Los capataces que representan a la aguerrrida dirigencia rural [la cual no tiene nada que ver con los gremios de trabajadores de las urbes congregados en la famosa CGT (Central de Gordos Transeros)] se han venido preparando toda la semana para asistir mañana viernes a la reunión con el Gobierno. Problablemente, pedirán por el cese definitivo de las retenciones al trigo y al maíz, y aunque no se animan a decirlo públicamente, también por la eliminación de las retenciones a la exportación de la soja (ésta es sagrada, no se toca).
Seguramente concurrirán al encuentro con el gabinete kirchnerista portando su mejor rostro, lo más saludable posible para salir bien en las fotos de las tapas de los diarios del día sábado. Les darán lecciones al oficialismo sobre cómo se debe gobernar un país que ha sido rico y próspero gracias al Campo, sin el cual nunca hubiese una super potencia como lo fue a prinicipios del siglo pasado. Es notorio que todos los argentinos estamos en deuda con el Campo, que tanto nos ha dado y lo sigue haciendo a través de las benéficas acciones de los propietarios de la tierra que nunca se han cansado de repartir sus bienes e ingresos entre toda la población.
Los empresarios del agro y la ganadería nucleados en la Mesa de Enlace, los Martín Fierro del siglo XXI, añoran aquellos tiempos de grandezas donde las clases distinguidas de las naciones primermundistas, venían anualmente a deleitarse con los espectaculares desfiles que se realizan en la megaexposición de la Sociedad Rural.
Empero, a pesar de que a mi compañero Coco no le agrade mucho, es consecuente que Mario Llambías y Hugo Biolcatti reivindiquen las figuras de grandes hombres comprometidos con las problemáticas campestres como lo fueron Martínez de Hoz, abuelo del liberal Ministro de Economía del último gobierno cívico- militar, y Onganía. Sobre Videla y Menem aún no se han explayado. Mientras tanto, el reblede Eduardo Buzzi de la combativa Federación Agraria se encuentra un poco confundido debido a las declaraciones de sus colegas que aquí se hace referencia. Quizá esto nos lo pueda explicar mejor el cumpa Johnny Monsanto, conocedor de los pensares y andares de los humildísimos pequeños productores de la Pampa Húmeda.
El Campo somos todos, todo es el Campo. Esta es la filosofía de nuestra Républica: todos para uno (El Campo) y uno (el Campo) para todos (los que estén de acuerdo con las políticas que propone dicho sector para su gusto y piacere). Así que el Gobierno deberá cumplir con los civilizados y democráticos (pluralistas) reclamos de los emprenderores agropecuarios. Estos van a ir a dialogar, a consensuar, a pedir por lo mejor para el país, tal como lo vienen haciendo desde más de cientocincuenta años.
¡A disfrutar del menú sojero!
Por Mauro Reynaldi
2 comentarios:
Esto es la deidificación del modelo agro-exportador argentino, fuente inagotable de iniquidades e injusticias históricas nacionales e impopulares. Somos lo que pensamos, padeceremos lo que pensamos, por las próximas décadas como mínimo. Amén.
Camaradas!
No se hagan problemas! El campo va a seguir seguramente redistribuyendo riquezas gracias a este superdistributivo sistema impositivo con el que contamos, mediante el cual los alimentos pagan el 21% de IVA, la mineria no paga ni impuesto al cheque ni ganancias (anoche casi me hace llorar de emoción el impoluto gobernador Gioja en su encuentro con el distorcionador de informaciones N. Castro), la industria recibe el 14% de reintegro en ventas internas ( pero la mayoria de los industriales en vez de reinvrtir en lo suyo compran campos u otras caimanescas inversiones)y los mas de 10 palos que nuestros lideres indiscutidos tienen depositados en bancos no pagan un sope de impuestos.
Aguante el modelo!
hasta hoy 1 litro de leche en tambo:$0,75
1 litro de leche en gondola $3,20
... y uds. que se la dan de izquierdistas, ni en el menemato ocurrian estos deslices.
Pero igual, a no desmoralizarse, hace solo 6 años que están en el gobierno, ya cuando los quew menos ganas se mueran de hambre se va a nivelar la redistribución.
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