Miserias

¿Por qué aún gran parte del grueso de la clase media (ya sea urbana o rural) argentina sigue siendo menemista?
A decir verdad, todavía están impresos, como arraigados, los valores de la cultura menemista en la conciencia de los argentinos. Muchos continúan creyendo que nuestro destino es similar al de países tales como Australia, Canadá, España, Finlandia, por citar algunos ejemplos que aparecen a menudo en discursos de los pensadores de la ideología liberal dominante. Claro, aunque se mueren por soltar a los gritos que deberíamos ser como los estadounidenses. Quienes creen ver nuestro futuro en sintonía con las mencionadas naciones, olvidan u obvian la geografía y la historia de la República Argentina. No reconocen el mestizaje y la idiosincrasia propia de los habitantes de la región sur del continente americano. Mal que les pese a algunos seres “superiores” que caminan las calles del Río de La Plata, tenemos más que ver con los uruguayos, paraguayos, bolivianos, chilenos, que con los ciudadanos del norte europeo. Aquí han gobernado caudillos, carecemos de nobleza. ¡Que pena! Sin embargo, si el caudillo hace todo lo que le indican los hombres de fundaciones “democráticas” como CEMA, FIEL, LIBERTAD, etc., entonces brindemos con champagne y paladeemos exquisitas pizzas. Total, mientras les garanticemos a los sectores medios de la sociedad que pueden ir de Shopping y pagar en varias cuotas, felices se sentirán.
El individualismo y la mezquindad están presentes en amplias capas de la población. Estas siguen acríticamente las voces que se manifiestan compulsivamente en los Multimedios comunicacionales. Ninguna medida del gobierno nacional, por más benigna que sea para el conjunto de la ciudadanía, será aplaudida por dichos estratos sociales. Se ha vuelto a imponer en la sociedad civil un discurso único que descalifica todas las acciones de la Presidenta de la Nación en pos de la recuperación de la absoluta autonomía del Mercado. A la vez, que reaparecen sujetos que le han hecho bastante daño a la patria (¿les suenan: Ricardo López Murphy, arancelador de la universidad pública; Domingo Cavallo, ministro de la dictadura y de la convertibilidad; Eduardo Duhalde, responsable político de los asesinatos de Darío Santillan y Maximiliano Kostecki, sigue la lista?).
Al kirchnerismo no le queda otra alternativa que izquierdizarse si no quiere acabar como la Alianza prófuga del clamor popular. Enfrentar a los poderes fácticos apoyándose, previo llamado a la participación activa, en la voluntad popular. Hay que mirar lo que está aconteciendo en Bolivia, Ecuador y Venezuela para afianzar la unidad latinoamericana y dar la pelea ante el Imperio tecno-comunicacional, conjuntamente con nuestros amigos coterráneos. Por este motivo, hay que frenar los intentos destituyentes, que aún persisten en las clases dominantes criollas y se expresan en las quejas de sus títeres que juegan el rol de comunicadores y periodistas “independientes”.

Por Mauro Reynaldi