Un viaje a la Edad Media: cómo viven los futuros curas del Verbo Encarnado
Por Viviana García Sotello
Un joven ex miembro del Verbo Encarnado en San Rafael, Mendoza, se atrevió y contó cómo viven los seminaristas aspirantes a sacerdotes en esa cuestionada institución católica. Un reconocido sacerdote se atrevió y reafirmó estos dichos.
El Verbo Encarnado no ha dejado de ser noticia en los últimos meses, fundamentalmente por los cuestionamientos que su fundador, el sacerdote Carlos Buela, recibió sobre su accionar al frente de la institución. Los hechos por los cuales se acusa a Buela, son investigados por el propio Vaticano por considerarlos “graves y delicados”.
Quisimos conocer más de esta institución que anualmente ordena una gran cantidad de sacerdotes. Así fue como encontramos a un ex miembro de este instituto a quien llamaremos Daniel, por expreso pedido de su parte, ya que teme por las represalias que pueda sufrir.
Daniel ingresó a la congresación en enero del 2008, como tantos otros, como las decenas de jóvenes que así lo hacen, promovidos por una profunda fe hacia Dios. Pocos meses después se fue, espantado y decepcionado por lo vivido en el interior del lugar.
Como en el Medioevo, con señor feudal incluido
“En el Instituto te dan una formación religiosa, la comida y el lugar donde vivir, pero te piden ayuda económica -afirmó Daniel-, esa suma no es fija, pero tenés que obtenerla de alguna manera. El estilo de vida en su interior es muy marcial”.
A Daniel no le asustó tanto la tremenda miseria en la que los noviciados conviven, sino las costumbres “medievales” que allí persisten. “A mi me gustaba la idea de poder celebrar la misa en latín y los cantos gregorianos como era antiguamente, pero hay mucha pobreza en el interior, afirmó nuestro entrevistado, no hay radio, ni televisión, todos duermen en cuchetas triples, no hay dónde poner las cosas personales ni roperos. Nos bañamos con agua fría, cocinamos a leña y hay desprolijidades a tal punto que se nota quiénes tienen un 'buen padrino' que paga por la ropa y la permanencia en el Verbo”.
Sobre este particular Daniel contó que cada seminarista tiene la posibilidad de salir dos veces al año para “conseguir dinero” para mantener su estancia en el lugar. Al obtenerlo son las autoridades del Verbo las encargadas de administrarlo.
Para llegar a ser sacerdote es necesario estar 9 años estudiando en una institución como el Verbo, “pero algunos, con ciertas conexiones, lograban hacerlo en menos tiempo, y eso es una desprolijidad”, aseguró Daniel.
Más allá de las vocaciones y la proliferación de esta fe, las prácticas medievales persisten en esta institucion y el día en el que más se aplican son los viernes. Ahí todos tienen que hacer sacrificios que van desde el ayuno de una de las principales comidas, el almuerzo o la cena hasta la flagelación. En cuaresma el ayuno es total, sólo líquidos se ingieren. Luego, tienen que autoflagelarse con un látigo que tiene tres cuerdas del que cuegan pelotitas o nudos muy fuertes, con eso los novicios deben golpearse la espalda desnuda, tal y como en el pasado se hacía.
Pero esto no termina allí, durante las misas también son obligados a llevar un cinturón con piedras (puede ser en la cintura, en un brazo o en una pierna), debe estar ajustado, lo suficiente para que se sienta la presión y casi el dolor. Eso se debe mantener así durante la misa, se cree que para mantener la concentración en la misma.
Parece increíble leer un relato que nos lleve tan atrás en el pasado, parece una especie de cuento, pero sucede y muy cerca de Mendoza.
Todo este relato nos llevó a preguntarle directamente a Daniel, por qué no quería dar su identidad, quién lo había amenazado o a quién le temía. "Yo al tiempo de irme quise volver, pero no me dejaron, dijeron que mis dudas sobre el Verbo no eran buenas para la Institución, me recomendaron que no me fuera de San Rafael. Yo sé que fue para mantener un ojo sobre mi".
Pero...¿alguna vez te amenazaron o persiguieron?
No, pero hay mucha gente dentro y fuera del Instituto que participa y tiene sus maneras de presionar. Yo no quería que mi familia sufriera consecuencias tampoco.
