Escrito por Redacción
Domingo, 05 de Septiembre de 2010
En Argentina la relación entre ambiente y salud recién están en la línea de largada. Sin embargo, los médicos dan cuenta de diversas problemáticas y van tomando posiciones pese a la falta de políticas sanitarias claras emanadas desde el estado. Lo que ayer era una rareza hoy es una práctica habitual que recorre todo el país incluyendo desde los más sofisticados centros de atención hasta las humildes salas de pueblo. Faltan estudios que epidemiológicos que debieran ser encarados por el estado para poder dar cuenta sobre las diversas problemáticas.
La salud tanto en los ambientes rurales como urbanos se ve afectada por distintos tópicos que van atados a los modelos productivos. Recientemente en la provincia de Córdoba en un congreso de médicos se trataron diversas experiencias entorno al ambiente rural. En este sentido los agroquímicos utilizados para la soja y otros cultivos transgénicos están en la mira por distintas afectaciones. En tanto se siga produciendo sin controles, con legislación débil y sin cumplimiento, mucha gente enfermará a causa de la aplicación de los agroquímicos.
Entre otros trabajos se conocieron los realizados por Delia Aiassa y Fernando Mañas que indican que el contacto con estas sustancias, por fumigaciones aéreas, puede generar cáncer, problemas reproductivos y malformaciones en la descendencia.
No hay un único tema de controversia con el sector que no quiere retenciones.
Las consecuencias del modelo productivo están generando toda una revolución, ya no tan silenciada. A los ecologistas se suman investigadores de todas las especialidades que alertan sobre las consecuencias de la utilización indiscriminada de agroquímicos.
Domingo, 05 de Septiembre de 2010
En Argentina la relación entre ambiente y salud recién están en la línea de largada. Sin embargo, los médicos dan cuenta de diversas problemáticas y van tomando posiciones pese a la falta de políticas sanitarias claras emanadas desde el estado. Lo que ayer era una rareza hoy es una práctica habitual que recorre todo el país incluyendo desde los más sofisticados centros de atención hasta las humildes salas de pueblo. Faltan estudios que epidemiológicos que debieran ser encarados por el estado para poder dar cuenta sobre las diversas problemáticas.
La salud tanto en los ambientes rurales como urbanos se ve afectada por distintos tópicos que van atados a los modelos productivos. Recientemente en la provincia de Córdoba en un congreso de médicos se trataron diversas experiencias entorno al ambiente rural. En este sentido los agroquímicos utilizados para la soja y otros cultivos transgénicos están en la mira por distintas afectaciones. En tanto se siga produciendo sin controles, con legislación débil y sin cumplimiento, mucha gente enfermará a causa de la aplicación de los agroquímicos.
Entre otros trabajos se conocieron los realizados por Delia Aiassa y Fernando Mañas que indican que el contacto con estas sustancias, por fumigaciones aéreas, puede generar cáncer, problemas reproductivos y malformaciones en la descendencia.
No hay un único tema de controversia con el sector que no quiere retenciones.
Las consecuencias del modelo productivo están generando toda una revolución, ya no tan silenciada. A los ecologistas se suman investigadores de todas las especialidades que alertan sobre las consecuencias de la utilización indiscriminada de agroquímicos.
Para datos basta saber que en los Estados Unidos las 186 millones de hectáreas destinadas a siembra reciben unas 65.000 toneladas de glifosato al año, mientras que en Argentina con una superficie de siembra de 25 millones se fumigan con 180.000 toneladas de glifosato. O sea, casi tres veces más de herbicidas para una superficie infinitamente menor.
Para la abogada y escribana Graciela Gómez “se trata de un agrocidio”. “Es importante recordar que en junio de 1991, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) clasificó al glifosato como un compuesto clase E (de acuerdo a la EPA, hay cinco categorías de carcinogenicidad), lo que significa que probablemente no es carcinogénico en seres humanos. Por desgracia, el estudio realizado por oncólogos de Suecia en el año 2001 demostró que el glifosato sí puede producir cáncer al sistema linfático. Los resultados del estudio titulado ¿El glifosato es un pesticida no tóxico? fue realizado por el Departamento de Biología y Ambiental de la Universidad de Lodz, Polonia han cambiado la opinión sobre la ‘seguridad’ de este herbicida” explicó Gómez.
Otro estudio del 2007 realizado por científico de la Corporación Universitaria Rafael Núñez de Cartagena, Colombia “La citotoxicidad del herbicida glifosato en células mononucleares de sangre periférica humana” ( Martínez A, Reyes I, Reyes N.) muestran que las formulaciones comerciales de glifosato son más tóxicas que el componente activo en sí.
Por su parte para Lorna Haynes, titular de la Escuela de Ingeniería de Sistemas de la Universidad de los Andes de Mérida, Venezuela y coordinadora de la Red de Acción en Alternativas a Agrotóxicos de Venezuela “la agricultura transgénica no es sostenible”.
Los transgénicos u organismos modificados son creados genéticamente en laboratorio, y sus características iniciales se han alterado mediante la inserción de genes de otras especies, lo cual les aporta nuevas características heredables.
Los alimentos llamados transgénicos son alimentos en cuya elaboración se ha usado algún organismo modificado genéticamente. Puede ser el organismo en sí como en el caso de los granos de maíz, o un alimento derivado de un transgénico, como por ejemplo: la carne y el aceite de soja transgénica, entre otros.
Hoy aún no se sabe cómo influye un gen extraño en el resto del genoma. Para Haynes hay que recalcar que la ciencia genética está en su infancia y no sabemos mucho de las consecuencias de la manipulación de estos genes.
