Falsos puritanos

A poco de asumir mayores responsabilidades laborales, las cuales afectan en términos cuantitativos (y cualitativos seguramente) mi nivel de posteos, quiero tratar de estar presente en ACYA de alguna manera para que no me se me enoje el cumpa Lic. Mauro Reynaldi.
La idea es ser breve y conciso, para llegar al público reacio de mayores análisis y propenso a responder los estímulos de, por ejemplo, un grupo monopólico dentro de los medios de comunicación (digamos... mmm... Clarín). Parece que da resultado.

Muy interesante lo posteado por Sin Dioses en Catanpeist, en donde plantea claramente la hipocresía de Hermes Binner. El gobernador santafesino habla de "estafa" al desdoblarse la lista del justicialismo en nuestra provincia; por un lado irá el pejotismo conservador y por otro el sector del jefe de la bancada oficialista en la Cámara de Diputados, Agustín Rossi. Ruptura confirmada la del peronismo luego que votara el reutemismo contra las principales medidas que envió la Presidenta al Congreso. Pero en cambio, nada dice Don Hermes del desdoblamiento del Frente Progresista en las próximas elecciones provinciales; división más obscena ya que en la legislatura provincial, los socios del socialismo (que lo llevaron al poder en 2007) votan a favor de sus pedidos y su vicegobernadora le responde con lealtad (a diferencia del benemérito Cleto Cobos en la vicepresidencia de la Nación).
Esto puede ser tomado como anécdota, una más de los que nos intentan convencer con el honestismo barato. De los que piensan que son los abanderados de la pulcritud política y guardan bajo la alfombra la escoria que acumularon en su trajín político, camino difícil de recorrer sin quedar impregnado por el mal olor que le produce a gran parte de la sociedad esta palabra. Aunque luego, este grueso de la población, admite participando en los comicios que la democracia (y por ende la política) es la mejor manera que tenemos de seguir adelante; comprando este honestismo disfrazado en buenas costumbres.
Desde acá señor Gobernador, jamás criticaremos una exención impositiva a los jubilados. Pero sí advertiremos la hipocresía manifiesta que es querer ser dueño de un falso puritanismo político.

Por Coco Alvarez