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Empero, yendo al título de esta nota, hay que poner blanco sobre negro, la discusión por el 82 % móvil no le llega ni a los talones a aquella dramática jornada de hace dos años y meses atrás sobre la movilidad en el monto de los derechos de exportación que comprendía la Resolución 125. En ese entonces, se estaban discutiendo dos modelos de nación, de Estado. Sin demagogias de por medio. Ahí se hablaba de redistribuir las riquezas de forma equitativa entre toda la ciudadanía, afectando al sector de la economía que más ganancias obtiene por su producción, el agroexportador. Y hoy, igual que en aquel momento, quienes sonríen son los defensores del neoliberalismo. Las mismas caras están de festejos, mientras se obvian los grandes temas que conciernen al bienestar de la nación. Los proyectos de ley sobre Servicios Financieros y sobre la participación de los trabajadores en el reparto de las ganancias que obtienen las empresas en las que trabajan, tienen más que ver con la justicia social, con la democracia económica que tanto anhelamos quienes queremos un país en serio, y no uno bananero, peor aún, sojero, que fue el que nos dejó este capitalismo depredador desindustrializado al servicio de la especulación financiera.
Seguramente la Presidenta vete lo recientemente aprobado en el Senado de la Nación, y ojalá que volvamos a discutir sobre problemáticas que afectan a toda la población, no al mínimo sector que quiere privilegiar la oposición, porque cuántos jubilados quedarán afuera de este "beneficio" no lo vamos a saber gracias a la cantidad de trabajo en negro y precariedad laboral que aún tenemos en la Argentina.
Y por ultimo, debemos acotar desde estas líneas que el Gobierno exagera señalando que el veto del 82 % móvil vaya a perjudicar su imagen positiva. Con buenas acciones, priorizando la justicia social con medidas redistributivas, seguirá liderando los destinos de la patria y dejando en ridículo a sus adversarios. A no alarmar. Si Cobos es la figura emblemática de la oposición, entonces estamos más que bien.
Por Mauro Reynaldi
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