Martes 24 de marzo, a las 20 hs. y REPITE a las 22 hs.
LOS CISNES FEOS (Rusia, 2006)
Dirección: Konstantin Lopushansky - Int.: Gregory Hlady, Leonid Mozgovoy.
Dirección: Konstantin Lopushansky - Int.: Gregory Hlady, Leonid Mozgovoy.
Víctor Banev, un escritor exitoso, es enviado por las Naciones Unidas a un pueblo perdido de Rusia que ha sido tomado por un grupo de misteriosos hombres enmascarados. Asombrado por lo que va descubriendo, más allá de su trabajo para la ONU, Banev tiene otras intenciones: encontrar a su hija que se ha incorporado a un centro para superdotados controlado por estos extraños seres de intenciones desconocidas.
Konstantin Lopushansky es un antiguo colaborador de Andrei Tarkovski, participando entre otras producciones en la película “Stalker”, una de las obras maestras del director ruso. Curiosamente este nuevo film de Lopushansky se encuentra basado en una famosa novela de los hermanos Strugatsky (autores también de la novela Stalker) al tiempo que se encuentra acompañada por la música del compositor habitual de Alexander Sokurov, otro de los grandes del cine ruso.
A pesar de asombrar por un poderío visual digno del mencionado Tarkovsky el film recibe un tratamiento muy diferente al acostumbrado por el maestro ruso. Comparte, sí, con Solaris unos primeros minutos que describen minuciosamente el viaje del protagonista a su punto de destino, con el ánimo de involucrar en él al espectador, sin embargo, la existencia de cuantiosos diálogos entre personajes a cual más pintoresco resulta una diferencia radical con la obra del autor de Andréi Rublev.
Maravillosa e inquietante, la película debe gran parte de sus aciertos a una puesta en escena cruda y rigurosa. El aire apocalíptico se respira desde la primera imagen en que vemos a Victor viajando en tren mientras mira por la ventana un bosque ardiendo (el único medio contra el fuego es un impotente camión de bomberos en clara alusión a la limitada inteligencia del ser humano y su total menosprecio por la naturaleza) hasta la intensa secuencia final donde el sentido de la película queda brillantemente cerrado.
Konstantin Lopushansky es un antiguo colaborador de Andrei Tarkovski, participando entre otras producciones en la película “Stalker”, una de las obras maestras del director ruso. Curiosamente este nuevo film de Lopushansky se encuentra basado en una famosa novela de los hermanos Strugatsky (autores también de la novela Stalker) al tiempo que se encuentra acompañada por la música del compositor habitual de Alexander Sokurov, otro de los grandes del cine ruso.
A pesar de asombrar por un poderío visual digno del mencionado Tarkovsky el film recibe un tratamiento muy diferente al acostumbrado por el maestro ruso. Comparte, sí, con Solaris unos primeros minutos que describen minuciosamente el viaje del protagonista a su punto de destino, con el ánimo de involucrar en él al espectador, sin embargo, la existencia de cuantiosos diálogos entre personajes a cual más pintoresco resulta una diferencia radical con la obra del autor de Andréi Rublev.
Maravillosa e inquietante, la película debe gran parte de sus aciertos a una puesta en escena cruda y rigurosa. El aire apocalíptico se respira desde la primera imagen en que vemos a Victor viajando en tren mientras mira por la ventana un bosque ardiendo (el único medio contra el fuego es un impotente camión de bomberos en clara alusión a la limitada inteligencia del ser humano y su total menosprecio por la naturaleza) hasta la intensa secuencia final donde el sentido de la película queda brillantemente cerrado.
Cine Club Rosario - España 401
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