifiesta.
El “Viva el Cáncer” de los '50 o el “Néstor volvé, llevate a Cristina” no son hechos aislados y los deseos de que al país le vaya mal con tal de que se vayan los que están ahora representan a una importante minoría de la población y se refleja abriendo los diarios Clarín y la Nación o escuchando a TN por poner pocos ejemplos.
Por eso los movimientos especulativos contra el peso argentino como las presiones sobre el dólar cuando aún no existían limitaciones al cambio ni había aparecido el dólar blue, muchas veces fueron acompañados y empujados por políticas que buscaban endeudar al país, reducir las reservas del banco central y garantizar la fuga de divisas como una constante y creciente sangría imparable. O la “reivindicación” del 82% móvil, que más allá de que es una reivindicación justa, puesta en boca de quienes habían bajado incluso las magras jubilaciones de entonces, o quebrado o privatizado las cajas, era sólo una maniobra para desfinanciar al Estado y provocar crisis. Y si se vetaba, tornar al gobierno antipopular.
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, estamos en mejores condiciones de analizar el tema del dólar blue.
El dólar blue
Obviamente que los sectores opuestos al gobierno han exagerado el papel del dólar blue pero en el extremo opuesto algunas respuestas terminan subestimando el problema con el argumento que es un mercado marginal.
Es cierto que es un mercado marginal. Obviamente que no hay cifras oficiales justamente porque es un manejo en negro y discrecional, pero no creo errarle demasiado afirmar que debe mover entre 10 y 25 millones de dólares diarios, representando entre el 1,5% y el 3% del volumen que opera el mercado legal. Si bien para nosotros 25 millones de dólares es mucha plata, para los que tienen mucha plata son cifras pequeñas. Y al ser un mercado tan pequeño es fácil controlarlo o hacerlo oscilar.
Así, aquellos que buscan provocar un incremento del precio del dólar oficial utilizan el paralelo como arma de presión, provocando corridas contra el peso argentino, juntando de esa manera beneficios para un negocio de intermediación especulativa como el logro de sus objetivos económicos (propiciar una mayor desvalorización de nuestra moneda) y político (poner en crisis al gobierno).
Esas presiones especulativas pueden hacerse pues es una variable arbitraria, ya que su precio no depende ni de la oferta y la demanda, ni de reservas para sostener un precio al peso argentino o al dólar: el precio depende básicamente de las expectativas de los principales vendedores del dólar blue (principales cuevas, agencias de cambio y turismo y algún banco). La ilegalidad de la operatoria y la nula transparencia de sus actividades posibilitan un mayor grado de arbitrariedad en la cotización, especialmente cuando sus especulaciones e intereses son ayudados por los grandes medios de comunicación, especialmente los televisivos, pero también los radiales y escritos, que desde hace años buscan desestabilizar, crear climas negativos y mal humor social y básicamente que se retomen las políticas neoliberales.
Pero en este último año, y probablemente desde el conflicto con las entidades agropecuarias por las retenciones móviles, hay otro elemento que ha jugado para incrementar tanto la intermediación especulativa como la cotización del dólar blue: la nueva modalidad para la fuga de dólares y para que las grandes compañías transfieran sus beneficios de Argentina a sus casas centrales: los CEDEAR, Certificados de Depósitos Argentinos.
El procedimiento hasta ahora era simple. Estos certificados corresponden a empresas que no son argentinas que cotizan en el Mercado de Valores de BsAs. Esos valores tienen como condición que coticen en mercados externos y pueden ser emitidos por Bancos, compañías financieras y por la Caja de Valores.
Los CEDEAR surgen en la última etapa del menemismo para posibilitar que personas físicas y jurídicas de argentina inviertan en valores extranjeros comprándolos aquí, pero desde el 2008 a esta parte son un instrumento de la fuga de capitales y de compra de dólar en negro de una manera “legal”.
Para explicarlo simplemente: un inversor argentino compra acciones de algunas de las empresas NO Argentinas radicadas en el exterior, que cotizan en la bolsa de BSAS. Las compra pagando con pesos. Luego de esperar unos días (están obligados a esperar 72 hs hábiles) vende esas acciones o bonos en el extranjero recibiendo dólares (o euros, si es una empresa radicada en la zona del euro) que luego depositan en un banco extranjero, constituyendo una bonita forma de fuga de capitales por un lado y por otro de compra de dólares fuera del circuito controlado por el Estado.
Esta operatoria se suele denominar “contado con liquidación” o “contado liqui” o compra de “dólares liqui” y estos “dólares liqui” fueron aumentando de precio hasta tirar al dólar paralelo para arriba y viceversa. Ya había pasado algo similar en el 2011 que la AFIP trató de controlar impidiendo los “pretanombres” que adquirían divisas no para sí sino para otros. Pero está visto que no alcanzó y en estos días las maniobras de fuga de divisas y de compras de “dolar liqui” superó varias veces a las operatorias del dólar blue.
Lo que el gobierno probablemente haga para limitar esa fuga “legal” es no considerar más a los CEDEAR como “activos nacionales” y pasarlos a considerarlos como los que son, “activos extranjeros” y así evitar que los fondos de inversión destinen su liquidez a esos fondos (hay una reglamentación para los fondos de inversión que sólo pueden destinar el 25% a activos extranjeros. Al considerar a los CEDEAR como activos nacionales, superaban con creces ese 25% con el agravante de que se sacaba capital de aquí para invertir en el extranjero y así profundizar la fuga de capitales)
Entre las empresas que están en los CEDEAR sobresale, en primer lugar como emisor y depositario de dichos certificados el Deutsche Bank y entre otras están: Apple, HSBS, Unilevers, Wail-Mart, IBM, Televisa, General Motors, Citigroup, Chevron Texaco, Bank of America, Avon, AT&T, American Express, Banco Bilbao, Coca Cola Femsa, Colgate Palmolve, Du Pont, Mc Donals, Nokia, Motorola, Pfizer, Siemens, Soni, Walt Disney Co y una larga lista ver