El silencio de la Iglesia
Quisimos consultar a las autoridades de la Iglesia Católica en Mendoza sobre estas prácticas, pero sólo conseguimos hablar “off the récord” (fuera de micrófono) con un sacerdote de gran prestigio que nos pidió reservas, él, sin conocer a Daniel, nos confirmó sus dichos, incluso comentó espantado cómo es la metodología para convencer a los futuros seminaristas, en donde los chicos son “obligados moralmente y espiritualmente a participar”, por lo cual se los convence de su decisión. “Son sometidos mentalmente para ser parte del IVE, es una especie de lavado de cerebro del cual los jóvenes no pueden escapar”, afirmó el prelado.
Ante la consulta periodística, este sacerdote jamás negó los hechos explicados, es más incluso confirmó que existen varios juicios civiles de las familias de muchos de estos jóvenes por este tipo de sometimiento. Desde esta base el sacerdote se pregunta “ ¿hasta dónde la Iglesia propone e impone su ideología?”.
Qué es el IVE
El Instituto del Verbo Encarnado nació en San Rafael en 1984, cuando la nueva democracia aún formaba un delgado hilo en la historia de Argentina. Su fundador, Carlos Miguel Buela, logró darle forma al Verbo de la mano del obispo León Kruk, un entusiasta de la dictadura militar argentina.
Hoy su ramificación se expande en 37 países de todo el mundo, con por lo menos 1700 integrantes (la mitad de ellos son argentinos) distribuidos en Holanda, Islandia, Nueva Guinea, Papúa, Tayikistán y Kazajastán, hasta Brasil, Ecuador, Egipto, España, Estados Unidos, Filipinas, Palestina, Canadá, Perú, Taiwán, Rusia y Ucrania, entre otros.
Podría decirse que el Verbo Encarnado hoy es un gran “exportador” de sacerdotes y religiosas cuya premisa es promover el ala más conservadora del catolisismo. Se dedican a la solidaridad con otros, incluso el mismo Daniel al describir su función la elogió con esmero, “es muy buena su actividad solidaria en los hogares, o con chicos discapacitados, sin embargo durante la preparación de los sacerdotes, es lo cuestionable”.
El Verbo Ecarnado es una de la congregaciones que más gente logra captar para su formación religiosa. Dos eventos anuales logran reunir más de 2000 personas en cada oportunidad de las cuales por lo menos un diez por ciento siguen su preparación en el IVE (Instituto del Verbo Encarnado). Ambos encuentros se realizan en San Rafael, uno es la Jornada de Jóvenes, dura tres días y se dan charlas de formación católica. En el mismo participan hombres y mujeres desde los 18 años. El otro encuentro es sólo para universitarios, y también se desarrolla en el sur provincial.
Casi 700 argentinos se han formado en ese lugar desde 1990, entre curas y monjas de acuerdo con los datos de la congregación.
En San Rafael al año de su fundación, gracias a una gentil donación se adquirió una pequeña finca en El Toledano, que se destinó a ser la Casa Madre del nuevo Instituto.
Hoy Carlos Buela, el creador de esta congregación, está duramente cuestionado, sobre él pesan fuertes denuncias que el propio Vaticano está investigando por considerarlas “graves y delicadas”. Para tratar de evitar estas denuncias, Buela renunció a principios de mayo al cargo de Superior General del IVE en San Rafael. Aún con esta medida, el Vaticano hoy sigue avanzando con esta investigación, sin que se sepa a ciencia cierta cuándo tomará una decisión sobre la continuidad del funcionamiento del Instituto del Verbo Encarnado.
Daniel dejó el Verbo, aunque su vocación sigue vigente, pero a sus 30 años se da cuenta de que el IVE no es el lugar en donde quiere prepararse para la vida católica. Por ahora, sin trabajo, busca un nuevo horizonte para su vida.
Así promocionan sus actividades en internet
Ver videos del Verbo Encarnado
Por Viviana García Sotello
Un joven ex miembro del Verbo Encarnado en San Rafael, Mendoza, se atrevió y contó cómo viven los seminaristas aspirantes a sacerdotes en esa cuestionada institución católica. Un reconocido sacerdote se atrevió y reafirmó estos dichos.
El Verbo Encarnado no ha dejado de ser noticia en los últimos meses, fundamentalmente por los cuestionamientos que su fundador, el sacerdote Carlos Buela, recibió sobre su accionar al frente de la institución. Los hechos por los cuales se acusa a Buela, son investigados por el propio Vaticano por considerarlos “graves y delicados”.
