Tomate el buque o tomátelo en joda...en el Maipo

Últimamente los almuerzos de Mirtha Legrand están cada vez más interesantes. Su producción comenzó a invitar a personajes de la política y el periodismo los cuales tratan la actualidad de nuestro país y nos permiten detectar las erupciones conservadoras tanto de la diva más señorial de nuestra farándula como las de sus invitados (muchos ex-progres, actuales anti-populistas). Este cambio de comensales en lo de Mirtha produjo que la conductora tome un poco de aire del circo Tinelli, para poder dedicarse al acontecer nacional.
Lamentablemente este cambio duró poco porque ayer jueves 18 de septiembre Legrand volvió a farandulizar sus almuerzos tiñiéndolos de plumas y concheros con su invitado del día, la estrella del teatro Maipo, Jorge Lanata.
Observando la entrevista que le realizaba Mirtha, mientras Jorge se fumaba unos puchos y asentaba los comentarios de la señora, muchos pudieron sentirse agobiados por la cantidad de alabanzas del periodista a gente del espectáculo; grupo de elite al que ahora pertenece. Él es un tipo incuestionable dentro del medio y el hecho que ahora se dedique a hacer humor político en un teatro de vedettes no deslegitima la entidad (tal como destacó la Chiqui) del gran Jorge Lanata, el periodista que es censurado y prohibido y que no puede estar en ningún medio porque el gobierno no lo deja. Aunque la realidad marca que él es dueño (o accionista) de un periódico de alcance nacional, además de estar haciendo en el último tiempo varios años de radio y acudiendo a cantidad de programas de televisión, beneficiado por la consideración y el respeto de todo el mundo artístico. Dentro de estas cualidades hay que destacar que por la sola razón de idear y manejar un periódico y siendo accionista de este, nos hace dar cuenta que el hombre no es un nene de pecho y que sus aptitudes periodísticas y mediáticas fueron acompañadas de un financiamiento tal que le permitió montar el diario Crítica de la Argentina.
Esta aclaración resulta necesaria para poner las cosas en su lugar y decir objetivamente: Lanata no es una víctima, es un empresario periodístico, publica lo que desea en su periódico y cuando tiene un micrófono manifiesta su pensar; hasta en la entrega de los Martín Fierro demostró sus dotes de estrella de revista, actuando ante sus pares evitando la "censura" del medio; envalentonado además porque justamente sus pares lo respetan y las censuras que acusa son más resonantes de lo que fácticamente son.
Igualmente Jorge siempre será un periodista, el cual nació y creció progre aunque ahora ya no se sabe que es. Menos al finalizar el almuerzo con Mirtha donde se mezclaron noticias del espectáculo con el espectáculo de la noticia. Podremos seguir dilucidando que nos quiso decir Lanata, si este país es tan desastre que hay que tomarse un buque o bien que es todo una risa y hay que tomarse todo en joda, más ahora que él nos puede divertir en el teatro.
Como ciudadanos es mejor estar informados y saber donde estamos parados, para eso antes que el teatro recomendamos la entrevista que le realizó Gerardo Fernández a Alfredo Zaiat, quizás no sean Lanata pero sí tienen buena leche.

Por Coco Alvarez