Aunque sea marginal, influye o puede influir mucho

Por último: la afirmación de que “el mercado del dólar blue es marginal y no debería impactar en los precios” sólo tiene en cuenta lo económico general, pero no tiene en cuenta ni lo político ni las particularidades de la burguesía argentina en el momento actual.
Es cierto que los productos importados no deberían subir los precios al compás del paralelo, pues el comerciante en general cuando pone un precio, además de los costos y ganancias, suele tomar como costo no el precio por el cual compró, sino el precio de reposición. Pero si es algo importado legalmente, ha presentado los formularios y solicitado las autorizaciones, por lo que compra con el dólar fijado en el mercado oficial, digamos a 5 y pico.
Pero la realidad es que si tiene poca competencia, o si existe algún acuerdo implícito con la competencia, buscará una ganancia extraordinaria, es decir, superior a la media, a “lo normal” y utilizará para calcular sus costos un mix entre el dólar oficial y el dólar paralelo o directamente se guiará por el dólar paralelo.
Esto también afecta a pequeños y medianos negocios no vinculados a la importación, pues tienen recuerdos recientes del daño que produce una inflación descontrolada y sus expectativas y temores -que terminan trasladando si pueden a los precios- son afectados por la fuerte campaña política-ideológica que pone en primer plano el valor del dólar paralelo y acusa de incapacidad del gobierno de regularlo (lo que es obvio, el gobierno no va a regular algo ilegal) o de impedirlo (lo que también es cierto, pues al ser algo tan marginal y al mismo tiempo tan arraigado en la actual idiosincrasia argentina, que no puede mantenerse indefinidamente una represión a los arbolitos y cuevas, lo que terminaría incluso por incrementar aún más el valor del “producto” tan difícil de conseguir).
Justamente esta aparente “impotencia” es lo que posibilita que el tema de la inflación y de las escaladas del dólar sean los caballitos de batalla de la oposición para criticar al gobierno, sin tener que exponer sus programas económicos que en definitiva se reducen a aplicar recetas que tanto daño nos han hecho.
Criticando esos temas tienen una doble garantía de poder criticar permanentemente sobre esto, pues un gobierno en su sano juicio y más con el contexto mundial actual no puede basarse en políticas monetarias antiiflacionarias. Y si llegara a hacerlo, es decir, si el gobierno cambia su política para poner como eje el tema de la inflación y cumplimentar las recetas monetaristas, deja de ser un gobierno hostil a ellos y pasa a ser de su palo.
El gobierno no debe tener una política antiinflacionaria, pues la inflación no es una variable importante para combatir la desigualdad y las injusticias, ni para hacer salir a un país de una crisis o mejorar la situación de los sectores pobres y desposeídos, ni de los medios. Justamente la principal manera de combatir la influencia del mercado especulativo del Dolar no es con medidas económicas, sino con trabajo cultural, ideológico y político que ponga de manifesto lo que está en juego y los diversos intereses.
Si nos queda duda pensemos en unos de los países de más baja inflación del mundo, el CHAD (ubicado en África central). Tiene una inflación anual del 2%. Si, del dos %. La otra cara del Chad es que tiene uno de los más altos porcentajes de pobreza extrema del planeta: el 80% de la población está por debajo de la linea de pobreza. Y de corrupción. Obviamente una buena receta para bajar la inflación.
Y si no queremos ir tan lejos, miremos nomás España o Grecia, con una inflación de menos del 4% anual. Obvio que les va muy bien, ¿no?
 Esto no quiere decir que la inflación sea algo deseable, todo lo contrario. Y sí hay que combatirla, es decir debería combatirse la verdadera inflación: la transferencia de ingresos de un sector a otro utilizando el mecanismo de aumento de precios.”. Obvio que la mayoría que hoy exige que el gobierno tome medidas sobre la inflación no está pensando en eso, sino en todo lo contrario: que el gobierno garantice una mayor transferencia de ingresos a un sector empresario en contra del resto...

Por Fernando J. Pisani

miércoles, 6 de marzo de 2013

¡Héroe!



La muerte del comandante Hugo Chávez Frías estaba al caer. Tras descubrírsele, hace dos años, el cáncer de próstata que fue haciendo metástasis hasta infectar sus pulmones e impedir su respiración, el peor desenlace llegó ayer por la tarde.  Quien escribe esta columna se encuentra, como muchos,  en el medio de las horas más tristes que le ha tocado vivir desde que tiene uso de razón política, desde que se dedica a estudiar y escribir sobre esta compleja disciplina social. Duele como la partida de Néstor Kirchner, y hasta podemos decir que más, porque su gobierno fue aún más radical de izquierda en sus postulados que el del ex gobernador santacruceño. Empero, las comparaciones de este estilo resultan tediosas, ambos quedarán grabados en el corazón y la memoria popular para siempre: son los nuevos próceres del siglo XXI.

