El aumento salarial a los docentes de la provincia santafesina no es socialista

Mientras el gobierno nacional anuncia la asignación universal por hijo de $180 mensuales para las familias pobres, de padres desocupados o subocupados (es decir, para los sectores más damnificados por el modelo socioeconómico neoliberal), el gobierno “socialista” de la Provincia de Santa Fe les vuelve a negar un aumento salarial a los trabajadores públicos del ámbito de la docencia. Los docentes, que no suelen gozar de altos ingresos - como sí lo hacen los "humildes" productores rurales de la pampa húmeda, a quienes el gobernador Hermes Binner, el senador nacional Rubén Giustinianni y el intendente rosarino Miguel Lifting, ponderan patrióticamente- vienen luchando por una mejora salarial que se corresponde con el arduo laburo cotidiano de la enseñanza pública, baqueteada en las últimas décadas por el neoliberalismo.

El proceso de embrutecimiento e idiotización que produjo este sistema en general, pero haciendo hincapié en las clases populares, fue acompañado por la precariedad en las condiciones del dictado de clases y la baja remuneración de la labor docente. Empobrecer para domesticar las conciencias fue el blanco de las políticas neoliberales, donde gobernaba la ley de la selva: la educación para los más pudientes. O sea, la gente de clase media y de media- alta. A la educación pública la podemos ubicar en la intemperie, a años luz de los buenos resultados obtenidos hasta hace no más de cuarenta años atrás. Siendo el ejemplo a seguir para el resto de los países latinoamericanos. La educación como el espacio de la inserción social y cultural. Donde los ciudadanos se ciudadanizan, es decir, adquieren noción de sus derechos y obligaciones como sujetos activos de la comunidad a la que pertenecen. Todo esto fue destruido durante los años noventa, época del esplendor neoliberal.

Para recuperar los altos niveles alcanzados en el ámbito educativo durante el siglo pasado, hace falta más presupuesto, lo cual significa darle más recursos a los docentes y a las escuelas, universalizando el ingreso de los niños y jóvenes de todos los estratos sociales sin distinción de clases, pero favoreciendo principalmente a los más necesitados.

Los magistrados con sus huelgas están haciendo valer sus derechos. Su lugar en la sociedad. Es justo que pidan más y le exijan al gobierno provincial que sea socialista con los trabajadores y no con los capitalistas, tal como lo es. Binner y su equipo no pueden argumentar que les faltan recursos, porque los poseen. Este es uno de los distritos más providente del país.

El gobernador debería copiase del Poder Ejecutivo de la nación, para así tender a la integración de todos los santafesinos. La educación pública es un tema central para el desarrollo y la inclusión social. Entonces, sus artífices, quienes laburan insaciablemente día a día por el bienestar de la juventud, deberían ser mejor recompensados. Su actividad es trascendental para el progreso cívico. Para emigrar de la barbarie del capitalismo prebendario e ir hacia un estado de justicia social. La educación es uno de los pilares de ésta. Por ende, nunca va a ser un gasto, sino una inversión.

El gremio docente AMSAFE hace bien en pelear por sus intereses. Hace valer sus justos derechos con los paros programados para esta semana y la próxima, los días jueves 5, viernes 6 (en escuelas públicas y privadas), martes 10 y miércoles 11 (por ahora sólo en las públicas).

A la gobernación estas medidas de fuerza le vienen bien para replantearse su lugar dentro del campo popular, si es que efectivamente quieren ser parte del mismo o prefieren estar del lado de la catastrofista Elisa Carrió. Negándoles el aumento salarial a los docentes parecen encolumnarse en las filas del conservadurismo, del mismo modo que lo hace Mauricio Macri en la ciudad autónoma de Buenos Aires.

Por Mauro Reynaldi