Quisimos conocer más de esta institución que anualmente ordena una gran cantidad de sacerdotes. Así fue como encontramos a un ex miembro de este instituto a quien llamaremos Daniel, por expreso pedido de su parte, ya que teme por las represalias que pueda sufrir.
Daniel ingresó a la congresación en enero del 2008, como tantos otros, como las decenas de jóvenes que así lo hacen, promovidos por una profunda fe hacia Dios. Pocos meses después se fue, espantado y decepcionado por lo vivido en el interior del lugar.
Como en el Medioevo, con señor feudal incluido
“En el Instituto te dan una formación religiosa, la comida y el lugar donde vivir, pero te piden ayuda económica -afirmó Daniel-, esa suma no es fija, pero tenés que obtenerla de alguna manera. El estilo de vida en su interior es muy marcial”.
A Daniel no le asustó tanto la tremenda miseria en la que los noviciados conviven, sino las costumbres “medievales” que allí persisten. “A mi me gustaba la idea de poder celebrar la misa en latín y los cantos gregorianos como era antiguamente, pero hay mucha pobreza en el interior, afirmó nuestro entrevistado, no hay radio, ni televisión, todos duermen en cuchetas triples, no hay dónde poner las cosas personales ni roperos. Nos bañamos con agua fría, cocinamos a leña y hay desprolijidades a tal punto que se nota quiénes tienen un 'buen padrino' que paga por la ropa y la permanencia en el Verbo”.
Sobre este particular Daniel contó que cada seminarista tiene la posibilidad de salir dos veces al año para “conseguir dinero” para mantener su estancia en el lugar. Al obtenerlo son las autoridades del Verbo las encargadas de administrarlo.
Para llegar a ser sacerdote es necesario estar 9 años estudiando en una institución como el Verbo, “pero algunos, con ciertas conexiones, lograban hacerlo en menos tiempo, y eso es una desprolijidad”, aseguró Daniel.
Más allá de las vocaciones y la proliferación de esta fe, las prácticas medievales persisten en esta institucion y el día en el que más se aplican son los viernes. Ahí todos tienen que hacer sacrificios que van desde el ayuno de una de las principales comidas, el almuerzo o la cena hasta la flagelación. En cuaresma el ayuno es total, sólo líquidos se ingieren. Luego, tienen que autoflagelarse con un látigo que tiene tres cuerdas del que cuegan pelotitas o nudos muy fuertes, con eso los novicios deben golpearse la espalda desnuda, tal y como en el pasado se hacía.
Pero esto no termina allí, durante las misas también son obligados a llevar un cinturón con piedras (puede ser en la cintura, en un brazo o en una pierna), debe estar ajustado, lo suficiente para que se sienta la presión y casi el dolor. Eso se debe mantener así durante la misa, se cree que para mantener la concentración en la misma.
Parece increíble leer un relato que nos lleve tan atrás en el pasado, parece una especie de cuento, pero sucede y muy cerca de Mendoza.
Todo este relato nos llevó a preguntarle directamente a Daniel, por qué no quería dar su identidad, quién lo había amenazado o a quién le temía. "Yo al tiempo de irme quise volver, pero no me dejaron, dijeron que mis dudas sobre el Verbo no eran buenas para la Institución, me recomendaron que no me fuera de San Rafael. Yo sé que fue para mantener un ojo sobre mi".
Pero...¿alguna vez te amenazaron o persiguieron?
No, pero hay mucha gente dentro y fuera del Instituto que participa y tiene sus maneras de presionar. Yo no quería que mi familia sufriera consecuencias tampoco.
El silencio de la Iglesia
Quisimos consultar a las autoridades de la Iglesia Católica en Mendoza sobre estas prácticas, pero sólo conseguimos hablar “off the récord” (fuera de micrófono) con un sacerdote de gran prestigio que nos pidió reservas, él, sin conocer a Daniel, nos confirmó sus dichos, incluso comentó espantado cómo es la metodología para convencer a los futuros seminaristas, en donde los chicos son “obligados moralmente y espiritualmente a participar”, por lo cual se los convence de su decisión. “Son sometidos mentalmente para ser parte del IVE, es una especie de lavado de cerebro del cual los jóvenes no pueden escapar”, afirmó el prelado.
Ante la consulta periodística, este sacerdote jamás negó los hechos explicados, es más incluso confirmó que existen varios juicios civiles de las familias de muchos de estos jóvenes por este tipo de sometimiento. Desde esta base el sacerdote se pregunta “ ¿hasta dónde la Iglesia propone e impone su ideología?”.