La llegada de Chávez al gobierno de la República de Venezuela en 1999, no fue solamente el comienzo de la Revolución Bolivariana sino también la recuperación de la Historia para los pueblos latinoamericanos, esa que Francis Fukuyama, desde el Departamento de Estado de Norteamérica había dado por muerta a comienzos de la década de 1990. El compañero Hugo no sólo engrandeció a su país, en estos casi 14 años de mando, sino que también le allanó a nuestro subcontinente el camino a de la autodeterminación (aun inconclusa) poniendo todos sus esfuerzos en la unidad, a través de intercambios económicos, sociales y culturales con los países de la región.

Fue Hugo quién más se comprometió con el legado de Simón Bolívar, y decidió revertir la historia para no terminar arando en el mar.  Así, después de casi dos siglos, fue el político que pudo retomar la gran empresa bolivariana de la Patria Grande, logrando lo que no consiguieron los movimientos latinoamericanos de liberación de la décadas de 1960 -70.

Hasta Chávez, nadie en América Latina, por lo menos desde los gobiernos (obviamente con la excepción de Cuba), se atrevió a enfrentar el paradigma neoconservador conocido como neoliberalismo. Todos los mandatarios se rendían ante las “sagradas leyes” del “dios” Mercado. No oponían resistencia alguna, entregando de esta forma sus naciones a los servicios de las potencias capitalistas imperialistas.

El revolucionario bolivariano, fiel seguidor del gran Simón y de su tocayo Rodríguez, y también de Francisco de Miranda, dejó en manos de Nicolás Maduro la continuidad de este  proceso transformador que está llevando adelante Venezuela. El mismo pueblo venezolano no abandonó a su Jefe, sino que lo acompañó con el 55% de los sufragios en la elección presidencial de octubre pasado y en diciembre ratificó el rumbo (ya era conocida la gravedad de la salud del  presidente), haciendo que sus candidatos a la gobernación se quedaran con 20 de los 23 estados que hay en el país. Por lo cual, a pesar de la ausencia de Hugo, todo indica que la revolución seguirá en marcha. La desaparición física de Chávez, como lo fue la de Néstor Kirhner, genera muchísima tristeza pero también grandes movilizaciones de la población que acompañan este modelo nacional, democrático y popular que cala profundamente en el imaginario social de los venezolanos y también del resto de Latinoamérica.

Se nos fue nuestro líder, el padre de esta patria grande que todavía está en construcción y no se va frenar a pesar de los augurios derrotistas de la derecha cipaya. Perdimos al Hombre, quien con su revolución socialista versión SXXI transformó la realidad de todos los latinoamericanos, y le dio entender a Europa y Estados Unidos que esta región también existe y tiene un potencial que los equipara y hasta los puede superar. Por ende, él fue el principal artífice de la unión latinoamericana que tanto propugnaron nuestros próceres decimonónicos y los movimientos emancipadores del siglo XX.

Hasta siempre le decimos al gran orador, quien con sus discursos nos seducía, persuadía y conmovía, haciéndonos llorar como ahora que ya no está.

Pequeña obra nos deja el comandante caribeño: cambió la filosofía posmoderna del individualismo consumista por la vuelta al sujeto colectivo hacedor de la Historia. Así, el individuo cedió lugar al pueblo revolucionario.

Queda para cerrar esta nota enviar un gigantesco abrazo al pueblo venezolano y marcar que el compañero Hugo siempre vivirá en nuestro corazón. Fuimos héroes no por un día sino por casi una década y media, y seguimos.

Por Mauro Reynaldi

martes, 8 de enero de 2013

América Latina de pie en apoyo a nuestro líder bolivariano


Como Simón Bolívar y José de San Martín, Hugo Chávez y Néstor Kirchner. La salud y esperanza de nuestro continente están depositadas en la recuperación del presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Como dicen las Madres, "ni un paso atrás". Pase lo que pase con Hugo, los pueblos latinoamericanos y sus líderes deben (debemos) acompañar el proceso revolucionario venezolano. 
Si el comandante no puede reasumir su cargo, tendrá que ponerse al frente de esta gran nación, el vicepresidente Nicolás Maduro, quien seguramente estará a la altura de estas dramáticas circunstancias y mantendrá el rumbo bolivariano resistiendo los embates de los sectores reaccionarios, que nunca pudieron con Chávez. 
Sabemos que son horas muy difíciles para la democracia y los gobiernos de la región, ya vivimos los golpes "institucionales" de Honduras y Paraguay, y los intentos desestabilizadores en Argentina, Bolivia y Ecuador. Venezuela junto al Brasil y nuestro país son los ejes de Latinoamérica, son los que sostienen su unidad y pueden fortalecer la soberanía de cada nación de la región. Si uno de estos tres países cae en manos de la derecha se rompen todos los proyectos de fraternidad y libertad que se vienen gestando desde hace más de una década. En tanto, el imperio norteamericano está al acecho, buscando que se fracture el bloque latinoamericano, y qué mejor para las corporaciones del capitalismo imperialista que la desaparición de Chávez, para de esa forma generar la vuelta al gobierno de las dirigencias cipayas.
Entonces, lo que está en juego no sólo es la democracia en Venezuela sino la misma integridad latinoamericana. Con o sin Hugo, la revolución bolivariana debe continuar: nuestro futuro se disputa crucialmente aquí. Por esta razón, este jueves 10 de enero veremos a nuestros pueblos movilizados para defender una vez más a la revolución bolivariana y el NO a la intromisión neoconservadora y saqueadora de los grupos dominantes alineados con el Imperio.

Por Mauro Reynaldi

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Liberales: ¿democráticos?


