jueves, 2 de julio de 2009

LOS PIRATAS DEL PARANA, vienen por el agua

Negocio fácil: lastran los buques con agua del Paraná para luego venderla al exterior.


Es una historia de piratas. Vienen en barco, se llevan el agua y la venden al otro lado del Atlántico sin mayores restricciones de la estructura jurídica nacional o provincial.

Así de desmedido y paradójico es cómo empresas internacionales venden por internet el agua de los ríos argentinos a Medio Oriente y África, según la versión difundida en los últimos días por la ONG ecologista Río Paraná.

El agua dulce, dada su escasez en el planeta (3% del total), asoma como el mayor conflicto geopolítico del siglo XXI.
Argentina dispone de mucho (22.000 metros cúbicos por habitante al año), pero mal distribuida: dos tercios de su territorio es árido o semi árido. En este escenario, la empresa Makhena SA, con sede en Miami y sucursal en Buenos
Aires, ofrece por internet agua dulce de los ríos de la llanura argentina. El Paraná es el más importante de ellos.

La empresa Makhena S.A., con sede en Miami y sucursal en Buenos Aires, expone en su página de Internet
(www.makhena.com) las características del producto que ofrece al mercado (agua dulce, cruda, sin tratamiento), el origen (ríos de llanura, en Argentina), las cantidades (entre 60.000 y 70.000 toneladas por envío), el uso (potabilización y consumo, riego, etc.) y la forma de transporte (buques tanque). El negocio es redondísimo y casi sin
riesgos. Vender un recurso barato, a precios altísimos, claro que a partir de “un elemento insustituible que, a pesar de ser renovable, su escasez se manifiesta a medida que aumentan las demandas y conflictos por su uso”, tal como admite la misma empresa en su web.

En concreto lo que hacen es esto: Se llevan el agua del litoral del país en el lastre de los barcos. Cualquier buque, para poder navegar, tiene que estar lastrado, con cierto peso para mantenerlo equilibrado. Para que pueda navegar sin zozobras, debe cargar cierto volumen en sus bodegas, así, descargan la mercadería en puerto argentino y cargan agua dulce (también en puerto argentino) “para la vuelta”, y la venden en los mercados del Medio Oriente, África y Europa donde luego la potabilizan. La cargan en el Paraná porque el agua está menos contaminada que en el Río de la Plata.

Hasta ahora no hay ninguna ley que regule el “tráfico clandestino de agua dulce”, lo hacen impunemente a la vista de todo el mundo y en las propias narices de la prefectura naval Argentina, que sabe lo que hacen pero que no tienen los instrumentos jurídicos para poder actuar.

Mientras tanto por los ríos del Delta del Paraná, los vemos navegar todos los días, llevándose nuestros recursos naturales en sus bodegas gratuitamente.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Este comentario es broma aunque la etiqueta diga informacion.Que importancia tiene que vendan el agua a unos idiotas que estan obsecionados y que pueden pagarla si deben cargarla.Deberiamos copiarles su creatividad, aunque si vemos un poco la historia los adoquinados se hicieron con el lastre que traian los barcos al principio de siglo. Propongo que en lo sucesivo dentro del agua se lleven una proporcion igual de necios y chorros gratis, empezando por la Bonafini, D Elia y unos cuantos otros.
Saludos
PD tambien deberiamos cobrarles aparte del hache dos cero, por el CO2 que nos dejan como consecuencia de su repiracion y combustion de sus mtores.

johnny monsanto

Anónimo dijo...

Si y que se lleven a el lastre de la Sociedad Rural, los sojeros que ligaron un campito de rebote y ni conocen el campo, los de la Fundación Libertad, y todos los forros que quieren que vuelva la derecha a la Argentina. Monsanto ya sos bastante aburrido.

johnny monsanto dijo...

Ahi si que se terminaria con la depredacion del recurso aquifero, por que no vendrian mas barcos, o tal vez si, algunos neoesclavistas para cazarnos como esclavos por que seriamos una tribu recolectora.
Saludos
PD, con razon esta tan bajo el Parana. Tambien por alli lei que junto con el agua se llevaron 2 paties y un pacu, especies en lista de extincion.