Hace tres décadas y media atrás comenzaba en nuestro país, apadrinado por el Plan Cóndor norteamericano, el Proceso genocida de Destrucción Nacional. Ya hemos escrito mucho sobre el tema, cada 24 de marzo recordamos este tenebroso capítulo de la historia argentina. La Junta Militar, que tomó la Casa Rosada desplazando a la inútil Estela Martínez de Perón, se encargó de manera atroz de instalar el modelo neoliberal (el cual profundizara a la perfección el menemato en los noventa) por medio de la fuerza bruta desapareciendo a más de 30.000 seres humanos, obligando al exilio a muchos, y dejando a la intemperie a los sectores populares. La política se corporativizó en manos de la cúpula de los uniformados y la economía quedó exclusivamente al servicio de los grandes grupos empresariales aliados al capital extranjero. Chau Estado Benefactor, chau industria nacional. Concentración económica, reforma financiera para favorecer a los grandes bancos, modelo agroexportador en reemplazo del industrial, aumento gigantesco de la deuda externa, crecimiento de la pobreza y el desempleo, inflación incontrolable y, obviamente, alta corrupción, además de la expansión territorial del terror. Todo esto ocurrió desde 1976 hasta 1983, aunque ya venía sucediendo en menor escala tras el fallecimiento de Juan Domingo Perón a mediados de 1974 con el accionar de la organización paramilitar Triple A, comandada por José Lopéz Rega, discípulo del ex general.
No obstante, gracias a la interminable lucha pacífica que vienen llevando los organismos de Derechos Humanos desde aquella época, y la corajuda decisión presidencial, hoy conmemoramos el día de la Memoria por la Verdad y la Justicia.
Desde el 25 de mayo de 2003 Argentina está viviendo los purificadores vientos de cambios patagónico-platenses que vinieron a restablecer el sentido a la democracia, recuperando la Política como herramienta de transformación social en beneficio del conjunto de la sociedad, en lugar del mal acostumbrado sometimiento al establishmet. En la actualidad los criminales de la dictadura están siendo enjuiciados y castigados, y ahora también se le suman los civiles que fueron responsables intelectuales del Golpe.
Hoy el 24 de marzo nos duele menos que hace diez años atrás porque estamos orgullosos de ser gobernados por políticos que se pusieron el país en el hombro y nos están devolviendo la dignidad de pertenecer a esta nación y ser parte de esta hermosa región latinoamericana.
Estamos mejor y vamos por más. Nuestra consigna sigue siendo Socialismo o Barbarie. [Aclaración: cuando decimos que queremos el socialismo nos referimos al de este siglo, al que están llevando adelante Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador y Hugo Chávez en Venezuela, No al socialismo light de Hermes Binner, Rubén Giustiniani y Ricardo Lagos].
Por Mauro Reynaldi
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