martes, 15 de julio de 2008

Ser o no ser (usado) esa es la cuestión


Se ha comentado y escrito mucho sobre los dos actos programados para hoy en Capital Federal. Uno del “Campo” y otro del “Gobierno”. El primero en zona norte, el segundo en zona sur. No obstante, el sentido común (al cual, sobretodo en esta ocasión, hay que oponerle el gramsciano sentido crítico) viene describiendo dichas convocatorias según la lógica binaria usado- no usado. Ergo, los manifestantes que asisten al evento ruralista son ciudadanos libres con su conciencia limpia y clara (son los arquetipos del liberalismo vernáculo). En contraste, los individuos que participaran de la convocatoria hecha por el actual titular del PJ, Néstor Kirchner, son llevados y usados por el Gobierno Nacional. Aunque lo más lamentable, según dicha concepción, es la concurrencia de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo. Pues, a ellas “el kirchnerismo las está usando, las manipula”. Esto significa que los déspotas del oficialismo, con sus ya clásicas actitudes autoritarias, han comprado la conciencia de las representantes más emblemáticas de los organismos de Derechos Humanos. Así como cuando se inició el enfrentamiento entre los sectores corporativos del agro y el Poder Ejecutivo Nacional se hablaba, ingenuamente, de que los pequeños chacareros de la Federación Agraria estaban siendo utilizados por los terratenientes de la Sociedad Rural.
Sin embargo, la mirada vulgar mediática no nos brinda la suficiente información sobre quiénes asistirán a las respectivas marchas. No dice nada de la presencia de los integrantes de la Carta Abierta acompañando críticamente las medidas tomadas por la Presidente Cristina Fernández para fortalecer la democracia. En cambio, los multimedios prefieren hacernos el gran favor de recordarnos diariamente que el partido gobernante viene perdiendo adeptos y aliados. La CGT se dividió en dos, y hay varios dirigentes del Partido Justicialista que se “transformaron” en disidentes (como si no lo hubiesen sido desde el principio de la era K).
Hemos llegado hasta aquí por la falta de previsión de los K, pero principalmente a causa de una nueva conformación del espacio político donde la derecha está recuperando su influencia sobre las capas medias. Como sostiene en la última edición de la revista Debate el sociólogo Torcuato Di Tella: “Es posible que el Gobierno no haya medido bien su propia fuerza, ni tenido en cuenta su heterogeneidad, en el momento de diseñar su estrategia ante los ruralistas. No sólo la resistencia de esa gente, básicamente compuesta de clases medias rurales y urbanas, resultó ser más fuerte que lo que se pensaba, sino que demostró tener bastante impacto sobre sectores del propio fenómeno peronista. Y de ahí que es previsible que éste siga sufriendo ‘desprendimientos’, que un análisis sociológico debe imputar a la estructura social argentina y no a inconsecuencias o falta de disciplina de la propia tropa (que por ahí no es tan propia)”. Hay que entender, en dirección contraria al sentido común que configuran los medios de comunicación, que estamos ante un nuevo proceso en la región sur del continente americano, por el cual, los intentos gubernamentales de establecer modelos de país de signo nacional y popular son fuertemente rechazados por los poderes fácticos que vienen de antaño. En el caso argentino, volviendo a Di Tella: “Lo que está ocurriendo es la preformación del partido o coalición de la derecha, que sólo puede concretarse robándole partes al peronismo (al radicalismo ya se las sacó), como antes el propio justicialismo en su génesis usó bastantes elementos de la derecha, tanto la del viejo Partido Demócrata como la que imperaba entre elementos nacionalistas, militares y clericales” (Las rupturas periódicas del peronismo, Revista Debate, nro 278).
Veremos cuál de los dos actos será el más colorido, el de discursos grandilocuentes, el que haga coincidir con mayor linealidad el lenguaje con la propia realidad de los actores de una obra a la que todavía le quedan muchos capítulos por representar. Pero no nos pongamos pesimistas, brindemos porque el siempre honesto y frontal Luis Barrionuevo estará bancando y sirviendo la mesa de enlace. En definitiva, al pueblo le gusta comer bien, y que mejor que un dirigente gastronómico de su lado.
Por Mauro Reynaldi
Licenciado en Comunicación Social de la UNR

1 comentario:

Mauri Kurcbard dijo...

Esta buena tu perspectiva, pero creo que todo el post termina sirviendo para constatar que "Hemos llegado hasta aquí por la falta de previsión de los K,".
Este concepto empezo a rondar por algunos blogs, despues de que Verbitski contara algunas partes del encuentro con Carata Abierta.
Me parece que no es asi.Te prometo leer el articulo de Di Tella completo, para tener claro en que contexto lo dice.
De cualquier modo creo que lo importante es que el desgajamiento es a izquierda y a derecha, y atraviesa a toda la sociedad,no solo hacia la derecha. Haces unas buenas observaciones, pero hay un dejo pinosolanista en tu vision.