Pese a los argumentos de nuestro Ministro de Agricultura y los personajes que se reúnen en la Bolsa de Comercio Rosarina, los científicos internacionales tratan al modelo sojero como “Agroburrice”: la ignorancia, la estupidez del agro. “El modelo de agronegocios es arcaico, ya que se basa en la exportación de granos, que sirve como materia prima para la fabricación de alimentos para animales de Europa. Si este sector fueron un poco más inteligente, podría producir alimentos y exportar el producto con un valor agregado”. La frase es del ingeniero Mohamed Ezz El Din Mostafa Habib, licenciado en Ingeniería Agrícola y Master en Entomología-Control Biológico, de la Universidad de Alejandría, Egipto, y Doctor en Ciencias Biológicas-Entomología de la Universidad de Campinas (Unicamp). Además de enseñar en la institución, es pro-Decano de Extensión y Asuntos Comunitarios de la Unicamp. Con toda la autoridad para callar a los Barañaos, a los Huergos y a los Fernandez Palma, que se creen dueños de la verdad en los suplementos rurales, donde la mentira más pequeña para el lector es la palabra “sustentable”, algo que ninguno de los tres personajes puede definir. Si el país busca su desarrollo no puede exportar materias primas, energía y agua. La soja en su producción, gastó al menos 200 litros de agua en Brasil, que ya ha perdido el 95% del Atlántico, más del 80% de la sabana y el 20% de la selva amazónica. Las “externalidades” del Dr Walter Pengue en nuestro país, son esas, las que los tres sujetos supra citados no reconocen, niegan y no incluyen en sus cuentas de las retenciones. Se va el agua dulce, se va el fósforo, se va el suelo fértil y la vida de la gente fumigada. Sin embargo los muertos son “riesgos que hay que asumir” porque hay que abandonar el discurso apocalíptico. Esta última frase es muy jocosa viniendo de quien viene ya que parece que el Ministro recibió un Invap en el cerebro, pero no tecnológico. La revista semanal de Brasil IHU On-Line del Instituto Humanitas Unisinos de la Universidad de Vale do Rio dos Sinos, tiene estas interesantes entrevistas que describo y que no puedo evitar por analogía, trasladar el análisis a nuestras pampas. Wanderlei Pignati es graduado de la Universidad de Brasilia, especialista en Salud Pública de la Universidad de São Paulo, Master en Salud Ambiental de la Universidad Federal de Mato Grosso, Doctor de Salud Pública en la Escuela Nacional de Salud Pública de Oswaldo Cruz con la tesis de los riesgos, peligros y vigilancia de la salud en el área de desarrollo de los agronegocios en el Mato Grosso. Partició en el estudio de la contaminación de las aguas y en una encuesta en el municipio de Lucas do Rio Verde, Mato Grosso do Sul, donde hace cinco años hubo un gran accidente de contaminación por pesticida. “Un litro de herbicida se diluye en 100 litros de agua para hacer el jarabe y el spray. Una parte va a luchar contra lo que se denomina "plagas", una parte va a la tierra, y otro se evaporará en el aire. Otra se condensa y se va a la lluvia, y entre ellas se encuentra en las aguas subterráneas. Esto es lo que deja residuos en el agua potable o agua de ríos, arroyos y tendrá un impacto en la salud de los animales y los seres humanos”. “El debate es muy amplio. Las intoxicaciones agudas por plaguicidas, han aumentado considerablemente. Las excepciones se producen en los casos como intento de suicidio o envenenamiento deliberado. Pero el gran problema es la intoxicación crónica, que ocurre en las dosis de exposición bajas durante meses o años. Después de un largo período de tiempo, pueden causar problemas tales como el cáncer, la glándula tiroidea no controlada y el sistema neurológico y la diabetes. Una de las causas de la enfermedad de Parkinson se asocia con el efecto acumulativo de los plaguicidas. Sordera, disminución de la agudeza visual y otros trastornos neurológicos también son comunes, como en la exposición en los primeros tres meses de embarazo, los defectos de nacimiento pueden ocurrir. El glifosato es el plaguicida más consumido, hay clorados que son más persistentes, como el endosulfán, y luego está la atrazina liberados para su uso en los cultivos. Hay que recordar que los fungicidas, cuando se utiliza para combatir la roya de la soja se encuentra en la misma agua que los demás nombrados. Cuando las mujeres producen leche para amamantar a su hijo, el pesticida líquido está en su composición. Esto es porque la leche se compone de grasa 2 a 3%. "Como si eso no fuera bastante espantoso, el médico insiste en que es imposible asegurar completamente el uso de pesticidas. Incluso si se utilizan equipos de protección personal para los trabajadores que hacen las aplicaciones en los campos". -“El uso de agroquímicos completamente seguro es imposible. Los pesticidas penetran en la membrana mucosa de la piel, ojos, oídos de la gente, incluyendo la respiración. Si el trabajador para aplicar este producto está vestido como un astronauta tiene más protección . Esto se debe a la eficiencia del filtro químico es de 80 a 90%, y las moléculas de los nuevos plaguicidas que la eficiencia disminuye aún más ya que hay algunas que penetran en la máscara de filtro. El efecto puede tardar entre cinco y diez años para hacerse sentir” concluyó Pignati. Leticia Rodrigues da Silva es gerente de evaluación de Anvisa y manifestó: "Las personas que trabajan en agencias del gobierno han hecho todo lo posible para evaluar, regular y