Seguramente Cristina Fernández de Kirchner será reelecta Presidenta de la Nación el próximo 23 de octubre. Merecido lo va a tener ya que primero su marido Néstor y después ella, del 2007 hasta acá, vienen transformando el país para el bienestar de la mayoría de los argentinos. Argentina está más unida al continente latinoamericano, más soberana y democrática, tras haber padecido casi tres décadas de neoliberalismo feroz. Estos cambios que viene produciendo el kirchnerismo no le resultaron gratuitos, ya que cuenta con el establishment en contra representado en la corporación mediática que comandan los grupos Clarín y La Nación.
Néstor y Cristina, sucesivamente, rompieron los huevos que había que romper para hacer esta tortilla donde está la defensa férrea de los derechos humanos, la lucha por la inclusión y mayor igualdad social, la transparencia en el andamiaje institucional de nuestra democracia, y la integración regional.
Los derechos civiles se parecen ahora más a los políticos y económicos. Esto no sucedió del día a la noche, sino que fue un proceso que llevó su tiempo, promovido por la explosión de la crisis de diciembre de 2001, y que se basó en la puja desde el Poder Ejecutivo contra los poderes de facto (principalmente el económico y el militar).
Estos ocho años de crecimiento de la República con mejoras en la calidad de vida de la sociedad civil, volverán a ser plebiscitados el 14 de agosto y nuevamente dentro de un mes y medio.
El Frente Para la Victoria, viene de ser derrotado por amplia diferencia en Capital Federal y la Provincia de Santa Fe, algo que ya había sucedido hace cuatro años atrás. Por ende, no implica que vaya a repercutir necesariamente en los comicios presidenciales, aunque es un llamado de atención para hacer una autocrítica en esta campaña que viene llevando adelante la fórmula CFK- Amado Boudou. Ver la forma de persuadir a aquellos votantes que no votaron al kirchnerismo en los mencionados distritos y que tampoco lo podrán hacer mañana en Córdoba, ya que el FPV no lleva candidato a la gobernación (la disputa se dará entre tres aspirantes de la derecha a ocupar ese lugar, José Manuel De la Sota emparentado con el peronismo disidente, Oscar Aguad del radicalismo y Luis Juez del Frente Amplio Progresista).
Volviendo a las elecciones pasadas. En la ciudad autónoma de Buenos Aires ocurrió lo que se preveía: Mauricio Macri ganó holgadamente y gobernará con mayoría parlamentaria.
En Santa Fe, en cambio, el kirchnerismo realizó una muy mala elección a la gobernación, pero triunfó en diputados y senadores. La "sorpresa" Miguel Del Sel fue una movida realizada por el ex gobernador Carlos Reutemann para debilitar al Frente Progresista e impedir la victoria de Agustín Rossi. Esa fue la función que cumplió a la perfección el Midachi. Entonces, de cara al 2015, el FPV deberá replantearse si le conviene seguir aliado al Lole. También deberá analizar el futuro del "Chivo", quien tras la disputa en el 2008 por la Resolución 125 quedó estigmatizado como el hombre del Gobierno "anticampo". Por dicha razón recaudó sólo el 22% de los votos el pasado 24 de julio. Rossi ha demostrado ser un soldado fiel al kirchnerismo, sobretodo en los momentos más difíciles de este movimiento, pero no es un candidato que entusiasme al electorado santafesino. No ha logrado seducir, y ha quedado en evidencia su falta de carisma y su poca claridad en el discurso, algo con lo que si contó María Eugenia Bielsa, quien fue la candidata más votada de la reciente elección. La concejala rosarina debería ser la carta a la que tiene que apostar el oficialismo nacional para dentro de cuatros años gobernar nuestra provincia. Tal vez, el actual jefe de la bancada K en la Cámara Baja del Congreso de la Nación deba ser resarcido con algún Ministerio después del 10 de diciembre.
En Rosario era cantado el triunfo amplio del socialismo. Mónica Fein fue la elegida por los rosarinos con más del 50% de los votos, dejando a Héctor Cavallero en el segundo lugar. El "tigre" hizo lo que pudo y tuvo una buena performance superando el 30% de los sufragios, sin embargo, es un político que representa más el pasado que el futuro según la visión de la ciudadanía. El kirchnerismo acá tendrá que aprovechar la destacada aparición del abogado Roberto Sukerman, quien fue electo concejal, fogonearlo y acompañarlo creándole una fuerte estructura para que sea el próximo candidato a intendente de nuestra ciudad.
Hay aún mucho camino que recorrer, pero sería positivo que el kirchnerismo vaya tomando nota y vea que fue lo que hizo bien y también lo que hizo mal. Las campañas y el marketing juegan un rol muy importante en los comicios. Ya lo vimos en la ciudad capital del país y en la provincia del litoral. El Pro y el socialismo saben mucho de esto.
Por Mauro Reynaldi
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