Miércoles 30 de mayo de 2012
Opinión- Revista
Impacto
La polémica parte de un debate mundial. En nuestro país, y puntualmente
en esta región, diversas organizaciones ambientalistas que venían luchando
incesantemente se vieron de pronto respaldadas por hallazgos y posturas
científicas, instalando la discusión en la agenda pública de muchas provincias.
Mitos y verdades donde el remedio supera a la enfermedad.
“Fue ya hace cuatro años, con un
desenlace inesperado, tan inesperado como pretender hoy que los responsables
entiendan o les importe. Todo comenzó con dolores abdominales, hematomas
generalizados en su cuerpito, desgano y tristeza, con mucha fiebre y bronco
espasmos; eran el resultado de sus consultas médicas. Pero ese 12 de febrero de
2008 (luego de varias consultas con pediatras) se lo deriva con urgencia a
Rosario, con un pronóstico de leucemia, corroborado luego por oncólogos
pediatras como: leucemia linfoblástica
aguda (LLA).
La jefa del equipo Dra. M. M. y
sus colaboradoras, preguntaron a su Yaya el lugar de residencia y al
manifestarles “Venado Tuerto”, su contestación fue: “Zona sojera.”
“Hoy nos damos cuenta, luego de mucho
investigar al respecto, su “significado”. Fernandito “Chuky” (*) como le
decíamos, padecía una cruel enfermedad que en el 80% de los casos, es mortal,
pero durante su internación por cuatro meses, cada uno de nosotros dio todo lo
que pudo para su bienestar y restablecimiento. Innumerables estudios diarios,
con un deterioro que día a día se evidenciaba aún más, pese a los esfuerzos por salvarlo, con una esperanza
signada por dos paros cardíacos que
hacen que finalice su sufrimiento y comience nuestra redención, a las 00.10 h
del 8 de junio 2008.
Nuestras lágrimas aún no se secaron, nuestros
corazones se encuentran con él y nuestra cruzada es para que “Yayita, vos que sos inteligentuda, podés
leer y hacer algo para que el cateter no duela tanto”… y en eso estamos Chuky”.
“Fueron los agrotóxicos, el
veneno”.*
Epílogo: por Dra Graciela
Gomez
En Venado Tuerto provincia
de Santa Fe, lejos de buscar una
solución a los 50 mts permitidos por la
Municipalidad para fumigar la soja pegada a las casas, todavía “dudan” con un
cinismo obsceno, por lo bajo, de los cientos de casos de leucemia como la que
se llevó la vida de Fernandito Cáceres
fallecido.
No se puede tapar el sol con un
dedo porque la realidad abruma, pero aún así, queriendo sacar rédito del niño
fallecido, la propuesta del municipio venadense
fue que la Comisión de Vecinales se encargue de estos temas, con la
misma ineficacia que realiza sus otras tareas.
Su coordinador Fernando Mortarini “colgándose” también
del caso de niño, hizo prensa en el diario La
Capital de Rosario en marzo
pasado, anunciándolo con bombos y
platillos, dando datos erróneos sobre distancias que exigían los abuelos para
fumigar, quienes pidieron derecho a
réplica que nunca se les concedió.
Cajonearon el proyecto de
ordenanza que los abuelos acercaron a los ediles y luego se convocó a una
reunión de gatopardismo puro, para
olvidarse del tema nuevamente.
Lo que esconden y no se publica
es que también en Venado Tuerto engrosan
la lista de afectados de leucemia : Mauricio
Acosta, un joven de 19 años, que trabajaba en una semillería, Iara
Villalba de 11 años, que vive a metros de las vías del tren fumigadas con
glifosato, en la misma calle que vivía Fernandito. Iara viaja cada mes a
Rosario a realizarse quimioterapia y las punciones.
Walter Aldana tiene 15 años , vive cerca de los silos de Cargill ,
sigue internado en Buenos Aires hace meses y también recibe quimioterapia. La
lista sigue pero los Concejales y el intendente siguen negando lo que ocurre ,
total cuando muera otra víctima el certificado solo dirá “paro
cardiorespiratorio” y no engrosa ninguna estadística, como las víctimas de
fosfina.
Pensando en esas estadísticas tan
necesarias los abuelos de Fernandito siguen luchando, acercando
propuestas, pero como una burla al intelecto de cualquier ser
humano racional, la solución
brillante como estéril salió del Concejal Socialista Fabián Vernetti :
realizar un censo, que en nada se parece a una estadística de enfermedades, ni
a un sondeo ni a un padrón efectivo que deberían tener realizado los “Nudos”
Socialistas en toda la provincia.
La ordenanza 3877/10 de Venado
Tuerto crea el Consejo Consultivo
Ambiental, pero a dos años de su promulgación aún no fue conformado. Lampedusia pura: “Tratativas pespunteadas de
tiroteos inocuos y después, todo será igual”.-
(*) N. De R.: Esta nota de opinión fue escrita por los
abuelos de Fernando Cáceres (el niño venadense fallecido como consecuencia de la
contaminación por agrotóxicos) Norma Barberis y Carlos Velázquez. luchacontraagrotoxicos@powervt.com.ar,
yayatecuidocuidame@powervt.com.ar
Fuente
Revista Impacto página 13 - Redacción: Lavalle 1118, Venado Tuerto, Santa Fe.
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