controlar estos productos. Sin embargo, tenemos muchas debilidades. En los EE.UU que es el segundo mercado más grande de los plaguicidas en el mundo, las agencias de protección del medio ambiente tienen 800 empleados para evaluar los productos plaguicidas. En Brasil, sin embargo el Ministerio de Agricultura y Anvisa no sume el total de 80. Es pequeño el número de estudios sobre pesticidas, especialmente epidemiológicos y la exposición de los trabajadores. No hay líneas de financiación de la investigación, también juega para la entidad pública la responsabilidad de recopilar los datos de los daños que estos productos están causando. Este proceso invierte el principio de precaución, ya que las empresas deben asegurarse de que su producto tiene toda la seguridad y el regulador no tiene que demostrar que podían causar daños. Esta es una limitación de la ley. Sin embargo, la gran mayoría de los proyectos de ley desde 1989 hasta la fecha han sido para aflojar las reglas de pesticidas y no para que sea más rígida o restrictiva. El otro punto débil es que la ley que rige la cuestión de los pesticidas no se especifica ningún plazo para la renovación de su registro, a diferencia de lo que ocurre con los registros de medicamentos, cada cinco años, se están renovando. En el área de los plaguicidas la única medida en el tiempo es una reevaluación. De acuerdo con el ingeniero Mohamed Ezz El Din Mostafa Habib, es posible desarrollar una agricultura sostenible mediante la gestión del medio ambiente, sin usar pesticidas. Mohamed a firmado junto con otros investigadores, un informe que acusa a Monsanto de saber hace más de 30 años, que el herbicida Round-Up causa malformaciones congénitas. “Mi carrera comenzó en 1964. Así que tengo 47 años de experiencia. Durante este período, he investigado los efectos negativos de los plaguicidas sobre la salud y el medio ambiente en los países agrícolas. Todas las investigaciones científicas y estudios realizados concluyeron que el mundo necesita saber la realidad de la soja transgénica y los orígenes del glifosato. Hemos realizado pruebas en animales de laboratorio con alimentos hechos de soja transgénica y la soya no transgénica. Observaron efectos negativos en el desarrollo de los ovarios y el sistema reproductivo de los animales. Por lo tanto, la soja transgénica, debe ser retirada inmediatamente. La investigación transgénica debe seguir desarrollando técnicas más seguras para la salud y el medio ambiente. También es necesario revisar el impacto del glifosato. La ciencia ha demostrado que el concepto de la agricultura convencional, el monocultivo, para tomar toda la complejidad del mapa de vegetación que existía y sustituirlo por una sola cultura no es sostenible. Hoy en día, la demanda mundial de la agricultura y el nuevo modelo no puede ser dependiente de los fertilizantes ni pesticidas. Debemos invertir en la producción más saludable para el medio ambiente y para el hombre. Es posible hacer uso de los métodos naturales de control biológico, aprovechando la riqueza de la fauna silvestre. Utilizar el control biológico aplicado, el uso de bacterias y hongos. Del mismo modo, existe el concepto de conservación y aumento de la inversión en la diversidad biológica de la propiedad rural. Las empresas tienen un lobby muy fuerte en el Congreso y estamos trabajando contra los intereses nacionales. “Mi preocupación es con la interferencia y la influencia de las multinacionales en el sector público. Eso da miedo, porque la sociedad se basa en estas organizaciones que trabajan directamente contra los intereses nacionales”. El uso de plaguicidas se ha propagado en todo el mundo debido a la presión de las multinacionales. Cuando llegué a Brasil en 1972, pude ver a los vendedores de plaguicidas: los ingenieros agrónomos, recibir un salario por comisión, por lo que más se vende. Este comportamiento, además de ser poco ético, es un crimen, concluyó Mohamed. Algo que en los deberes éticos de los colegiados argentinos es muy claro, sin embargo muchos trabajan vendiendo en Cooperativas y Semillerías. Tal vez los muchachos deberían profesar más seguido la frase del médico Albert Schweitzer: “La ética no es otra cosa que la reverencia por la vida”, algo que se olvidan cuando fumigan a la gente. |
Adriana Arach
CONCIENCIA SOLIDARIA ROSARIO
ONG INTERPROVINCIAL
www.concienciasolidaria.org.ar
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo con Mohamed, tan arcaico es el modelo agrosojero que hasta los chinos vienen a Río Negro a producir la materia prima que alimentará sus procesos industriales. En España, con 5 veces menos recursos que Argentina, te cansas de ver fábricas de pienso que producen con la soja que importan de Argentina y Brasil. Algún economista será capaz de calcular cuantos puestos de trabajo se generan en la agroindustria ajena por cada tonelada de granos que exportamos?
Políticamente, la cuestión también pasa porque no son solamente los agrogarcas, también hay gobernadores y ministros responsables del modelo sojero-transgénico. Si queremos profundizar el modelo tendremos que revisar algunas políticas.
Sí. El problema es que nuestra dirigencia política es cómplice de este modelo explotador. La oposición es socia, y el oficialismo tampoco ha hecho mucho para modificar esto. Argumentan que dependemos de la soja para la entrada de dólares así equilibrar la balanza comercial.
Mauro
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