Otra vez eso que muchos llaman “rock” vuelve a tener su festival, ¡otro más!, en este entonces es el organizado por la conocida marca de cerveza (anteriormente orgullo argentino, ahora perteneciente a una empresa brasileña) en la ciudad de Rosario, como sucediera el año pasado. Acaba de pasar el de la gaseosa cola en el Club Ciudad de Buenos Aires, donde se destacaban las visitas de los mexicanos Café Tacuba y los estadounidenses Marilyn Manson, pero más allá de estas presencias, no se produjeron novedades trascendentales. Como viene aconteciendo, o mejor dicho, no está pasando nada interesante en el ambiente rockero, sólo repeticiones sin ideas, nos encontramos con una historia lineal, sin rupturas, falta de aventura, de riesgos artísticos, en definitiva, de creatividad.
El encuentro de dos fechas que se realiza en la urbe rosarina, carece de nombres relevantes, un día cierra la banda jamaiquina The Waillers- obviamente sin sus figuras fallecidas Bob Marley y Peter Tosh, o sea el corazón y el alma del grupo-, quienes ya estuvieron girando por estas tierras en el 2004, y el otro, culmina la jornada el trío Divididos, los cuales llevan más de seis años sin editar disco y tocando las mismas canciones. Una grilla que incluye a los conocidos de siempre, un espectáculo completamente devaluado, que no propone ni brinda cambios de emociones y sentidos. Los productores nacionales y, sobretodo, los rosarinos en este caso, no se juegan por las alternativas a lo convencional, ver qué pasa con otros artistas que no suelen pisar territorio santafesino, podemos mencionar algunos como Daniel Melero, Fantasmagoría, Francisco Bochatón, Leo Garcia, Los Siete Delfines, entre otros. No hay búsqueda, se sigue apuntalando al rock denominado “barrial” o “chabón”. A mi criterio se le tendría que asignar el término “huevón” -le queda mejor, va acorde a su realidad, a su postura, una movida que reproduce musicalmente los postulados menemistas, la complacencia con el sistema capitalista en su versión neoliberal-. Se continúa reproduciendo el discurso único, basado en que no hay otros caminos posibles. El arte de mirar siempre en la misma dirección. Lo que es igual a decir que estamos ante la derechización del arte, o sea, el estancamiento de la creación.
Por Molko Rex
El encuentro de dos fechas que se realiza en la urbe rosarina, carece de nombres relevantes, un día cierra la banda jamaiquina The Waillers- obviamente sin sus figuras fallecidas Bob Marley y Peter Tosh, o sea el corazón y el alma del grupo-, quienes ya estuvieron girando por estas tierras en el 2004, y el otro, culmina la jornada el trío Divididos, los cuales llevan más de seis años sin editar disco y tocando las mismas canciones. Una grilla que incluye a los conocidos de siempre, un espectáculo completamente devaluado, que no propone ni brinda cambios de emociones y sentidos. Los productores nacionales y, sobretodo, los rosarinos en este caso, no se juegan por las alternativas a lo convencional, ver qué pasa con otros artistas que no suelen pisar territorio santafesino, podemos mencionar algunos como Daniel Melero, Fantasmagoría, Francisco Bochatón, Leo Garcia, Los Siete Delfines, entre otros. No hay búsqueda, se sigue apuntalando al rock denominado “barrial” o “chabón”. A mi criterio se le tendría que asignar el término “huevón” -le queda mejor, va acorde a su realidad, a su postura, una movida que reproduce musicalmente los postulados menemistas, la complacencia con el sistema capitalista en su versión neoliberal-. Se continúa reproduciendo el discurso único, basado en que no hay otros caminos posibles. El arte de mirar siempre en la misma dirección. Lo que es igual a decir que estamos ante la derechización del arte, o sea, el estancamiento de la creación.
Por Molko Rex
7 comentarios:
El Quilmes Rock 2007 ratificó la variedad de matices que tiene el rock argentino y la madurez del público para disfrutar lo que más le gusta y tolerar lo que menos lo conmueve... Lastima que vos no tenes madurez para entenderlo...
Viva Molko. Abajo el Quilmes Rock, segúi por esa vía. Hasta la victoria siempre con el Glam Peronismo
Groso Molko, basta de la tiranía del rock cabeza, y de la mentira de lo que sucede en Rosario con la movida musical. Es todo igual, el Personal Fest es el verdadero evento del año, donde tocan bandas con otros discursos y estéticas, que buscan salirse del statuo quo. El que no lo tolera es porque seguro escucha radios como la Red TL, donde se difunde el analfabetismo artístico.
El Quilkmes Rock, fue, ya canso, hay que jugarsélas por otras bandas. Viene bien la vuelta de Soda para contrarrestar estos festivales porongas.
Viejo me parece que sobre gustos no hay nada escrito, ademas preferible que haya algo aca en la ciudad aunque no le guste a todo el mundo (hay gente que no hay una que le venga bien)y no que todo pase por Buenos Aires
Sobre gustos está todo escrito. El ser humano escribe siempre sobre gustos, sobre los propios o ajenos. Es loable que se realicen espectáculos en Rosario, pero estaría bueno que se priorice la calidad y la búsqueda de novedades, no apuntar a lo que ya se encuentra establecido. Uno espera un público más crítico, menos pasivo. Y esta ciudad es una reproducción bizarra de lo que pasa en Buenos Aires (donde tampoco pasa mucho, algo que reconocen los propios músicos).
con ese sobrenombre no se t puede tomar enserio y menos rockanroleramente hablando,asi q aguante el Piti Alvarez y la 25.
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