viernes, 24 de octubre de 2008

Texto y contexto

A raíz de la vergonzosa y descontextualizada edición de un video donde Perón habla de la apropiación, por parte de la Revolución Libertadora, de la caja solidaria de jubilaciones de los trabajadores publicamos el lúcido análisis de Gerardo Gentile un especialista en previsión social difundido por Artepolítica que llegó a nosotros gracias a Eva Row.


Una imagen que vale más que mil verdades

Mucha razón tenía el Sr. Presidente de la Nación Juan Domingo PERON cuando decía …“En 1956 el Estado, acuciado quizá por las necesidades, echó mano de los capitales acumulados por las cajas. Es decir, se apropió de ellos. Para mí, eso es simplemente un robo, porque el dinero no era del Estado sino de la gente que había formado esas sociedades y organizaciones”. Más adelante dice …“He visto un decreto secreto en virtud del cual se le sacaron sesenta y cinco mil millones de pesos para auxiliar a quienes no tenían nada que ver con las cajas de jubilaciones que habíamos creado”.

Las cajas a las que se refiere eran de los trabajadores, inspiradas en principios solidarios y sin fines de lucro, promovidas desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, luego reguladas por el Instituto Nacional de Previsión y administradas por sus interesados. El 90 % de los trabajadores estaban cubiertos por la cajas de “Empleados de Comercio”, “Personal de la Industria”, “Rurales”, “Empresarios”, “Trabajadores Independientes” y “Profesionales Universitarios”.

Sepa usted que el “decreto secreto”, de una de las dictaduras más sangrientas de la historia argentina, “asaltó” o “robó” dichas cajas para financiar pensiones militares y de las fuerzas de seguridad en su conjunto; y a otros fines inconfesables que no vale la pena recordar. Desde luego que el destino de los fondos no tenía que ver con los trabajadores.

Otro robo que hubiera advertido el extinto Presidente fue cuando el ex – Ministro Cavallo, coercitivamente obliga a las AFJP a canjear sus tenencias en títulos públicos y vencimientos de plazos fijos en dólares, por letras de la Tesorería de un Estado al borde del precipicio, hipotecando de esta manera el 70% de los fondos acumulados por los trabajadores.

Por otra parte, debemos preguntarnos por qué las AFJP han invertido, cuando eran libres, el máximo permitido por la ley - 50% - en títulos públicos de un Estado ladrón, ineficaz, inseguro y que “siempre cumple mal”. Si los gerentes financieros de las AFJP hubieran visto el video de masiva y maligna difusión, otras hubieran sido las carteras de inversiones. La respuesta es sencilla: invirtieron en títulos públicos porque era la única manera de mostrar rendimientos extravagantes, tasas reales positivas de más de 20% en dólares, en un país sin inflación. Invirtieron en títulos de un Estado ahogado, que disminuyó las contribuciones patronales, fuente de financiamiento genuino de la transición, para devolverle a las empresas la competitividad perdida por el corsé de la convertibilidad, que según su creador iba a durar sesenta años, pero se desmoronó y con ella los fondos de pensión como subproducto de la misma.

Volviendo al material histórico de excepción, arteramente editado, fragmentado, y de sólo tres minutos de duración, podemos recordar otras enseñanzas y políticas de Estado llevadas a cabo en el exiguo tercer mandato del Presidente Juan Domingo PERON.

Luego de dieciocho años de oscurantismo político, el 25 de mayo de 1973 el general PERON recibía la Secretaría de Seguridad Social con un déficit tres veces superior a las disponibilidades del sistema y además se debía a los jubilados una retroactividad equivalente a un millón trescientos mil haberes mínimos.

