¡Córtenla con los cortes!

Los chacareros acaudalados han vuelto a las rutas. Cansados de contar los billetes en sus chacras, sacaron una vez más a relucir su rabia anti K. En realidad, estaban extrañando las cámaras de televisión y la vorágine mediática que representan los shows de sus piquetes paquetes. Había que decorar los caminos con las 4x4.

Es comprensible, los guerreros de la soja están preocupados por la caída del precio de la dorada oleaginosa. Están aburridos y no se les ocurre qué hacer con tantas hectáreas. Añoran la época del menemato y de la diversión aliancista donde todo el esfuerzo lo hacía el capital financiero. Ahora, los políticos usurpadores que manejan el país, mediante su extremo izquierdismo, impulsaron la reforma agraria que dejará a los De Angeli, Buzzi, Miguens, Llambías, pools de siembra, en las ruinas. Es muy probable que, si todo sigue así, nos quedemos sin “Campo”, sin Iglesia, sin Patria. Como lucidamente expresara la señora de los almuerzos televisivos, “se vino el zurdaje”. Hay que agregarle, llegó para quedarse.
El “torito” Alfredito de Entre Ríos señaló que “la medida de fuerza (Nota: nosotros a eso llamamos lockout patronal) de seis días responde al ‘malestar’ de la gente”. Claro, los pobres necesitados como él, la están pasando muy mal, no tienen las monedas suficientes para llegar a fin de mes. Este nuevo “paro” es, según la voz de los humildes empresarios rurales, el comienzo de un largo viaje: el destino es las Islas Caimán. Falta todavía tres años para octubre del 2011, un referéndum revocatorio del mandato presidencial es visto con buenos ojos gauchócratas, aunque aún no se animan a lanzarlo públicamente. Ellos siempre “respetan” el accionar de las instituciones. Nunca van aflojar en sus demandas hasta que se haga justicia campestre. Adoran tanto la democracia como sus pares separatistas bolivianos.
Sin embargo, no todo lo que brilla es soja. Con el cese del comercio de granos, los dirigentes agrarios está vez están más cerca de perder que de salir triunfantes, como fuera con el rechazo legislativo de la resolución 125. En esta oportunidad es muy probable que gran parte de la ciudadanía que acompañó sus quejas, ahora no lo haga y tenga puesta la mirada en la crisis financiera internacional. El bolsillo siempre está primero y las modas pasan. La soja no lo puede todo y los sojeros se han vuelto monótonos, ya suenan monocordes. Su gracia ya fue. ¡Córtenla! Continúen atragantándose con sus yuyos. Están llenos de tierra, hasta la tienen adentro de sus cabezas, y de veras que se nota mucho.

Por Mauro Reynaldi