En este post nos referimos a una nueva postura autoritaria, bien  antidemócratica del gobierno socialista de la provincia de Santa Fe. Hace unos meses atrás nos enterábamos de la censura al conductor del noticiero de canal 5, Ariel Bulsico, por querer expresarse sobre los hechos de narcotráfico que involucran al ex Jefe de la Policía provincial, Hugo Tognoli. En esta oportunidad, quien la ligó fue el Docente e Investigador, y ex director de escuelas provinciales, Fernando Pisani.  El motivo del "reto" a este laburante de la docencia fue por haber críticado la política educativa del gobierno, especialmente en relación al vaciamiento de la enseñanza técnica, que viene de la década del noventa, pero es continuado por la gestión "socialista". Pisani, especialista al cual recurrimos asiduamente en nuestro programa radial, es una de las personas que más sabe del tema, y no sólo cuestiona a este gobierno sino que también es muy crítico con los anteriores de Reutemann y Obeid. Podemos entender que al socialismo no le interese la educación técnica, que prefiera alumnos formados con un saber básico y formal, los cuales si tienen alguna posibilidad de inserción laboral sea dentro de una economía de servicios u orientada en el interior de la Provincia a trabajos precarios en las zonas campestres. Es el modelo de país que quieren, el Neoliberal. Lo que no podemos aceptar es que aprieten, hostiguen, censuren, calumnien a quienes pensamos distinto. Estamos en democracia, hay libertad de expresión. Lamentablemente, los funcionarios del Frente Progresista Cívico y Social han cambiado su nacionalidad, ahora viven en el país Clarín. Por tal motivo, tampoco sorprende que su líder, Hermes Binner esté del lado de los Fondos Buitres que están embargando a la nación argentina. 
Tras esta larga introducción y reflexión, a continuación seguimos las maniobras autoritarias socialistas hacia Pisani, que bienvenido sea, ya son de estado público:


http://www.lacapital.com.ar/opinion/Las-escuelas-tecnicas-20121112-0016.html


http://www.notasyantidotos.com.ar/inicio/item/21-defensa_talleres_escuelas_tecnicas/21-defensa_talleres_escuelas_tecnicas


http://www.lacapital.com.ar/la-ciudad/Educacion-llamo-la-atencion-a-un-profesor-que-opino-en-el-diario-sobre-escuelas-tecnicas-20121123-0036.html

lunes, 8 de octubre de 2012

¡Al gran pueblo venezolano, Salud!


Volvió a triunfar en comicios presidenciales, cuartos consecutivos, el compañero Hugo Chávez Frías. Con el 54 por ciento de los votos, igual que Cristina Férnandez el año pasado acá en Argentina, el comandante bolivariano revalidó su mandato en la República Bolivariana de Venezuela. Su principal oponente, Henrique Capriles, llegó al 44 por ciento de los sufragios, también algo similar a lo sucedió en el 2011 en nuestro país, si sumáramos todo lo obtenido por la oposición, es decir, la sumatoria de Binner más Alfonsín más Rodríguez Saa más Duhalde más Carrió. Realidades similares que son el resultado de gobiernos democráticos que cuentan con la aprobación y empatía de la mayoría de la población. 
El chavismo como el kirchnerismo han logrado poca cosa, devolverles la dignidad a sus pueblos, y así también haber conseguido, mediante políticas activas, la inclusión de la gran masa de ciudadanos que habían sido arrojados a la marginalidad y la miseria por el neoconservadurismo de las clases dominantes, asociadas éstas al poder económico internacional. 
Con este acontecimiento electoral venezolano, el populismo, sistema democrático basado en la exclusividad de las políticas populares de justicia social y desarrollo igualitario, sigue firme y viento en popa en la región, profundizando la integración y el republicanismo en nuestras naciones soberanas.
Más Chávez es más esperanza, más bienestar. Ya la Revolución no es tan un sueño eterno, mucho menos una pesadilla, sino un horizonte que construimos diariamente de modo democrático y pluralista contra los intereses de las oligarquías criollas, que siempre están para desestabilizar y generar pánico en la sociedad civil. El compañero Hugo sabe muy bien de esto y por la misma razón, se ha encargado en estos 13 años de gobierno de convertir a Venezuela en uno de los países ejemplares en materia de democracia y libertad, contradiciendo constantemente las mentiras de los emporios mediáticos de su país que, como acá, tratan de provocar caos e inseguridad en todo el conjunto de la ciudadanía. Como bien señaló ayer nuestra primera mandataria, nuevamente el AMOR derrotó al ODIO. 
¡VIVA VENEZUELA, CARAJO! LATINOAMERICA UNIDA JAMAS SERA VENCIDA.

Por Mauro Reynaldi. 

viernes, 21 de septiembre de 2012

La basura


Desde hace más de una semana, se viene expresando con mucha fuerza y resonancia mediática lo peor de la sociedad argentina. Toda la miseria humana concentrada y promovida por el accionar golpista del grupo económico Clarín y sus aliados. Venimos escuchando y viendo en estos días las manifestaciones de los sectores más reaccionarios, recalcitrantes y abominables de esta población. Son los fascistas de siempre, podemos decir, ya que históricamente han despreciado a la democracia como sistema de gobierno. No están atacando solamente al kirchnerismo sino que atentan visceralmente contra el régimen democrático. Por dicha razón aplaudieron y avalaron los golpes a Yrigoyen, por gobernar para la "chusma", a Perón, por incluir a los "cabecitas negras", a Illia, por afectar los intereses del poder económico, y en 1976 se dieron el gran gusto de tener el gobierno a su medida.
Estas lacras, fogoneadas por la corporación comunicacional, van a seguir haciéndole daño a nuestra democracia, mas sabiendo que el gobierno nacional no reprime ni disuade estos actos destituyentes. Porque si bien no todos los que se movilizaron son golpistas, quienes comandan estas actividades sí lo son, una minoría retrógrada que está generalmente al acecho. Este sector minoritario tiene su correlato en el PRO, pero cuenta a la vez con las complicidades de la cúpula de la UCR y de Hermes Binner y sus socios del FAP. 
Afortunadamente, tenemos un gobierno sólido, con una Presidenta que tiene todo el coraje y la valentía del mundo para enfrentar a esta bosta civil, y así limpiar la basura fascista con más y mejor política, no con la guerra como quieren estos vendepatria.  
Por Mauro Reynaldi  

miércoles, 4 de julio de 2012

“Scioli es el responsable de la crisis por falta de previsión”



