Mañana se vota en la provincia del Litoral, la gran disputa se dará tanto al interior del Frente Progresista Cívico y Social como del Justicialismo, las dos fuerzas que cuentan con más posibilidades de quedarse con la gobernación santafesina el 24 de julio ya que el tercero en discordia, el Pro, sólo arañaría aproximadamente el 10 % de los votos.
Lo más lamentablemente destacado en esta campaña electoral es la falta de ideas claves y propuestas concretas. Los candidatos se entregaron casi exclusivamente a la "magia" del marketing, a eslóganes superficiales que hablan de mejorar la situación provincial pero no aclaran ni especifican cómo van a hacerlo. Aparece una y otra vez en los discursos el problema de la "inseguridad" pero no se problematiza ni se trata en serio el modelo productivo, de desarrollo e inclusión social que piensan llevar adelante los postulantes a la Casa Gris. La soja sigue siendo la gran diva en este territorio. Monopoliza la producción agraria, impide de este modo la diversificación del cultivo, dañando el suelo y el medio ambiente.
Sin embargo, debemos hacer la salvedad de que se trata de elecciones internas, para las generales y definitivas aún faltan dos meses. Para ese entonces quienes aparecen como los posibles grandes rivales son Antonio Bonfatti del FPSyC y Agustín Rossi por el PJ, según lo que vienen anunciando casi todas las consultoras. Allí comprobaremos si efectivamente hay en disputa dos modelos políticos e ideológicos distintos de gobernar Santa Fe.
Por otra parte, volviendo a lo que pueda llegar a pasar este domingo, no podemos dejar de resaltar la gran conflictividad que se está viviendo dentro del Frente gobernante. Las relaciones entre la UCR y el PS no son muy buenas que digamos. Los socialistas (no en forma oficial, pero sí vía redes sociales y cadenas de e-mails) se pasaron todos estos meses de campaña agraviando y difamando a sus socios radicales. Mismo método que utilizaron en el año 2007 para desacreditar al candidato justicialista Rafael Bielsa. Evidentemente esta alianza entre ambos partidos centenarios se viene caracterizando más por conveniencia en cuanto al reparto de cargos que por una cuestión programática o basada en ideales y convicciones. Sólo basta con ver lo que esta sucediendo en la provincia de Buenos Aires, donde el radicalismo está buscando un acuerdo con el empresario Francisco De Narváez, quien es uno de los principales referentes de la derecha peronista. Algo similar sucede en Rosario, donde el pre candidato a intendente por la UCR, el concejal Jorge Boasso tiene una mirada muy crítica de la gestión socialista en este municipio. Los radicales y los peronistas coinciden en que ya son muchos años de gobierno del PS, más de 20, y eso indefectiblemente genera desgaste y falta de entusiasmo en la ciudadanía. Ergo, no extrañaría ver en julio en esta ciudad a los partidarios del radicalismo y el justicialismo votando conjuntamente contra Mónica Fein, la postulante oficialista.
Concluyendo, decimos que esto recién empieza, estamos ante el primer round, esperemos que la decisión de los ciudadanos santafesinos en las urnas, con el nuevo mecanismo electoral de boleta única, sea más transparentes y sincera que el gran despliegue publicitario llevado hasta aquí por los protagonistas, más emparentado con la venta de un producto de consumo masivo al estilo Hollywood que con la realidad que vivimos día a día en esta provincia contaminada y apestada por la soja.
Por Mauro Reynaldi
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