Después del prolongado conflicto campestre, el Gobierno intenta reafirmarse para afrontar lo que será un duro 2009. Las elecciones legislativas que se avecinan muestran por el momento (difícil que cambie en el corto plazo), al sistema político fragmentado en múltiples partes. El kirchnerismo ha sufrido bajas durante este año, aunque vaya paradoja, positivas en su mayoría de cara al armado del frente popular que tanto anhelan en Casa Rosada. Los restos del duhaldismo, que se encontraban en las filas del oficialismo, eran un estorbo importante que imposibilitaba proseguir el rumbo iniciado en mayo del 2005. La pérdida valiosa que han sentido los pingüinos es el alejamiento del movimiento Libres del Sur. Era un de las alas izquierdas del Frente para la Victoria, que exigía profundizar con las reformas sociales en pos del mejoramiento de vida de las clases populares.
El matrimonio Kirchner se halla en la encrucijada de tener que sumar sectores para los próximos comicios, sin perder la línea política elegida hace ya más de un lustro. Cuenta a su favor con la capacidad de liderazgo que representa la figura de Néstor Kirchner, pero aún carece de la fuerza necesaria para poder asociar a todo el centroizquierda, que todavía no logra ubicarse en el nuevo mapa político que configuró la crisis producida por el levantamiento del empresariado agrario.
La oposición hace aguas por todas partes. Da lo mismo escuchar a Carrió, Macri, Barrionuevo, Chiche Duhalde o a los fósiles radicales. No hay propuestas, solamente puestas en escena para paparazzis. Jorge Rial y Viviana Canosa se harían un festín con todas las barrabasadas que escupen los dirigentes mencionados. El arco opositor está tan fragmentado que, a lo único que puede aspirar es a debilitar, fogoneando, el mandato de Cristina Fernández de Kirchner.
El panorama pintado muestra que las ideas brillan por su ausencia, los días corren y la carrera electoral se vuelve cada vez menos atractiva para la ciudadanía.
Las cuestiones básicas son: ¿Cuánto podrá dar el kirchnerismo para reencontrarse con las capas medias de la sociedad que le vienen negando su apoyo desde la última votación presidencial a la fecha?, ¿cómo hará para reencausar el proyecto nacional y popular sin incluir en su elenco a todo el campo popular, especialmente a su núcleo más combativo? Y ¿hasta dónde llega el espíritu democrático y participativo de la población?
Por Mauro Reynaldi
El matrimonio Kirchner se halla en la encrucijada de tener que sumar sectores para los próximos comicios, sin perder la línea política elegida hace ya más de un lustro. Cuenta a su favor con la capacidad de liderazgo que representa la figura de Néstor Kirchner, pero aún carece de la fuerza necesaria para poder asociar a todo el centroizquierda, que todavía no logra ubicarse en el nuevo mapa político que configuró la crisis producida por el levantamiento del empresariado agrario.
La oposición hace aguas por todas partes. Da lo mismo escuchar a Carrió, Macri, Barrionuevo, Chiche Duhalde o a los fósiles radicales. No hay propuestas, solamente puestas en escena para paparazzis. Jorge Rial y Viviana Canosa se harían un festín con todas las barrabasadas que escupen los dirigentes mencionados. El arco opositor está tan fragmentado que, a lo único que puede aspirar es a debilitar, fogoneando, el mandato de Cristina Fernández de Kirchner.
El panorama pintado muestra que las ideas brillan por su ausencia, los días corren y la carrera electoral se vuelve cada vez menos atractiva para la ciudadanía.
Las cuestiones básicas son: ¿Cuánto podrá dar el kirchnerismo para reencontrarse con las capas medias de la sociedad que le vienen negando su apoyo desde la última votación presidencial a la fecha?, ¿cómo hará para reencausar el proyecto nacional y popular sin incluir en su elenco a todo el campo popular, especialmente a su núcleo más combativo? Y ¿hasta dónde llega el espíritu democrático y participativo de la población?
Por Mauro Reynaldi
6 comentarios:
No confundirse con los gracas clase mierdosos. Desesabilizaban a los K cuando no había crisis. Ahora cuidan sus bolsillos, como siempre, dejaran que sigan los K.
A no desilucionarse muchachos!!Se fueron los duhaldistas pero quedaron ratificados en sus puestos después de las elecciones los próceres Porreti, Ishi, Aldo Rico, Granados, Curto y toda ese buen ejemplo de hacer política que se preocupan por que los vecinos tengan seguridad, transparencia y mas oportunidades. Con este plantel tienen centro izquierda y redistribución de lo ajeno para rato.
PD: lástima que murió Vanrel, sino estaría seguro en la lista del FPV en Santa Fe.
El horizonte informativo de Johnny es Crítica, cada vez que opina utiliza los argumentos que leyó a la mañana el el diario de la vedette del Maipo
Cualquier medio informativo es mejor que el Compromiso, pagina12, de los cuales uds seguramente se nutren.
PD: a veces leo perfil.com tambien
Johnny estamos muy agradecidos por tener cotidianamente tus comentarios. Seguimos la misma línea política. Juntemonos para acabar con la tiranía K, que vuelva el Estado de derecho y la libertad de expresión. El kirchnerismo corrompe a todos los periodistas independientes y lava las cabezas de los ciudadanos decentes. Ya no hay más seguridad. Los derechos humanos son para los choros. Así no se puede, que regrese De la Rúa o Angeloz.
Abrazos Cumpa.
Mauro
ACYA
Si, seguro que asociándose con Rico dan una buena señal para reencontrarse con las capas medias. Además seguramente va a servir de mucho para reencausar un proyecto nacional y popular progresista.
Decis que se sacaron el lastre del duhaldismo? Y Diaz Bancalari, Pichetto, Ruckauf y los impresentables del conurbano qué son? Hubiera sido preferible mantener contenido (con nada) al ex gobernador Solá, un tipo con mucha mejor llegada, pero no, el "estratega" de Kunkel decidió putear a Sola y darle el visto bueno a Rico por unos votos en San Miguel.
Que visión mezquina, Dios mío! Y eso que no soy creyente...
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