miércoles, 26 de mayo de 2010

La patria grande

Argentina se vistió de fiesta. Durante el último fin de semana largo, millones de argentinos celebraron los 200 años de la Revolución de Mayo. Dos siglos ya de aquel primer gran grito libertador de Mariano Moreno y Juan José Castelli y la sucedánea constitución de la Primera Junta de Gobierno.
Ayer a la noche una multitud se congregó en el centro porteño para festejar el Bicentenario al calor de los megadesfiles y el clamor popular que rodeó la Avenida 9 de Julio con la presencia de la Primera Mandataria Cristina Fernández junto a sus pares de nuestros países vecinos. Chávez, Lula, Evo, Correa, Mel Zelaya, Lugo, "Pepe" Mujica y Piñera vinieron a acompañar la gran gala popular. Fue un orgulloso acontecimiento latinoamericano organizado por el gobierno nacional para nosotros y nuestros hermanos de la región.
El Gobierno dio amplias muestras de grandeza con estos actos homenajes a los revolucionarios de mayo y a esta historia bicentenaria. Movilizó a las muchedumbres ofreciendo espectáculos de todo color y para todo tipo de público. Hubo música para todos los gustos: rock, folcklore, tango, danzas, latinoamericana. Así, también, desfilaron cineastas, actores, artistas plásticos, escritores, pensadores, etc. Una gran variedad de manifestaciones del arte y la cultura. A diferencia de hace un siglo atrás, en estas jornadas festivas estuvieron invitados todos los habitantes de la nación. Y lo más saludable de estas fechas fue el hincapié que hicieron los organizadores en la Memoria y la búsqueda incansable de Justicia. Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo tuvieron su merecido homenaje al igual que los soldados caídos en Malvinas. De esta forma, la defensa de los Derechos Humanos y las ansias por consolidar el régimen democrático fueron los protagonistas de esta conmemoración. No sucedió lo mismo en la ciudad de Rosario, donde desde el gobierno municipal a cargo de Miguel Lifschitz, pasaron por alto en los recordatorios a los organismos de DD.HH. y a la figura del "Che" Guevara.
El kirchnerismo gozó de la por demás de favorable respuesta del pueblo argentino por su masiva concurrencia. Fue un éxito total que seguramente repercutirá en las elecciones del año que viene. Y por vez enésima, la oposición y la cadena corporativa de medios de comunicación se quedaron sin palabras. El pueblo latinoamericano, que busca su definitiva emancipación, tuvo su momento histórico de reivindicación como sujeto colectivo. La patria se agrandó. Empero, esto es sólo el comienzo. Debemos seguir tendiendo puentes entre nosotros y nuestros cumpas del gran vecindario latinoamericano. Ahora estamos en manos de gobiernos populares, por lo tanto no es descabellado ilusionarse con concretar la anhelada unidad.

Por Mauro Reynaldi


No hay comentarios.: