viernes, 5 de diciembre de 2008

Puritanos

No son pocas a las personas que he escuchado decir que "la culpa de todo la tiene el peronismo", muchos de estos (avergonzados por la gestión del "limpio" De la Rúa) admitieron que "sin el peronismo no se puede gobernar" y así continúan las frases armadas que hartan hasta el cansancio y no superan en nada la problemática nacional.
Pero hay algo que los peronistas no son seguramente, puritanos. Se los puede acusar de abundantes desaciertos pero menos de eso. Partiendo de esa base la reflexión que quiero aportar es esta:
Me parece que muchos de los grandes problemas del país es por querer parecernos puritanos, el término nos remite a personas que siguen las normas morales con una gran rigurosidad, particularmente cuando es exagerada o se hace como ostentación.
Claro que una cosa es ser un puritano casto y real, y otra es querer parecerlo.
La mayoría de los golpes de Estado tuvieron como premisa esta pulcritud, así como también a muchos gobiernos incapaces se los tildó de ser tibios pero "limpios".
Pero, por ejemplo, ¿el gobierno de De la Rúa se destacó por la pureza de sus funcionarios? (coimas en el Senado, Blindaje con el FMI, etc) no. ¿Frondizi merecía ser beatificado? (aunque serlo no garantice nada) tampoco. Y así pueden seguir los ejemplos en gobiernos teóricamente "puros" en el ámbito provincial y municipal.
Aclaremos que no ser puros no merece ser una crítica porque no existen los gobiernos puritanos, esta pulcritud está muy lejos de darse tanto en Argentina como en cualquier país del mundo. Y no sólo hablamos del ámbito político sino también en el económico o periodístico porque es claro que los dueños de las "prestigiosas" fundaciones económicas o los propietarios del periodismo puro e independiente tienen alguna mancha que no quieren mostrar.
Fundaciones de gente de bien o militantes intachables que ostentan su pureza para deslegitimar al prójimo no creo que sean la solución para lograr un país más justo. Porque ya han demostrado que no se gobierna sólo con la buena fama purificada, sino que hay que probar capacidad de gestión y un plan que posiblemente no aplaudan todos y menos la mayoría de los medios de comunicación y las revistas especializadas en economía.
Igualmente estamos hablando de acciones gubernamentales y no de procesos judiciales (los cuales tienen que seguir su curso) porque es innegable que se pueden admitir errores, pero no justificar corrupciones.
Para finalizar me gustaría plantear un nuevo enunciado que sirva de muletilla entre tantas frases hechas que tenemos los argentinos:
"La culpa de todo la tienen los que se hacen los puritanos" ... pero claro... sin los puritanos sí se puede gobernar.

Por Coco Alvarez

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