El diputado del Frente Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, se refirió a la situación provincial. “La Nación no le debe ni un solo peso a la Provincia”, destacó.

No discutimos que la Provincia organice eventos masivos y muy costosos; pero el gobernador Scioli debe saber que antes de los recitales de Montaner están los salarios de los docentes, de los médicos, de los policías y de todos los estatales bonaerenses”, ejemplificó Martín Sabbatella a propósito del anuncio del gobernador de que se desdoblará el pago del aguinaldo por la falta de recursos. “Quien gobierna debe estar preparado para afrontar situaciones de mayor o menor complejidad; debe demostrar capacidad y responsabilidad para administrar la cosa pública, lo cual estuvo ausente a la hora de planificar el presupuesto provincial”, sostuvo el diputado nacional de Nuevo Encuentro y agregó: “Gobernar no es sólo salir por los medios inaugurando una obra o saludando a un artista. Es, sobre todo, saber planificar y tener muy claro, a la hora de hacer un presupuesto, cuáles van a ser los gastos ordinarios del año entrante y de dónde van a salir los recursos”.

“Hay dos cosas muy claras en la crisis económica que vive la provincia –consideró Sabbatella-: una es la falta de previsión del gobierno de Scioli, que de un día para el otro decidió afectar las remuneraciones de los trabajadores, como si hubiera habido un tsunami que arrasó de golpe a la provincia. La otra es que, ante este escenario de imprevisión, Scioli y sus funcionarios quieren trasladar la responsabilidad al Estado nacional. Y hay que subrayar que la Nación no le debe ni un solo peso a la Provincia, sino que viene cumpliendo con todo lo acordado. Es más, en 2011 Nación invirtió en la provincia 136 mil millones de pesos, lo que significa el 130 % del presupuesto bonaerense”.

Respecto de la posición de Nuevo Encuentro en relación a la crisis, el titular del bloque NE expresó: “Lejos de ponerle un palo en la rueda, nosotros colaboramos para que la provincia pueda superar esta situación. De hecho, acompañamos el proyecto de revalúo inmobiliario rural y aprobamos la posibilidad de endeudamiento del Estado provincial. Es más; siempre dijimos que hay que dar una discusión responsable y profunda sobre la coparticipación que recibe Buenos Aires; no a partir de lo que aporta, sino en vistas a las necesidades de los y las bonaerenses”. “Pero una cosa es poner todo nuestro esfuerzo para que Buenos Aires salga de la crisis a la que el Gobierno provincial la condujo y otra, que no vamos a hacer, es convalidar la estrategia de victimización de Scioli que parece ajustarse a su reciente anuncio de que quiere ser candidato a presidente en 2015”, señaló el diputado kirchnerista.

Sabbatella opinó que “los argumentos que esgrime el gobierno provincial, vinculados al reparto de la coparticipación y al congelamiento del Fondo del Conurbano, para justificar la situación financiera que no supieron prever, es una muestra más de la habilidad que tiene Scioli para eludir responsabilidades. En ambos casos, se tratan de cuestiones que el gobernador conocía y sobre las que no hubo cambios desde el momento que presentó su presupuesto”. “Quiere echarle la culpa a otros de lo que generó él”, señaló en referencia a al gobernador bonaerense.

“En los momentos más difíciles es cuando el gobernador queda más en evidencia y aparece con mayor claridad su incapacidad de gestionar en forma eficiente”, afirmó Sabbatella y concluyó: “No es posible que se diga que la crisis se genera por los acuerdos alcanzados con los trabajadores en paritarias. Los aumentos periódicos también son parte de lo que un gobierno debe prever cuando hace el presupuesto y si Scioli no lo hizo es responsabilidad exclusiva de él".