Para el equipo de investigación donde interviene Delia Aiassa, doctora investigadora del Departamento de Ciencias Naturales de la Facultad de Ciencias Exactas Físico-Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Río Cuarto , y Fernando Mañas, doctor y ex becario del Conicet e investigador de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la misma universidad, las conclusiones de la investigación sobre los efectos del glifosato, herbicida comercializado por la multinacional Monsanto como Round-up recaen “en el aumento de daño genético cuantificado mediante los ensayos de aberraciones cromosómicas, micronúcleos y cometa” en ratones de laboratorio y cultivos de tejido humano.
Además, están realizando una investigación donde se evalúa el efecto sobre el material genético de aquellas poblaciones expuestas laboral o involuntariamente a agroquímicos, incluyendo el efecto que estas sustancias tienen en el ambiente. Se trata de evaluar directamente el efecto de los agroquímicos en el material hereditario de personas en contacto con plaguicidas mediante una muestra de sangre en la que se determina el daño genético.
Para los científicos, el trabajo “pone de manifiesto el riesgo que representa la exposición a plaguicida para la salud”.
Ambos integran un equipo multidisciplinario que viene trabajando desde el año 2006 en las localidades cordobesas de Gigena, Marcos Juárez, Saira, Río Cuarto y Las Vertientes, con un enfoque que incluye el estudio del daño genético, el monitoreo ambiental, el estudio sobre la legislación y la intervención educativa en las poblaciones. Por eso participan en los estudios biólogos, veterinarios, abogados y psicopedagogos.
Sus trabajos se publicaron en revistas especializadas en temáticas científicas como Ecotocology and Environmental Safety, de Canadá; Pharmacology and Toxicology, de EE.UU., Theoria, de Chile; Basics and Applied Genetics y Revista de Toxicología en línea, ambas de nuestro país.
Fuente : AAPA - Diario Diagonales La Plata Bs As
Para la abogada y escribana Graciela Gómez “se trata de un agrocidio”. “Es importante recordar que en junio de 1991, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) clasificó al glifosato como un compuesto clase E (de acuerdo a la EPA, hay cinco categorías de carcinogenicidad), lo que significa que probablemente no es carcinogénico en seres humanos. Por desgracia, el estudio realizado por oncólogos de Suecia en el año 2001 demostró que el glifosato sí puede producir cáncer al sistema linfático. Los resultados del estudio titulado ¿El glifosato es un pesticida no tóxico? fue realizado por el Departamento de Biología y Ambiental de la Universidad de Lodz, Polonia han cambiado la opinión sobre la ‘seguridad’ de este herbicida” explicó Gómez.
Otro estudio del 2007 realizado por científico de la Corporación Universitaria Rafael Núñez de Cartagena, Colombia “La citotoxicidad del herbicida glifosato en células mononucleares de sangre periférica humana” ( Martínez A, Reyes I, Reyes N.) muestran que las formulaciones comerciales de glifosato son más tóxicas que el componente activo en sí.
Por su parte para Lorna Haynes, titular de la Escuela de Ingeniería de Sistemas de la Universidad de los Andes de Mérida, Venezuela y coordinadora de la Red de Acción en Alternativas a Agrotóxicos de Venezuela “la agricultura transgénica no es sostenible”.
Los transgénicos u organismos modificados son creados genéticamente en laboratorio, y sus características iniciales se han alterado mediante la inserción de genes de otras especies, lo cual les aporta nuevas características heredables.
Los alimentos llamados transgénicos son alimentos en cuya elaboración se ha usado algún organismo modificado genéticamente. Puede ser el organismo en sí como en el caso de los granos de maíz, o un alimento derivado de un transgénico, como por ejemplo: la carne y el aceite de soja transgénica, entre otros.
Hoy aún no se sabe cómo influye un gen extraño en el resto del genoma. Para Haynes hay que recalcar que la ciencia genética está en su infancia y no sabemos mucho de las consecuencias de la manipulación de estos genes.
Para el equipo de investigación donde interviene Delia Aiassa, doctora investigadora del Departamento de Ciencias Naturales de la Facultad de Ciencias Exactas Físico-Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Río Cuarto , y Fernando Mañas, doctor y ex becario del Conicet e investigador de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la misma universidad, las conclusiones de la investigación sobre los efectos del glifosato, herbicida comercializado por la multinacional Monsanto como Round-up recaen “en el aumento de daño genético cuantificado mediante los ensayos de aberraciones cromosómicas, micronúcleos y cometa” en ratones de laboratorio y cultivos de tejido humano.
Además, están realizando una investigación donde se evalúa el efecto sobre el material genético de aquellas poblaciones expuestas laboral o involuntariamente a agroquímicos, incluyendo el efecto que estas sustancias tienen en el ambiente. Se trata de evaluar directamente el efecto de los agroquímicos en el material hereditario de personas en contacto con plaguicidas mediante una muestra de sangre en la que se determina el daño genético.
Para los científicos, el trabajo “pone de manifiesto el riesgo que representa la exposición a plaguicida para la salud”.
Ambos integran un equipo multidisciplinario que viene trabajando desde el año 2006 en las localidades cordobesas de Gigena, Marcos Juárez, Saira, Río Cuarto y Las Vertientes, con un enfoque que incluye el estudio del daño genético, el monitoreo ambiental, el estudio sobre la legislación y la intervención educativa en las poblaciones. Por eso participan en los estudios biólogos, veterinarios, abogados y psicopedagogos.
Sus trabajos se publicaron en revistas especializadas en temáticas científicas como Ecotocology and Environmental Safety, de Canadá; Pharmacology and Toxicology, de EE.UU., Theoria, de Chile; Basics and Applied Genetics y Revista de Toxicología en línea, ambas de nuestro país.
Fuente : AAPA - Diario Diagonales La Plata Bs As
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