Qué es el IVE
El Instituto del Verbo Encarnado nació en San Rafael en 1984, cuando la nueva democracia aún formaba un delgado hilo en la historia de Argentina. Su fundador, Carlos Miguel Buela, logró darle forma al Verbo de la mano del obispo León Kruk, un entusiasta de la dictadura militar argentina.
Hoy su ramificación se expande en 37 países de todo el mundo, con por lo menos 1700 integrantes (la mitad de ellos son argentinos) distribuidos en Holanda, Islandia, Nueva Guinea, Papúa, Tayikistán y Kazajastán, hasta Brasil, Ecuador, Egipto, España, Estados Unidos, Filipinas, Palestina, Canadá, Perú, Taiwán, Rusia y Ucrania, entre otros.
Podría decirse que el Verbo Encarnado hoy es un gran “exportador” de sacerdotes y religiosas cuya premisa es promover el ala más conservadora del catolisismo. Se dedican a la solidaridad con otros, incluso el mismo Daniel al describir su función la elogió con esmero, “es muy buena su actividad solidaria en los hogares, o con chicos discapacitados, sin embargo durante la preparación de los sacerdotes, es lo cuestionable”.
El Verbo Ecarnado es una de la congregaciones que más gente logra captar para su formación religiosa. Dos eventos anuales logran reunir más de 2000 personas en cada oportunidad de las cuales por lo menos un diez por ciento siguen su preparación en el IVE (Instituto del Verbo Encarnado). Ambos encuentros se realizan en San Rafael, uno es la Jornada de Jóvenes, dura tres días y se dan charlas de formación católica. En el mismo participan hombres y mujeres desde los 18 años. El otro encuentro es sólo para universitarios, y también se desarrolla en el sur provincial.
Casi 700 argentinos se han formado en ese lugar desde 1990, entre curas y monjas de acuerdo con los datos de la congregación.
En San Rafael al año de su fundación, gracias a una gentil donación se adquirió una pequeña finca en El Toledano, que se destinó a ser la Casa Madre del nuevo Instituto.
Hoy Carlos Buela, el creador de esta congregación, está duramente cuestionado, sobre él pesan fuertes denuncias que el propio Vaticano está investigando por considerarlas “graves y delicadas”. Para tratar de evitar estas denuncias, Buela renunció a principios de mayo al cargo de Superior General del IVE en San Rafael. Aún con esta medida, el Vaticano hoy sigue avanzando con esta investigación, sin que se sepa a ciencia cierta cuándo tomará una decisión sobre la continuidad del funcionamiento del Instituto del Verbo Encarnado.
Daniel dejó el Verbo, aunque su vocación sigue vigente, pero a sus 30 años se da cuenta de que el IVE no es el lugar en donde quiere prepararse para la vida católica. Por ahora, sin trabajo, busca un nuevo horizonte para su vida.
Así promocionan sus actividades en internet
Ver videos del Verbo Encarnado
4 comentarios:
Dejen de decir estupidecs por favor!!!!!
Cualquier persona en su sano juicio, se da cuenta que esto es una mentira. Pues de ser verdad, estos personajes deberían estar presos y de seguro ya lo estarían.
Además sin testigo, no hay testimonio, digan nombre y apellido y DNI, de los que hablaron, de lo contrario, NO LES CREO NADA.
Carlos REale
Visité la congregación entera: sus casas de formación, sus seminarios, internados, hogares para discapacitados, abuelos, conversé con los padres de curas y monjas y no percibí nada raro. Gente feliz de vivir su apostolado con una gran fe y entrega por su prójimo. Creo que dan un excelente testimonio de lo que son una congregación en este siglo XXI, tan materialista y empobrecido espiritualmente.
Visité la congregación entera: sus casas de formación, sus seminarios, internados, hogares para discapacitados, abuelos, conversé con los padres de curas y monjas y no percibí nada raro. Gente feliz de vivir su apostolado con una gran fe y entrega por su prójimo. Creo que dan un excelente testimonio de lo que son una congregación en este siglo XXI, tan materialista y empobrecido espiritualmente.
Visité la congregación entera: sus casas de formación, sus seminarios, internados, hogares para discapacitados, abuelos, conversé con los padres de curas y monjas y no percibí nada raro. Gente feliz de vivir su apostolado con una gran fe y entrega por su prójimo. Creo que dan un excelente testimonio de lo que son una congregación en este siglo XXI, tan materialista y empobrecido espiritualmente.
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