BEAUFORT (Israel, 2007)
Dirección: Joseph Cedar - Int.: Oshri Cohen, Itay Tiran.
Dirección: Joseph Cedar - Int.: Oshri Cohen, Itay Tiran.
Por unos minutos, los telediarios israelíes han olvidado la situación de Sderot -la ciudad asediada.
por el lanzamiento de cohetes Kassam- y el férreo bloqueo a los palestinos en la Franja de Gaza. Por unos minutos, se ha hablado solo de cine y de una película 'Beaufort', nominada a los Oscars en la categoría de mejor película de Habla No Inglesa. Por unos minutos, una buena noticia. Hacía 23 años que una obra israelí no recibía tal honor y por eso incluso la rueda de prensa del director y actores ha sido retransmitida en directo.
Basada en el libro 'Si existe un cielo', de Ron Leshem, sobre el miedo y los dilemas de jóvenes durante el servicio militar obligatorio israelí el filme fue presentado en el Festival de Cine de Berlín donde obtuvo el premio al mejor director convirtiéndose luego en un éxito de crítica y público. A pesar de ser la séptima vez que un filme israelí resulta nominado a los Oscars, llega a los mismos de rebote, ya que la primera seleccionada, "La Banda nos Visita" fue descalificada porque más de la mitad de sus diálogos estaban hablados en inglés.
La película relata los últimos momentos de la fortificación 'Beaufort', en el sur del Líbano, antes de la retirada de los soldados israelíes en mayo del 2000 luego de 18 años de ocupación. Los temores, las experiencias y sobre todo la sensación de "inutilidad" de defender una base cuando todos ya saben que va a ser abandonada.
Cedar emplea un buen sentido del espacio y recursos actuales -mirada distanciada, colores deslavados- para retratar una situación no muy diferente a las trincheras de la primera guerra: aburridos del encierro y sin poder entrar en combate, los hombres viven el miedo de morir en un repentino ataque de mortero o misiles por parte de Hezbollah. Sin embargo, en Beaufort no se ve al enemigo -"porque no lo hay, puesto que eso no es lo importante"- ni hay grandes escenas bélicas. Es una película centrada en los rostros de los soldados y las relaciones entre ellos, la alegría al recibir la orden de retirada y la esperanza de llamar, de una vez, a casa y decir que salieron vivos. La guerra es moderna -hay imágenes en que los soldados parecen más astronautas que soldados-, pero el sinsentido es el mismo. Al final permanece la idea de futilidad inherente a toda película anti-bélica. La postura de Beaufort es valiente, sobre todo ante la reanudación del conflicto en Líbano el año pasado.
Basada en el libro 'Si existe un cielo', de Ron Leshem, sobre el miedo y los dilemas de jóvenes durante el servicio militar obligatorio israelí el filme fue presentado en el Festival de Cine de Berlín donde obtuvo el premio al mejor director convirtiéndose luego en un éxito de crítica y público. A pesar de ser la séptima vez que un filme israelí resulta nominado a los Oscars, llega a los mismos de rebote, ya que la primera seleccionada, "La Banda nos Visita" fue descalificada porque más de la mitad de sus diálogos estaban hablados en inglés.
La película relata los últimos momentos de la fortificación 'Beaufort', en el sur del Líbano, antes de la retirada de los soldados israelíes en mayo del 2000 luego de 18 años de ocupación. Los temores, las experiencias y sobre todo la sensación de "inutilidad" de defender una base cuando todos ya saben que va a ser abandonada.
Cedar emplea un buen sentido del espacio y recursos actuales -mirada distanciada, colores deslavados- para retratar una situación no muy diferente a las trincheras de la primera guerra: aburridos del encierro y sin poder entrar en combate, los hombres viven el miedo de morir en un repentino ataque de mortero o misiles por parte de Hezbollah. Sin embargo, en Beaufort no se ve al enemigo -"porque no lo hay, puesto que eso no es lo importante"- ni hay grandes escenas bélicas. Es una película centrada en los rostros de los soldados y las relaciones entre ellos, la alegría al recibir la orden de retirada y la esperanza de llamar, de una vez, a casa y decir que salieron vivos. La guerra es moderna -hay imágenes en que los soldados parecen más astronautas que soldados-, pero el sinsentido es el mismo. Al final permanece la idea de futilidad inherente a toda película anti-bélica. La postura de Beaufort es valiente, sobre todo ante la reanudación del conflicto en Líbano el año pasado.
