viernes, 20 de junio de 2008

Apreciaciones

Hoy viernes 20 de junio -entre los recordatorios por el día de la bandera, fecha en que se recuerda la figura de Manuel Belgrano (quien entre otras cosas creó la máxima insignia patria, aunque su obra no se agota allí, pues fue uno de los más férreos luchadores por la soberanía nacional)-, por la mañana los grandes medios de comunicación hicieron un aporte más a la convivencia social, interpretando los hechos a su medida, viendo la mitad del vaso vacío. En este caso, descontextualizaron las palabras del ex presidente de los argentinos y actual conductor del Partido Justicialista. Un periodista de Las Parejas, sur de la Provincia de Santa Fe, sacó al aire (en radio y televisión) un audio donde Néstor Kirchner allá por diciembre del 2002, en plena campaña electoral, durante un acto dicha localidad se había manifestado en contra de las retenciones al sector agropecuario (en ese entonces estaban en el 10%, ahora alcanzan el 44%) que aplicaba el gobierno de Eduardo Alberrto Duhalde, quien actualmente se expresa a favor de la eliminación de dicho mecanismo regulador de la economía. Los dichos del ex mandatario patagónico datan de una etapa en la cual el país estaba saliendo de una tremenda crisis institucional, cuyos grandes beneficiarios habían sido el sector financiero, los grandes bancos, y las empresas de servicios públicos en manos del capital extranjero. Era la patria financiera lo que se había caído a pedazos, y por ende, a los funcionarios y al gran empresariado no le quedaba otra opción que volver a hablar de un modelo productivo, donde los actores más importantes debían ser el agro y la industria. Estos fueron los aliados de Duhalde. El “campo” volvió a crecer gracias a la devaluación, a un dólar alto que permitía la reanudación de las exportaciones como eje central de la actividad, generando abundantes ganancias para el sector, algo que empezó gradualmente de menor a mayor en el 2002. Por aquel momento, las clases rurales empezaban a salir del pozo en el que las había dejado la sequía productiva de los años noventa, y un diez por ciento en las retenciones se ajustaba a la realidad. Empero, hoy no podemos decir lo mismo, cinco años y medio después, el sector incrementó su bienes y su renta. El monto actual a las retenciones se condice con el margen de beneficios que obtienen los ruralistas como resultado del precio de sus productos, sobrevaluados por la crisis alimentaria mundial.
En consecuencia, lo que decía Kirchner en diciembre del 2002 puede ser cuestionado si tenemos en cuenta el contexto, partiendo de la premisa de que el Estado siempre debe intervenir para proteger el mercado interno. De aquello a la fecha, en la Argentina hubo un alto crecimiento ininterrumpido de la macroeconomía y el segmento que más se vio favorecido fue el rural, en especial la oligarquía terrateniente anclada en la región pampeana y las multinacionales sojeras, aunque los tan defendidos pequeños y medianos productores no se quedaron atrás. Si cincuenta hectáreas (que es lo que posee por lo general un productor denominado chico) valen aproximadamente un millón de dólares, entonces ¡tan mal no les va gorditos! En consonancia, ¿hasta cuándo seguiremos haciendo referencia a la supuesta condición de pequeñez de estos propietarios ya que en comparación con asalariados, trabajadores desocupados y pobres, son gigantes?

Por Mauro Reynaldi

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