miércoles, 2 de septiembre de 2009

Denuncia pública, el gran Rosario el próximo conurbano y los dueños de la ciudad.




Tal y como venimos planteando desde hace 4 años, un modelo de sociedad excluyente se impone en Rosario. Esta vez ya no hablamos de un caso puntual como fue, a modo de tristemente célebre paradigma, Nuevo Alberdi. Hablamos de toda la ciudad y con pruebas en la mano. A través de la vinculación de los casos de Nuevo Alberdi y Empalme Graneros se descubre una trama donde la concentración económica se encarna en la fragmentación física de la ciudad: un sólo grupo económico es dueño (solo con la información a la que tuvimos acceso) del 9% de la ciudad. Posee ya 1.444 ha en las zonas más estratégicas de la ciudad. Y si este cálculo se hace no sobre el total de la ciudad sino sobre la superficie urbanizada, el número del monopolio asciende al 13%. El estado municipal, quien tiene la potestad para distribuir o concentrar los usos del suelo, es cómplice permanente de este monopolio no sólo dejándolo actuar, desalojar, y concentrar sino también planificando casi toda la obra pública más importante de la ciudad en su beneficio.


Esta pretende ser una denuncia pública, política, desde la militancia cotidiana desde los territorios, a los fines de que los diferentes mecanismos de la democracia investiguen de oficio las compras y las ventas. Los tiempos y la planificación de la ciudad. La relación política del monopolio y el gobierno local, no solo para penar en caso de ser necesario sino también para impedir que la impunidad se instale como práctica, la fragmentación como política y que sigan perdiendo (y ganando) los mismos de siempre.



Juan Monteverde
Dpto. de comunicación Giros
156599820


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