Martes 26 de mayo, a las 22 hs.
99 FRANCOS (Francia, 2007)
Dirección: Jan Kounen - Int.: Jean Dujardin, Jocelyn Quivrin.
Dirección: Jan Kounen - Int.: Jean Dujardin, Jocelyn Quivrin.
Octave (Jean Dujardin) domina el mundo: como publicista, lo que él decide hoy, es lo que los demás veremos mañana. Para él, «el hombre es un producto igual que los demás». Octave trabaja para la agencia publicitaria más importante del mundo: Ross & Witchcraft, alias “La Ross”. Está lleno de dinero, chicas y cocaína y pese a todo duda de sí mismo.
Dos hechos van a cambiar el rumbo de su vida. Su romance con Sophie, la empleada más guapa de la agencia y una reunión con Madone en su propia sede: una gigantesca empresa de productos lácteos a la que quiere venderle un spot publicitario. De pronto, al genial Octave se le cruzan los cables y decide rebelarse contra el sistema que él mismo ha creado, boicoteando su mayor campaña.
Entre París donde negocian los directores de agencias y Miami donde se rueda un spot sobre un antidepresivo, entre Saint-Germain-des-Prés y una isla perdida de Centroamérica, ¿cómo podrá Octave evadirse de su cárcel dorada?
Basada en el bestseller homónimo de Frédéric Beigbeder, el filme nos muestra de forma sincera y con un lenguaje cinematográfico exquisito la vida dentro del mundo de la publicidad, obteniendo como resultado una crítica feroz llena de humor negro.
Dos hechos van a cambiar el rumbo de su vida. Su romance con Sophie, la empleada más guapa de la agencia y una reunión con Madone en su propia sede: una gigantesca empresa de productos lácteos a la que quiere venderle un spot publicitario. De pronto, al genial Octave se le cruzan los cables y decide rebelarse contra el sistema que él mismo ha creado, boicoteando su mayor campaña.
Entre París donde negocian los directores de agencias y Miami donde se rueda un spot sobre un antidepresivo, entre Saint-Germain-des-Prés y una isla perdida de Centroamérica, ¿cómo podrá Octave evadirse de su cárcel dorada?
Basada en el bestseller homónimo de Frédéric Beigbeder, el filme nos muestra de forma sincera y con un lenguaje cinematográfico exquisito la vida dentro del mundo de la publicidad, obteniendo como resultado una crítica feroz llena de humor negro.
MIERCOLES 27 de mayo, a las 20 hs.
EL DESTIERRO (Rusia, 2007)
Dirección: Andrei Zvyagintsev - Int.: Konstantin Lavronenko, A. Baluyev.
Dirección: Andrei Zvyagintsev - Int.: Konstantin Lavronenko, A. Baluyev.
Premio Mejor Actor, Festival de Cannes 2007.
PRE-ESTRENO
Éste es el segundo largometraje de Andrei Zvyagintsev, un señor que cuenta sus películas por zarpazos emocionales, por historias que en un principio parecen dramas exclusivamente introspectivos y que luego se desvelan también tangibles y morales. Es cierto que es preciso un cierto esfuerzo para retener su nombre, pero sin duda merece la pena. Su primera película, "EL REGRESO", obtuvo el León de Oro en Venecia en 2003 mientras que este, su segundo filme resultó seleccionado para el prestigioso Festival de Cannes, donde sería galardonado con el Premio al Mejor Actor.
En la mejor tradición del cine ruso de Tarkovsky, Zvygintsev construye un sólido guión que tiene la forma de ese rompecabezas que intentan reconstruir en una escena los niños de la pareja protagónica. Un film lírico, profundo y emocionante, basado en el relato del escritor armenio William Saroyan, que nos hace pensar en Dostoievski por su modo de mostrar el sentido trágico de la vida en el alma rusa.
