lunes, 25 de mayo de 2009

Ciclos

El 25 de mayo de 2003 asumía la presidencia de la Nación, Nestór Carlos Kirchner, tras el abandono cobarde del depredador de las ilusiones del pueblo argentino: Carlos Saúl Menem, quien se bajara del ballotage para evitar la paliza que le anunciaba la mayoría de las encuestas. La campaña electoral del ex mandatario neoliberal fue financiada en ese entonces por el actual candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, el empresario Francisco De Narváez.
Con el gobierno de Kirchner el país empezó a salir del ahogo generado, intensamente, durante más de una década a causa del reinado del neoliberalismo. Argentina retomó cierta autonomía para decidir sobre sus políticas y así, entablar lazos con nuestros vecinos latinoamericanos, países que han pasado por los mismos torbellinos que nosotros y que tienen necesidades similares a las nuestras.

De 2003 a 2005, el kirchnerismo gobernó con relativa tranquilidad, consiguiendo llevar adelante sus políticas tendientes a la recuperación de la dignidad nacional e institucional, como fueron: la reapertura de los juicios a lo militares genocidas del periodo 1976-83; la renovación de la Corte Suprema de Justicia; el alejamiento de los salvajes de traje del Fondo Monetario Internacional en relación al constante monitoreo de nuestra economía, lo cual sintoniza con las mejoras de las condiciones laborales para un importante sector de la población; y las expectativas depositadas en la integración regional.

A partir de fines del 2005, después de la salida del Ministerio de Economía de Roberto Lavagna y con el avance de la derecha en Capital Federal, el gobierno de Nestór Kirchner comenzó a sufrir seriamente el embate de las grandes corporaciones mediáticas y el vuelco de la opinión pública de la clase media, la cual había acompañado sus primeras iniciativas, sobretodo en lo concerniente a Derechos Humanos y al reordenamiento de la Justicia y de la Economía.

En el 2007, el kirchnerismo optó por Cristina Fernández como candidata a Presidenta y tuvo que enfrentarse principalmente a una campaña mediática que le negaba el triunfo en primera vuelta,

mientras elevaba la "alta" popularidad de Elisa Carrió en todo el territorio nacional, haciendo suponer el inevitable ballotage. Finalmente, el neoconservadurismo de Maurico Macri obtenía la jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, empero Lilita saldría segunda en la carrera presidencial, casi compartiendo ese lugar con Roberto Lavagna, quien encabezara la lista del radicalismo. Cristina casi duplicó en voitos a la chaqueña y al ex ministro duhaldista, pero eso no impidió que los emporios comunicacionales volvieran al ruedo y se montarán contra la embestidura de la Jefa de Estado.

El año pasado, el conflicto que generó el lanzamiento desprolijo de la Resolución 125 puso al Gobierno de CFK permanentemente en jaque. Los agrogarcas, propietarios de la Pampa Húmeda, salieron al cruce de las políticas gubernamentales que proponían distribuir porciones (mínimas) de la extraordinaria renta del sector rural, enriquecido tras la devaluación del peso desde el año 2002. Los grandes medios de comunicación, o sea, la visibilización del poder Económico, se dieron su banquete, tuvieron alto protagonismo, desgastando más que la figura presidencial, el orden democrático. Es decir, fogoneando la voluntad popular.

Ya este año, en plena rienda electoral con miras al 2011, el oficialismo y la oposición se lanzan con todo lo que tienen, que a decir no es mucho. La calidad del quehacer político es cada vez más pobre, las ideas y propuestas brillan por su ausencia. El macrismo insiste con que el ciclo kirchnerista se acabó, lo cual significa que concluyó la mera posibilidad de intentar que el Estado cumpla con su rol de organizador de la sociedad, como reparador de las desigualdades sociales, distribuyendo equitativamente las riquezas para el bienestar de toda la población. Sin embargo, son los espejitos multicolores que vendió el modelo de organización neoliberal lo que ha llegado a su fin. Pues, la dictadura del Mercado ominipresente demostró que ha llevado a las ruinas a las naciones "subdesarrallodas" como las nuestras y ha finalizado con el bienestar de las sociedades del llamado "Primer mundo". La miseria que reproduce la barbarie capitalista se refleja claramente en las distintas expresiones del arco opositor. El establishment se divierte sabiendo que debilitando aún más al ya vulnerabilizado kirchnerismo, el modelo de concentración y exclusión volverá a florecer como en los noventa. Recortes presupuestarios, ajustes en los sueldos de los trabajadores, incrementando el desempleo y la pobreza, es el panorama que desean los dueños del país.

El ciclo K cumplió 6 años, le quedan por lo menos 2 más, si se respeta el funcionamiento de la democracia. Con sus aciertos y errores viene tratando levemente de sacar a un país que fue arrojado al abismo que produjó el ciclo neoliberal, el cual no está sepultado todavía, amaga con volver teñido de "republicanismo", "transparencia institucional", "nueva política", etc. Los sectores dominantes, pocos afectos al andamiaje democrático, quieren cerrar el proceso kirchnerista lo antes posible. Mientras tanto, el Gobierno con sus testimoniales va en busca de retener el aire suficiente para paliar la nueva crisis del capitalismo. Para contener a los sectores postergados por el sistema. Sin sobrarle nada, el kirchnerismo aparece como la opción más progresista que puede darse la sociedad argentina. En tanto la izquierda, no hay ciencia que pueda precisarnos bien qué es, sigue habitando en el desierto.
Por Mauro Reynaldi

3 comentarios:

johnny monsanto dijo...

Mauro, donde estuviste en el 2002?Fuiste a hacer un intercambio a Pyonyang?No te enteraste que el trabajo sucio no lo hizo Néstor, sino un tal Remes Lenicov?Te falta memoria Pibe, los K no se calentaron nunca ni por los derechos humanos ni siquiera tuvieron nada que ver con el "modelo". El gabinete de Kirchner era en un 50% el mismo de Duhalde. cuando el tuerto empezó a manejar la economía envalentonado por el triunfo de las legislativas del 05 empezó la inflación, posteriormente controlada por Moreno.

Pancho dijo...

Johnny, vos por más gorila que seas, sos el más menemista de todos papi

Al centro y adentro dijo...

Johnny no creo que Duhalde y Remes se hayna preocupado tanto por el bienestar de nuestro pueblo. De hecho la devaluación asimétrica duhaldista fue un desastre, no teníamos ni siquiera monedas. Los K pese a sus limitaciones, empezaron a sacar a este país de las ruinas, pero aún falta mucho, y la oposición quiere volver a esos años de penurias y miserias generalizadas. Falta una fuerza política decidida a llevar adelante los dráticos cambios que hay que hacer para ir en la misma dirección que van Chávez en Venezuela, Evo en Bolivia y Correa en Ecuador.

Saludos.
Mauro