Cómo se manejo PERON ante esta situación: “En ciento ochenta días, como dije, el gobierno, trabajando fuerte y con honradez, ha logrado, normalizar las recaudaciones jubilatorias. Ha obtenido recursos genuinos que permiten encarar el futuro de los jubilados y pensionados con una mayor esperanza y seguridad”. Esos recursos genuinos son los aportes y las contribuciones patronales recaudadas y fiscalizadas por el Estado y los trabajadores mediante convenios de corresponsabilidad gremial, que permitieron el pago de retroactividades atrasadas, mejoramiento en los haberes y flexibilidad de acceso a los beneficios, todo en el marco de un Estado y un gobierno concebido para el bienestar del pueblo, algo muy similar a lo ocurrido en los últimos cuatro años de gobierno peronista.

Lamentablemente otro genocidio y latrocinio a los trabajadores se gestó en marzo de 1976, que con recetas neoliberales conciben un Estado que provoca, entre otros, la diáspora del sistema de seguridad social, interviniendo y saqueando a las Obras Sociales de los trabajadores, disminuyendo los haberes de los jubilados y pensionados, generando juicios impagables, eliminando recursos y contribuciones patronales, rasgo común en la concepción de un Estado prebendario y copado por grupos financieros que vuelven a robar a los trabajadores como en 1956.

Nuestro Sistema Previsional Argentino está concebido sobre los principios solidarios de la seguridad social y el compromiso intergeneracional, es más, queremos devolverle la participación y control a sus verdaderos dueños, los trabajadores, que administren sus propios fondos, todo en el marco que ordena nuestra Constitución Nacional. Que como decía el General PERON en su discurso al respecto de la “previsión social y el seguro”: “Hace treinta años, por primera vez en la República, se habló de previsión social. Ya entonces había muchos que eran partidarios del seguro que, precisamente, es la consecuencia de la imprevisión social. La previsión social hace inútil el seguro, ya que ella es un seguro colectivo, que el país tiene necesidad y la obligación de dar a la comunidad para satisfacer los riesgos que ningún seguro va a cubrir en forma completa.”


Para sanear la desastrosa performance de la reforma de 1993, que dejó sin jubilaciones y pensiones a más del 50% de la población mayor de 65 años, la comunidad toda, por intermedio del Estado (de un gobierno peronista), se hizo cargo, e incorporó 1.500.000 de nuevos beneficiarios que no podían acceder a un beneficio previsional.

A quien corresponda, en vez de hacer operativos de prensa e intimidaciones inútiles, los invitamos a consensuar una reforma previsional como los argentinos nos merecemos, y no un sistema prebendario y sometido a los intereses financieros que nada tienen que ver con la previsión social y las necesidades de los trabajadores.

Gerardo Gentile. Especialista en previsión social y Peronista.

Acá el discurso completo de Juán Domingo Perón el 30 de noviembre de 1973
Excelente trabajo de http://elgritoprimal.blogspot.com/

3 comentarios:

Unknown dijo...

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johnny monsanto dijo...

Una preguntonta.No es un robo también falsear los datos de la infleción, cuando el gobierno sabe que los titulos de la deuda ajustado al CER los tienen las AFJP? No es ello robarle a los jubilados?

Ester Lina dijo...

La oposición solicita que los fondos que quedarán en manos de la Anses sean intangibles. "¿y entonces qué, la guardamos en una caja de zapatos para que pierda valor?" Dijo Sebastián Primuci de Pág 12.
En dichos fondos todos han metido mano, con la indiferencia de los ciudadanos. Ahora que hay gobierno democrático, salen en dulce montón a poner dudas y suspicacias...
Desde el año pasado, el Estado contribuye con 4 mil millones de pesos del sistema público para que los 450 mil jubilados privados puedan tener la posibilidad de la jubilación mínima, que son 690 pesos. De otra forma estarían cobrando 180 o 200 pesos.
Ojo!!! Que el Estado somos todos!!! (diría Bush que los plomeros y carpinteros han estado poniendo $$$ para pagarles a los jubilados que tendría que pagarles la AFJP)
No veo más que amparo a los jubilados, pertenezcan al sistema de reparto o al de capitalización...
Saludos.