La cadena corporativa de desinformación masiva nos cuenta que en el Senado de la Nación, tras la conformación de las comisiones, el kirchnerismo "sufrió una dura derrota a manos de la oposición". A partir del inicio de la actividad parlamentaria 2010, el arco opositor tendrá a su cargo en la Cámara Alta la dirección de trece de las veinticinco comisiones. Se suponía que podía llegar a ocurrir esto después de conocerse los resultados electorales del 28 de junio del año pasado. Lo que se confirma ahora es que toda la derecha se puede juntar sin hacerle asco a nada. Ahí los tenemos a Menem, Carrió, Solá, Giustiniani, Juez, Reutemann, Rodríguez Saa, Morales, y siguen las firmas. Este rejunte y crecimiento de los opositores dentro del Congreso no fue por motus propio sino por los desaciertos del gobierno nacional, que además de magnificar a su rival, tropieza con actos que contradicen su impronta nac & pop, como sucede en el hecho de estar más preocupados por saldar la deuda con el exterior que hacerlo con los habitantes del país. El oficialismo quiere "volver a los mercados" (nueva versión del típico eufemismo que utiliza la derecha, "estar integrados al mundo"), lo que significa cumplir con los ordenamientos del poder financiero internacional. Así, el Gobierno ha quedado atrapado en la lógica neoliberal que tanto cuestiona. Hasta, paradójicamente, pareciera a simple vista para cualquier persona no tan ducha en el tema, que la oposición está corriendo por izquierda al kirchnerismo en torno a los decretos para cancelar los vencimientos en el pago a los acreedores extranjeros.
Evidentemente, el Gobierno le ha cedido la iniciativa a los sectores más conservadores de la política criolla. Está cometiendo errores que conciernen a su desacertado análisis de la realidad política argentina. Es obvio que toda la oposición se va a aglutinar y poner todos los palos en la rueda que pueda con tal de no dejar que el Gobierno logre sus objetivos. Esto es más claro que el agua mineral, la derecha no tiene otra meta que devolverles el país a sus dueños, gobernar para los ricos y poderosos como lo hizo desde el año 1975 con el rodrigazo hasta el 2003, cuando Eduardo Duhalde terminó su breve mandato como presidente interino. Sin embargo, este aglutinamiento debería ser visto como una buena noticia para los miembros del Frente para la Victoria, pues, los grupos opositores no tienen discurso propio ni mucho menos propuestas superadoras. Su andar es un pastiche de habladurías que acentúan el vacío de ideas que impera también en los medios de comunicación y en toda la trama política nacional.
Al kirchnerismo no le tendría que molestar ni sorprender que toda la dirigencia opositora se una. En consecuencia, tener a Menem (quien es el principal referente del remate del Estado argentino) en contra, es lo mejor que le puede pasar a la administración presidencial que conduce Cristina Fernández. Esto en cambio, debería ser un grave problema para los seguidores del Acuerdo Cívico y Social, donde habitan los dirigentes "puros" de la República. Aunque en realidad no es otra cosa más que la aclaración de lo que defienden los políticos de la nueva Unión Democrática. Este popurrí bizarro de legisladores que simpatizan con el neoliberalismo es motivo de la avanzada restauración conservadora que quieren imponer los poderes de facto como el establishment y el emporio mediático. Esta derecha, que no ahorra en agravios a la democracia, demuestra en su accionar que la diferencia entre las fuerzas que la componen tienen que ver con las formas y no el fondo. Pero también debemos señalar que si ha incrementado su poder fue gracias a la falta de solidez del kirchnerismo, a esa propensión a caer en asuntos insignificantes tales como si subió o bajó el riesgo país. Es decir, si los mercados amanecen de buen o mal humor.
Caracterizándose por dejarse llevar por la misma lógica que nos sumergió en el abismo, luego de dos décadas y media de gobiernos antipopulares, con excepción de algunos tramos de la gestión de Alfonsín que intentó, sin éxito, acercarse nuevamente al estado de bienestar que viviera la Argentina previo al golpe militar de 1976.
Está en la capacidad de la presidenta de la nación enderezar el rumbo si quiere profundizar un modelo de país más progresista, más inclusivo, con desarrollo e igualdad. Cristina Fernández está, meritoriamente, por encima de la clase dirigente, empero la actitud del Frente para la Victoria de victimarse todo el tiempo y agrandar a la oposición sin construir una fuerza solida, que convoque a todo el campo popular, obstruye y desgasta su mandato. Entonces, al Gobierno le convendría considerar el dicho: Dios le da pan a quien no tiene diente. Mientras el kirchnerismo persista en su encierro, en no ver más allá de Olivos y el Calafate, la oposición continuará ganando espacios, aunque carezca de autenticidad e idoneidad.
Por Mauro Reynaldi
5 comentarios:
En las elecciones presidenciales que finalmente ganó Néstor Kirchner yo voté a Adolfo Bravo y Giustiniani. El gran luchador murió poco después de conocerse los resultados del comicio. Me pregunto qué le diría hoy a Giustiniani si viviese don Adolfo Bravo. Su primer error fue aliarse con Carrió, una tránsfuga.-
Slds. Juan Carlos
Pido disculpas, ya que se trata de don Alfredo Bravo, el gran maestro entrerriano, víctima de la dictadura a quien yo voté en aquella elección.
juan carlos
Coincido en la mayoria de lo que expones pero discrepo en lo referente a no querer pagar la deuda, porque a mi entender, si queremos que haya mas trabajo en lugar de subsidiar pobres tenemos que generar las condiciones para que tanto las empresas como las inversiones se afianzen aca, y eso solo se da si salimos del default y bajamos el riesgo pais, al haber mayor inversion que bien puede ser local que antes se a llevaron a Brasil por ejemplo, habra mas oportunidades de empleo, creo que a muchos que plantean tu punto de vista se les escapa eso.
Si defaulteamos nuevamente estaremos a merced de las directivas internacionales para insertar nuestra produccion afuera y asi ingresen divisas al pais, para que acepten nuestras condiciones debemos ser independientes y si somos deudores no somos independientes.
Si no somos independientes solo nos diran bueno ustedes solo hacen soja y al no poder patalear habra que hacer solo soja y los que no vivan de la soja miraran como la vida pasa sin poder subirse al tren, me explico?.
Aca no hay que pensar solo en una unica direccion, hay que ser pragmaticos, no dogmaticos en asuntos que afectan a tanta gente.
Por otra parte ayer la Presidenta dijo que por medio de un decreto se creaba una comision de seguimiento del pago de la deuda.
Hoy un pelotudo dijo esto.
Alfonsín: "Lo que queremos discutir es de qué manera se van a utilizar las reservas"
En Pagina12
puede haber mayor contradiccion?
ayyy muchachos parece q la historia parece q empieza a partir de la creación de sus blogs . Lo parido hasta hoy es lo mejor q dio el campo popular el resto es la intemperie .Rodo
Juan Carlos: Alfredo Bravo fue un verdadero demócrata, un ejemplo de dignidad, que nada tenía que ver con Giustiniani y Carrió. El seguramente hoy tendría una postura similar a la de su compañero Jorge Rivas. Se extraña a Bravo, porque fue un político con mayúsculas, algo muy poco frecuente en nuestra política.
Omar: creo que poner en el tapete el tema de la deuda, y que no se diga nada de la redistribución de las riquezas, es preocupante. Está bien, cumplamos con los tan buenos acreedores externos, ellos que nos quieren tanto y sigamos sin tocar el sistema financiero, sin una reforma tributaria que haga pagar a los que más ganan.
Saludos,
Mauro
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