martes, 26 de junio de 2012

A una década de la Masacre en el Puente Avellaneda


Hoy se cumplen diez años del asesinato de los militantes sociales Darío Santillán y Maximiliano Kosteki a manos de la policía bonaerense, tras las ordenes del gobierno ilegítimo del entonces senador Eduardo Alberto Duhalde. El peronismo de derecha que gobernaba nuestro país, con muy baja (casi escasa) legitimidad y popularidad, ordenó reprimir la protesta social e hizo pasar estos dos crímenes como si se hubiese tratado de un enfrentamiento entre piqueteros. Las patotas policiales se encargaron de detener la manifestación en Avellaneda mediante las muertes de estos dos manifestantes, que lo único que estaban haciendo era reclamar con dignidad por lo que merecían: trabajo. Fue un acto claramente fascista de un gobierno conservador al cual poco le importaba la legalidad democrática. 
Esto que vivió la Argentina es similar a lo que viene ocurriendo en Honduras desde hace tres años y en Paraguay desde el viernes pasado. Se trata de gobiernos que llegan por la fuerza violentando la voluntad popular para llevar adelante políticas derechistas que favorecen a las clases privilegiadas en perjuicio de la mayoría de la ciudadanía. Lo cual demuestra que la democracia no es un sistema o forma de gobierno sólido en sí mismo sino que está constantemente en juego y al que hay que sostener y convalidar diariamente. 
Los sectores dominantes se oponen tajantemente a aceptar vivir en sociedades más justas e igualitarias y por ende, buscan de todos modos debilitar a los gobiernos populares para terminar volteándolos y remplazarlos por gobernantes reaccionarios que responden a sus intereses, transformándose así en sus delegados, tal como está sucediendo con Franco en Paraguay, quien a través de un golpe parlamentario destituyó a Fernando Lugo. 
Defender la democracia es pelear fuertemente por profundizarla, respetando los derechos humanos de los ciudadanos, pero en especial de quienes viven en condiciones de marginalidad. A Maximiliano Kosteki y a Darío Santillán los mataron por haberse expresado manifestando su voluntad de cambio para el bienestar no sólo individual sino el de toda la ciudadanía argentina. Estos jóvenes querían vivir en un país más justo, con más dignidad. Querían ser parte de esta nueva sociedad en la cual hoy estamos, con más trabajo e inclusión social, no querían la condena al "éxito" duhaldista de la resignación a la marginalidad. El grupo Clarín, que era lo que es hoy, apadrinó a Duhalde y encubrió estos asesinatos, haciendo gala de su periodismo independiente (de la voluntad popular). Queda explicitado en este suceso macabro que a la derecha, por lo general, le encanta ver derramar la sangre de los ciudadanos de las clases populares y de aquellos que son de clase media que manifiestan su adhesión a la izquierda o al peronismo.  


Por Mauro Reynaldi

sábado, 23 de junio de 2012

"Moyano busca debilitar al Gobierno"


El Diputado Nacional del Frente Nuevo Encuentro Martín Sabbatella  resaltó la firmeza del gobierno nacional para desactivar el bloqueo y volvió a cuestionar al Gobernador Scioli.

La firmeza del gobierno nacional y el rechazo de la sociedad hicieron que Moyano tenga que levantar el bloqueo”, sostuvo el diputado nacional del Frente Nuevo Encuentro, luego de anunciarse el levantamiento de la medida de fuerza de los camioneros. “La escalada del conflicto desatado por Hugo Moyano desborda claramente los límites de la acción reivindicativa gremial para constituirse en una acción política contra el gobierno de Cristina Kirchner”, opinó Sabbatella y agregó que “es una clara operación dirigida a debilitar al gobierno, desde un polo opositor en el que Moyano aparece hoy como punta de lanza”.

“Desde Nuevo Encuentro, defendimos, defendemos y defenderemos siempre el derecho de los trabajadores a reclamar mejores condiciones laborales y salariales. Pero no es justo que, ese derecho que es una conquista del campo popular, sea manipulado por algunos para ponerlo a disposición de un plan que trasciende el conflicto gremial y tiene un claro objetivo político”, afirmó el diputado nacional desde Tierra del Fuego, adonde se encuentra desde ayer realizando diferentes actividades y reuniones con dirigentes de distintas agrupaciones del campo kirchnerista de esa provincia, en el marco de la consigna “Unidos y organizados”.

Además, el diputado kirchnerista y presidente del bloque Nuevo Encuentro volvió a cuestionar la actitud del gobernador bonaerense Daniel Scioli, ante esta situación de conflicto. “Son sugestivos los gestos y los silencios de Scioli quien, en su doble papel de gobernador y candidato, se corrió absolutamente de la escena en medio de los graves acontecimientos provocados por la dirección del Sindicato de Camioneros”, afirmó Sabbatella.

“Que casualmente Scioli no haya estado en el país, en el momento justo que se desata el conflicto, es por lo menos sospechoso. Nos resulta inevitable recordar la foto que el gobernador se tomó hace unos días junto a Hugo Moyano, jugando al futbol en su quinta La Ñata”, enfatizó el diputado kirchnerista y agregó que “muchos nos preguntamos si, durante el entretiempo de ese partido, no habrán hablado algo de esto que se venía”.

martes, 19 de junio de 2012

La descolonización de la cultura (Desdolarización)


La batalla cultural se presenta en estos tiempos como un gran desafío para la mayoría de los argentinos y argentinas. Decimos la mayoría, porque ese fue el electorado que eligió democráticamente a este gobierno, un electorado que decidió afianzar su voto al rumbo que se inició en el año 2003, cuando el presidente Néstor Kirchner -votado por sólo el 22% de la población- nos propuso un sueño: “Reconstruir nuestra propia identidad como pueblo y como Nación”, fueron unas de las primeras palabras de su discurso y en ellas nos detenemos a reflexionar. 

La reconstrucción de la identidad tiene varias formas de ser analizadas. Cuando se recupera un nieto o la ley permite castigar a los genocidas, es una manera de reconstruir identidad, también lo es, el matrimonio igualitario y por supuesto, la reciente votada ley de identidad de género. Revisar nuestra historia, también reivindica que las Malvinas son argentinas, que “aquella guerra” fue un invento del gobierno de facto para perpetuarse en el poder. Tener un Estado presente, que se agranda, con aciertos y desaciertos, para contribuir en la mejora de la calidad de vida de las y los 40 millones que habitamos este suelo, también reconstruye nuestra identidad. Sentir que el pueblo recupera empresas que fueron privatizadas durante la década de los 90 - la década que nos privatizó hasta los sueños- claros ejemplos son las AFJP, AySA, Correo Argentino, Aerolíneas Argentinas, la expropiación del 51% de las acciones del grupo Repsol, no sólo son iniciativas que reconstruyen nuestra identidad, sino que también contribuyen a la construcción de un pueblo cada vez más soberano, un pueblo representado legítimamente que le dice NO al ALCA, un pueblo que ha recuperado su soberanía económica desendeudándose y poniéndole fin a las exigencias del “Consenso de Washington”… Podríamos seguir nombrando hechos e iniciativas del Gobierno Nacional, donde nos demostró que ese sueño propuesto por Néstor, podía cumplirse. 

