miércoles, 15 de septiembre de 2010

Todos somos progresistas


Radicales, peronistas, socialistas, comunistas, los de la Coalición Cívica y los del Pro son progresistas. Ernesto Tenembaum y Jorge Lanata son progresistas. Sandra Russo y Orlando Barone también son progresistas. Mariano Grondona y Joaquín Morales Solá, por supuesto que son progresistas, al igual que Héctor Méndez, titular de la Unión Industrial Argentina y Hugo Biolcati, presidente de la Sociedad Rural. ¿Qué decir del cardenal Jorge Bergoglio? más progresista aún. Y ni hablar de Héctor Magnetto y Ernestina Herrera de Noble, popes del progresismo. Así, Clarín, La Nación, Página 12, Perfil, todos diarios progresistas. Los movimientos sociales y la clase media cacerolera, todos progresistas. Las Fuerzas Armadas y los organismos de Derechos Humanos, obviamente, progresistas por iguales.
Todo es y tiene que ser progresista. Es la moda de estos tiempos posmodernos, no de aquellos tiempos modernos de Chaplin y Sartre, sino de éstos, caracterizados por la caída del Muro de Berlín en 1989 y el consecuente auge del capitalismo post industrial, financiero, de libre mercado, basado en la hegemonía tecno-comunicacional.
Entonces, volviendo al primer párrafo, si todos somos "progres", entonces todos queremos que el país y la civilización avancen, bienestar para todo el mundo, por lo cual no tiene que haber más pobreza ni desocupación, sino que por el contrario, riquezas en abundancia para todos, progreso y crecimiento equitativo de la economía y modernización cultural. Absoluta tolerancia por las diferencias de género, religiosas, raciales, ideológicas, culturales, sexuales, etc.
Sin embargo, si todos somos progresistas, queremos más y mejor democracia para que haya justicia social y bienestar general, nos surgen algunas preguntas para hacer:
  • ¿Por qué aún varios sectores de la sociedad pasan hambre y miseria mientras otros no paran de acumular ganancias, concentrándolas?

  • ¿Por qué todavía hay un gran porcentaje de desocupación y subocupación, con alrededor del 40 % de los trabajadores en negro?

  • ¿Por qué, a pesar del fuerte crecimiento de la economía y la reactivación de la producción agraria e industrial, sigue siendo muy grande la brecha entre ricos y pobres?

  • ¿Por qué una importante cantidad de ciudadanos que pertenecen a las clases medias y altas se viven quejando de lo mal que está el país al mismo tiempo que no cesan de mostrarse en fotos viajando y dándose todo tipo de gustos?

  • ¿Por qué el grueso de los comunicadores sociales, sin duda todos "progres" ellos, viven hablando de falta de libertad de expresión cuando ahora más que nunca pueden decir lo que se les canta las ganas sobre el Gobierno y hasta le faltan el respeto a la Primera Mandataria, negándole la máxima autoridad?

Muchas cuestiones que esperamos que nos las puedan contestar en algún momento todos los que se dicen progresistas, demócratas y republicanos. Quienes día a día aportan su granito de arena para que ésta sea una Argentina para todas y todos, sin excepción.

Desde Al Centro y Adentro, por lo menos este escriba que está tan confundido con el progresismo, con el "ser progresista", prefiere poner en duda qué es esto y quedarse con el Zurdaje, esa maldición a la que tanto le teme la señora Mirtha Legrand.

Por Mauro Reynaldi

3 comentarios:

chat porno dijo...

Ningún político es bueno, ninguno.
Es mejor olvidarlos, darles la espalda y dedicarnos a vivir dignamente.

Javi Kna dijo...

Seguramente Chat que no hay buenos en estado de máxima pureza, pero la política sigue siendo la mejor forma de organizarnos democráticamente; hasta que encontremos otro sistema mejor. Me parece que con la piedras militares ya tropezamos bastante como para volver a pedirlas.

Abrazos

Al centro y adentro dijo...

Javi Kna: Comparto totalmente lo que escribís.

Chat Porno: Justamente, muchos de los que se la dan de "progres" son los mismos que reniegan de la política, se la pasan hablando de corrupción y de los malos que son los políticos, como si fueran seres de otros planetas. ¿cuán mejores somos nosotros los ciudadanos "comunes"? ésta es la pregunta. Nuestro, si queremos una democracia mejor, que nos represente y de la que estemos orgullosos, es mejorar la política, renovarla, llenarla de contenido, no rechazarla. Su rechazo fue primero la dictadura, luego el menemato y después la Alianza. Esto tenemos que tenerlo en cuenta, siempre que se atacó a la política, la sociedad decayó.

Gracias por los comentarios.

Abrazos