Desde las primeras y sugestivas imágenes en una zona industrial urbana, pasamos a una casa de campo y a la tranquila y misteriosa naturaleza a donde llega a pasar unos dias una pareja con sus dos hijos. Ella le confiesa que está embarazada y que el hijo no es de él. El marido, hombre hosco y violento, que tiene un hermano aparentemente delincuente, duda entre matar a su mujer o proponerle el aborto y perdonarla. La meseta rusa, los campos y los bosques en una región agrícola sirven de marco a esta inquietante tragedia. Un sorpresivo final nos hará entender las verdaderas razones del comportamieno de unos y otros. Un excelente casting de actores rusos como Konstantin Lavronenko y la maravillosa actiz noruega Maria Bonnevie, cuya interpretación nos hace pensar también en el mejor cine nordico de Ingmar Bergman.
Resulta curioso que coincidiera en Cannes con "Luz silenciosa" y con "4 meses, 3 semanas, 2 días" porque esta "Izgnanie" parece ser el puente entre ambas. El destierro al que nos conduce el director ruso tiene mucho de dilema sentimental, de ese enfrentamiento ético y moral de la relación de pareja al que también suscribe la obra maestra de Reygadas y al mismo tiempo nos lleva también por los parajes de la fragilidad de la vida y la muerte con frío talante como en la obra de Mungiu.
Zvyagintsev sigue otorgando un papel fundamental a la composición de la imágen, al plano abierto en un nítido y esplendoroso fondo visual de nuevo fotografíado con enorme talento por su colaborador Mikhail Krichman. El realizador de nuevo nos muestra el drama de nuestra fragilidad, lo facilmente que se derrumban nuestros castillos de arena y lo dificil que en ocasiones es ver que en realidad ya se cayeron hace mucho tiempo. En definitiva se trata de un filme potente que busca en la profundidad y saca petroleo dramático.
En la mejor tradición del cine ruso de Tarkovsky, Zvygintsev construye un sólido guión que tiene la forma de ese rompecabezas que intentan reconstruir en una escena los niños de la pareja protagónica. Un film lírico, profundo y emocionante, basado en el relato del escritor armenio William Saroyan, que nos hace pensar en Dostoievski por su modo de mostrar el sentido trágico de la vida en el alma rusa.
Desde las primeras y sugestivas imágenes en una zona industrial urbana, pasamos a una casa de campo y a la tranquila y misteriosa naturaleza a donde llega a pasar unos dias una pareja con sus dos hijos. Ella le confiesa que está embarazada y que el hijo no es de él. El marido, hombre hosco y violento, que tiene un hermano aparentemente delincuente, duda entre matar a su mujer o proponerle el aborto y perdonarla. La meseta rusa, los campos y los bosques en una región agrícola sirven de marco a esta inquietante tragedia. Un sorpresivo final nos hará entender las verdaderas razones del comportamieno de unos y otros. Un excelente casting de actores rusos como Konstantin Lavronenko y la maravillosa actiz noruega Maria Bonnevie, cuya interpretación nos hace pensar también en el mejor cine nordico de Ingmar Bergman.
Resulta curioso que coincidiera en Cannes con "Luz silenciosa" y con "4 meses, 3 semanas, 2 días" porque esta "Izgnanie" parece ser el puente entre ambas. El destierro al que nos conduce el director ruso tiene mucho de dilema sentimental, de ese enfrentamiento ético y moral de la relación de pareja al que también suscribe la obra maestra de Reygadas y al mismo tiempo nos lleva también por los parajes de la fragilidad de la vida y la muerte con frío talante como en la obra de Mungiu.
Zvyagintsev sigue otorgando un papel fundamental a la composición de la imágen, al plano abierto en un nítido y esplendoroso fondo visual de nuevo fotografíado con enorme talento por su colaborador Mikhail Krichman. El realizador de nuevo nos muestra el drama de nuestra fragilidad, lo facilmente que se derrumban nuestros castillos de arena y lo dificil que en ocasiones es ver que en realidad ya se cayeron hace mucho tiempo. En definitiva se trata de un filme potente que busca en la profundidad y saca petroleo dramático.
Cine Club Rosario - España 401
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