sábado, 16 de marzo de 2013

¡Hasta Nunca!


Una muerte que no deja nada, sólo la sensación de falta de justicia, porque sus últimos años los vivió con prisión domiciliaria en vez de haber estado en una cárcel común como el resto de los presos. Murió Alfredo Martínez de Hoz, el primer ministro de la última dictadura cívico-católica-militar. 
El pueblo no lo va a echar de menos. En cambio, las clases dominantes cipayas de nuestro país, probablemente sí.

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