Carta abierta a la izquierda argentina 2

En esta ocasión quiero dirigirme particularmente a una persona que aprecio y admiro en demasía, la referencia es para el escritor y periodista Carlos Del Frade. Desde este espacio comunicacional conocido como Al Centro y Adentro, todavía cuesta tratar de entender por qué uno de los investigadores más notables de la ciudad de Rosario ha optado por sostener los reclamos de la Federación Agraria Argentina (FAA). ¿Cómo puede ser que alguien que a lo largo de su plausible trayectoria, siempre del lado de las clases populares, haya elegido seguir el camino de los nuevos emisarios de la derecha vernácula? Seguramente el autor del reciente libro titulado Fútbol, lavado de dinero y poder debe tener sus sanos motivos para tomar partido por los mal llamados pequeños y medianos productores rurales agrupados en la FAA. Aunque, si analizamos más detalladamente lo que viene sucediendo en el campo, podremos comprobar que los intereses de la FAA van en sintonía con los de la Sociedad Rural y las otras entidades de la Mesa de Enlace, no se contraponen. Tal como escribiera Luis Horacio Santucho, del Movimiento Nacional Campesino, en el suplemento económico del matutino Página 12 del pasado domingo: “el modelo agrario transgénico, implantado desde 1996 en que se habilitaron para su comercialización las primeras semillas de Soja RR, ha provocado una fuerte agriculturización en las mejores tierras de nuestro país con fuertes desplazamientos y desalojos de las poblaciones campesinas, de la ganadería y de otras producciones como la apicultura, la artesanía y otras formas de producción relacionadas con el manejo sustentable del medio ambiente. Todo ello con el objetivo de implantar un modelo industrial de agricultura sin agricultores. A ello se debe agregar el grave daño a la salud y a la tierra de las comunidades campesinas que son fumigadas indiscriminada e impunemente con los agrotóxicos que acompañan el cultivo de las semillas transgénicas, provocando en forma masiva enfermedades de piel y respiratorias, cuando no leucemias, malformaciones, abortos y enfermedades terminales”. Santucho señala que la expansión del modelo sojero ha generado los desalojos de los campesinos y el achicamiento de sus posesiones. Tanto la FAA como las otras corporaciones empresariales del agro son cómplices de este proceso.

Venimos acompañando los postulados del Proyecto Sur, cuyos integrantes han combatido el terrorismo de Estado y sufrido el exilio en la década del setenta y vienen luchando contra la miserabilidad neoliberal instalada a principios de los años noventa. Ergo, sabemos que es un emprendimiento político y social que recién comienza y todavía le falta mucho para llegar a ser una opción de gobierno con posibilidades reales. Tuvo un destacado papel en los comicios de octubre del año pasado, pero aún tiene que lidiar con estructuras partidarias de prácticas clientelísticas que están fuertemente enraizadas en todo el país, y no le conviene mezclarse con el resto de la denominada oposición política que lo único que busca es desgastar al Poder Ejecutivo para de ese modo cobrar un poco del protagonismo que el voto popular le negó.
Querido compañero Carlos Del Frade, -seguidor de esa tradición periodística en la cual podemos enumerar a autores como Mariano Moreno, Roberto Arlt, Arturo Jauretche, Rodolfo Walsh, Osvaldo Bayer, entre otros-, es una lastima que se lo escuche del lado de personajes como nuestro nuevo héroe nacional, sobretodo muy “federalista”, Alfredo De Angeli quien también estaría por lanzar su propio libro ensayístico cuyo nombre sería Desabasteciendo por un sueño, inminente best seller de lectura obligatoria en todas las escuelas y universidades del país.
Creemos, de acuerdo con la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que a los problemas de la democracia se los combate con más democracia, y para ello se necesita más política, pero por sobre todas las cosas se requiere mayor participación de la sociedad civil y de las instituciones estatales para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía. Sin la intervención del Estado nunca podrá haber bienestar social. No le podemos dejar al omnipresente señor De Angeli que nos gobierne o nos diga cómo se debe administrar la cosa pública, no debemos cederles a los tiburones el manejo de la economía. La FAA ya no es la del Grito de Alcorta de 1912. Los verdaderos chacareros explotados son los que están reunidos en el Movimiento Nacional Campesino, quienes viven en las provincias más empobrecidas y se oponen al monocultivo de soja. De ellos no hay una sola mención en los medios de comunicación masiva (sean pequeños, medianos o grandes), en cambio sí tenemos que escuchar hasta el cansancio las quejas de Eduardo Buzzi, alguien que tanto en su prepotencia como en sus relaciones políticas cada día se parece más a ese ex dictador que se escribe con doble S.
Desde este medio impulsamos un llamado al debate de los sectores del campo popular, del cual Carlos Del Frade es un cabal representante, en torno a la defensa y fortalecimiento de la democracia sabiendo que países vecinos como Bolivia y Ecuador están pasando por una situación similar con intentos de desestabilización y atentados a la institucionalidad democrática.
Vivimos tiempos difíciles, sin embargo, pensamos que en la actualidad se presenta la posibilidad concreta de la unidad latinoamericana, producto de gobiernos populares surgidos de las urnas que están recorriendo senderos próximos a bifurcarse, siempre y cuando no prosperen los golpistas encubiertos, ya sean fans del lockout, secesionistas o caceroleros coquetos tan demandados por los multimedios.
Por Mauro Reynaldi
Licenciado en Comunicación Social de la UNR