Ahora bien, ¿Alcanza sólo con las iniciativas del Gobierno Nacional? 

Desde este espacio creemos que NO 

En la actualidad, todos y todas, quienes elegimos y votamos por la conducción de Cristina Fernández, debemos cumplir, también con hechos concretos, con nuestro aporte a esa reconstrucción de nuestra identidad como pueblo y como Nación. 

El pasado 30 de mayo, la Presidenta nos habló a los y las 40 millones de argentinos y argentinas que hacemos esta Patria, dijo: “lo de la batalla cultural no es una forma elegante, literaria, intelectual de abordar el verdadero problema de la Argentina. Hay una verdadera batalla cultural”. 

Lo primero que se interpreta, es que este “problema de la Argentina” está referido a la “dolarización” de los sueños de los argentinos y argentinas, la “colonización monetaria” a la que siempre estuvo atada nuestra economía, una moneda de resguardo. Actualmente, el desafío es entender que cuando el Estado interviene en la adquisición de divisas, lo hace porque cuida los intereses de nuestra Nación, y como en el caso de éstas últimas semanas, en detrimento de los intereses de los grupos concentrados de comunicación alineados al poder económico de nuestro país, que buscan “desestabilizar” y presionar con el principal objetivo de beneficiarse especulando mediáticamente con una posible depreciación de la moneda; que buscan adelantar la pizarra del dólar, legitimando un “mercado ilegal” ¿Vamos a permitir que un puñado de monopolios impongan agenda en el ritmo de nuestra economía? 

Creemos que esta es sólo una parte de la batalla cultural – una parte importante- , siendo que nuestros salarios están pesificados, como la mayoría de los productos que consumimos, y en el ámbito bancario los
depósitos en divisas significan cerca del 15% del total, siendo que los depósitos bancarizados en pesos constituyen más de un 85% de la banca. El caso de los inmuebles, es de mayor impacto, ¿Qué hacemos? ¿Pedimos mayor dolarización en el mercado inmobiliario, más colonización en nuestra economía? Ó ¿Pedimos que la venta de inmuebles sea pesificada? La batalla librada en este aspecto -creemos- hay que librarla “exigiendo” más bienes en pesos y no más divisas. La presión sobre el tipo de cambio va en detrimento de nuestras economías y daña al conjunto de la sociedad. 

Si pensamos en la pizarra futura del dólar y en la especulación sobredimensionada de esa divisa, también tenemos que pensar que esa especulación se traspasa a subas en tasas de interés en sistema bancario pesificado, lo cual repercute directamente en los niveles de inversión y finalmente impacta en la economía real, porque el crédito se vuelve caro, la rueda no para de girar, la especulación, traducida en la multiplicación del imaginario sobre un valor futuro de una divisa de un valor que no es el “real”, termina afectando a la economía en general como una “profecía auto-cumplida”, pero a su vez beneficia -principalmente- a la oligarquía de nuestro país. ¿Vamos a permitir que el imaginario de los oligarcas, pongan agenda en nuestros bolsillos? 

La batalla cultural la tenemos que dar para defender nuestra patria, para seguir profundizando y consolidando el proyecto nacional que eligió el 54% de los argentinos y argentinas, necesita de todos y todas activos y activas, atentos y atentas, frenando el avance colonizador, denunciando el mercado ilegal, confiando en la política como herramienta de transformación de la economía , hoy podemos abrazar la soberanía, hoy el pueblo, una vez más, necesita del pueblo.

Y como decía Floreal Gorini: “El camino hacia la utopía requiere de muchas batallas, pero sin duda la más importante es la batalla cultural

Unidxs y organidxs ¡Por una patria cada vez más justa, libre y soberana! y ¡Hasta la Victoria Siempre!

Juventud del Partido Solidario de Vicente López en el Frente Nuevo Encuentro

jueves, 7 de junio de 2012

Día del Periodista

Hablar de periodismo es como hablar de filosofía. Se cree que cualquiera que esté en un medio de comunicación es periodista como cualquiera que piensa es filósofo. Lo que podemos decir es que todo periodismo es político, no es neutral, implica un compromiso (no con la verdad que es algo relativo) sino con lo que se cree y en el lugar en el que se trabaja. 
Libertad de expresión en este país sobra (hasta habría que limitarla un poco porque sino cualquiera dice cualquier cosa), lo que falta es pluralidad de medios, desconcentración del campo comunicacional en un puñado de holdings mediáticos, e igualdad de oportunidades para ejercer esta profesión que no es ni mejor ni peor que las demás. 
Es tanto una estupidez hablar de periodismo independiente como de militante, toda adjetivación va en contra de la misma idea que se pretende definir, aunque nosotros nos inclinamos por se trasnochados para desolemnizar este trabajo y relacionarnos con quienes nos leen y escuchan desde un enfoque democrático y participacionista. Somos comunicadores que intercambiamos pensamientos y sentidos, buscando aprender y conocer más que enseñar. 
Por lo tanto, el periodismo es por antonomasia social, tiene que ver con lo que ocurre en la sociedad en la que se práctica. Hay periodistas de izquierda como de derecha, hay quienes lo hacen por amor y vocación y quienes lo hacen por mero interés lucrativo. Hay quienes buscan cambiar la realidad, y quienes pretenden dejar las cosas como están y conseguir el éxito personal y así acrecentar su ego. Es decir, hay de todo un poco. Distintas corrientes e ideologías, distintos modelos y métodos. No existe una única forma de hacer periodismo.

