miércoles, 22 de diciembre de 2010

Juicio y castigo


Hoy sabremos finalmente las sentencias que condenarán a prisión a los criminales de Estado Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez. Si bien estamos esperando que el Tribunal cordobés cumpla su debida función, no deja de llamarnos la atención la cobertura de la cadena privada de medios de comunicación. En vez de llamar a las cosas por su nombre, minimiza lo sucedido en este país entre marzo de 1976 y diciembre de 1983. Este período, mal conocido como Proceso de Reorganización Nacional, no fue otra cosa que el mayor genocidio que cometieron las clases dominantes en este territorio.

Videla y Menéndez no son simplemente ex militares tal como lo quieren mostrar los comunicadores de los grupos Clarín, Infobae, Perfil, La Nación, Telefónica, etc. Estos son dos milicos genocidas. Suena confuso decir que Jorge Videla fue ex presidente de facto, más bien debemos afirmar que fue el golpista que comandó la primera parte del proceso genocida de destrucción nacional. No es un simple facho, sino que fue quien, a través de su liderazgo basado en el terror, puso el país al servicio exclusivo del establishment financiero, aniquilando no sólo la “subversión” sino la industria nacional, el Estado de Bienestar y, obviamente, la armonía social.

También tenemos que señalar que la guerra de la que habla este dictador, "su guerra", fue la ejecución del Plan Condor, programa diseñado por el gobierno de Estados Unidos tendiente a someter, mediante el uso extremo de la violencia física por parte de las fuerzas de seguridad estatales, más aún a países periféricos como el nuestro. No podemos desligar a lo político de lo económico. Estos genocidas tuvieron como objetivo principal imponer el modelo neoliberal, que significa la concentración de la economía en un conjunto de grupos empresariales, entre los que se destacan Clarín y Techint, "casualmente" enemigos del Gobierno. Debemos recordar que este ciclo neoliberal se inició con el "Rodrigazo" de 1975, apadrinado por el accionar terrorista de la Triple A y culminó con el estallido de diciembre de 2001 que dejó más de 30 muertos.

Videla y Menéndez son juzgados hoy junto al resto de sus colegas genocidas no sólo porque vivimos en un régimen democrático sino porque desde hace más de siete años y medio el gobierno nacional recuperó la política. Gracias a la PolitiK hoy las instituciones de la democracia están volviendo a la normalidad y los asesinos van a parar donde les corresponde: la cárcel.

Empero, no tenemos que relajarnos porque los principales autores materiales del genocidio sean apresados. Tenemos que exigir que también paguen los autores intelectuales de esta barbarie. La Justicia debe avanzar sobre la Causa "hijos" de Noble. El Poder Económico de ayer sigue siendo el mismo en la actualidad. El empresariado responsable del proceso genocida, injustamente goza de los privilegios de la democracia. Continúa incrementando sus ganancias, a costa del sacrificio de la mayoría de los argentinos.

Entonces, podremos decir que vivimos en una sociedad justa cuando logremos revertir del todo aquel régimen socioeconómico. Para esto hace falta más y mejor distribución de las riquezas, y mayor fomento y desarrollo de la industria nacional (No del "campo" ni del sector financiero trasnacionalizado).

Por Mauro Reynaldi

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