Así que: ¡Feliz día a quienes son periodistas, a quienes creen serlo y a quienes intentamos acercarnos a este oficio o profesión!

Por Mauro Reynaldi

miércoles, 6 de junio de 2012

A los compañeros de la izquierda nacional, popular y democrática


La reciente recuperación de YPF por iniciativa de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y con la aprobación de una abrumadora mayoría en el Congreso vino a reforzar, por si hacía falta, la certeza de que nuestro país avanza en un camino de reformas progresivas que significan también una paulatina y constante reparación de los daños que causaron casi cuarenta años de destrucción del Estado y de los lazos de solidaridad social.
Esto sucede al mismo tiempo que, en buena parte de un mundo sacudido por una nueva y profunda crisis del capitalismo, los gobiernos de diversos signos arremeten contra los trabajadores y sus derechos e imponen como ley superior los intereses del capital financiero. Mientras los estados nacionales se someten al capital, muchas fuerzas que se proclaman de izquierda, ya sea socialdemócratas o radicales, retroceden por debilidad, por desconcierto o por incapacidad para elaborar alternativas.
En ese contexto, creo, se hace cada vez más claro que estábamos en lo cierto los militantes de izquierda que durante el gobierno de Néstor Kirchner, comprendiendo las características de la etapa, resolvimos respaldarlo franca y decididamente.
No voy a enumerar ahora paso por paso los notables avances registrados desde 2003, con la conducción de Néstor primero y de Cristina después, porque todos ustedes los conocen bien. Baste decir que ellos van desde el regreso del Estado a su papel de garante de los intereses de los trabajadores y de los derechos las minorías discriminadas, hasta la defensa de la independencia nacional frente al capital financiero, desde la plena vigencia de los derechos humanos hasta la integración con los pueblos hermanos de la región.
No es un dato menor el hecho de que el sujeto social que apoya y sostiene al gobierno es la masa crítica ideal para seguir encarando las transformaciones que aún están pendientes en nuestra sociedad. Sin embargo, en el complejo dispositivo político al que debe apelar el gobierno, que incluye destacadamente al Partido Justicialista, conviven sectores que se identifican como parte de un peronismo de izquierda, nacional y popular, como la propia Cristina Fernández de Kirchner, con otros ligados a expresiones más conservadoras, y aun otros francamente reaccionarios y oportunistas, que si bien es cierto que cada vez con menor influencia, tienen aún alguna gravitación.
Precisamente por eso, la etapa que vivimos es propicia para que la izquierda argentina asuma un rol protagónico dentro del proyecto popular. Pero del mismo modo que la dirigencia del Partido Socialista oficial, otras fuerzas y agrupamientos de militantes de izquierda no lo han comprendido así. Por el contrario, han preferido sumarse al conglomerado de facciones opositoras, todas ellas enemigas de las causas populares y democráticas.
En el caso particular de los socialistas, tuvimos que elegir entre subordinarnos a esa conducción a nuestro juicio extraviada o construir una herramienta política propia que preservara nuestra identidad peto que nos permitiera obrar en la dirección que creemos acertada. De allí que lanzáramos la Unidad Socialista para la Victoria. Pero me consta que no solamente los socialistas nos rebelamos contra arraigados prejuicios ideológicos y contra erradas lecturas de la realidad, para tomar la decisión de respaldar activamente a los gobiernos de Néstor y de Cristina.
Miles de compañeros comunistas, radicales forjistas, humanistas, intransigentes, independientes, han hecho su propio proceso de reflexión y autocrítica y han hecho suya la convicción de que el lugar de la izquierda está en la participación activa en el proyecto nacional, popular y democrático en curso.
En ese sentido, estoy convencido de que ha llegado el momento de dar un nuevo paso.
Un nuevo paso que consiste en reunir todas esas fuerzas fragmentadas, que aportan por separado al esfuerzo común. La militancia y el compromiso de cada uno son absolutamente necesarios y bienvenidos, pero no son suficientes. Los enemigos del progreso social seguirán enfrentando por todos los medios a cada medida que apunte a consolidar y a profundizar el camino que estamos recorriendo. Los éxitos alcanzados, y las formidables victorias electorales deben servirnos de aliento pero no llamarnos a engaño. Los obstáculos que hay y que habrá que superar son muy grandes.
Necesitamos esa herramienta política que potencie nuestros esfuerzos aislados, sin ahogarlos con estructuras burocráticas. Un frente que reúna a todas las fuerzas y militantes, procedentes de historias y tradiciones diversas, pero igualados en la certeza de que estamos en el rumbo cierto para avanzar hacia una sociedad justa. Que sirva como centro de atracción, visible y sólido, para todos aquellos compañeros que potencialmente son de los nuestros pero que no hallan una referencia política que los convoque. Un espacio por el que circulen las ideas y el debate, sin limitaciones ni censuras, pero con un compromiso fuerte con el proceso de cambios. Esa sería nuestra gran contribución al sostenimiento de un proceso de avanzada en un mundo en que la justicia retrocede. A ese esfuerzo los convoco.

Por Jorge Rivas. Diputado Nacional por Unidad Socialista para la Victoria. FPV.