martes, 11 de agosto de 2009

El escándalo real es la privatización de las riquezas

Después de la "escandalización" del Papa Benedicto XVI por el drama de la pobreza que, vale aclarar: no afecta solamente a la Argentina, sino que es parte de la vida cotidiana de la mayoría de los países del planeta, es positivo que la sociedad retome esta problemática y la trate con la severa seriedad que amerita, responsalizándose y mostrando quienes son los que la engendran y quienes son los que la padecen.
Para muchos analistas de distintas vertientes ideológicas el problema radica exclusivamente en una crisis económica, otra más del sistema capitalista. Por lo tanto, siguiendo este pensamiento, debemos dar por sentado que con buenas administraciones a cargo de especialistas, esta crisis pasará y todo volverá a la normalidad, saldremos del pozo y creceremos nuevamente a tasas chinas, y ¡por fin! llegará el derrame. Estos mismos opinólogos hacen la clásica distinción entre economía y política, donde la última estorba a la primera.

Empero, quienes observamos la realidad desde otro lugar, consideramos que la economía es política, y por ende, afirmamos que el flagelo de la pobreza es una cuestión netamente política. O sea, vinculada a la forma en que se organiza la sociedad y en que se reparten los bienes e ingresos que ésta produce.

La pobreza se ha incrementado en las últimas décadas a niveles escalofriantes, como resultado de la aplicación de las políticas neoliberales.

Nunca está de más decir que el neoliberalismo es la etapa más injusta de la evolución (o involución, como más guste) del sistema capitalista. Este modelo de acumulación de riquezas basado en la especulación financiera, en el crecimiento de un pequeño sector de la población que se apropia de lo que le pertenece al conjunto de la sociedad, viene creando las mayores desigualdades que se han conocido a lo largo de la historia de la humanidad. Es un proceso de concentración y exclusión masiva a la vez. Gracias a éste, América Latina es la región de mayor desigualdad e injusticia social. "Casualmente" estas prácticas neoliberales han venido de la mano (dura) de gobiernos cívico- militares sostenidos por los "halcones" estadounidenses, allá por los años setenta del siglo pasado.

Revolver en la basura de la condición humana, la cual está organizada bajo un sistema que mata diariamente, es aceptar acríticamente los recurrentes y trillados discursos de un sector, la cúpula eclesiástica con el soporte de las corporaciones mediáticas, que en vez de ser la solución al problema es parte de él.

¿Por qué será que en todos los países cuyo principal credo es la religión católica hay pobreza?, ¿no será que la misma jerarquía del catolicismo apoya y se beneficia con este sistema opresivo y excluyente?

Escandalicémonos por la injusta e indigna apropiación de las riquezas de todos por parte de una élite, esencialmente antidemocrática. Ergo, para terminar con la pobreza no queda otra alternativa que democratizar la riqueza. Y para esto tenemos que recuperar la política, y a través de ella dirigir la economía en dirección de los intereses de toda la población, empezando por restituirles la dignidad a las clases marginadas.

Sin distribución equitativa, o sea, sin expropiar a los ricos para repartir entre los más humildes y las clases medias, la pobreza seguirá siendo la marca distintiva de nuestra nación.

Suena demasiado inverosímil que quienes se benefician con la expansión de la indigencia sean los mismos que vayan a acabar con ella.

¿Desde cuándo los amos liberan a sus esclavos y los tratan como seres iguales, a su misma altura?

Por Mauro Reynaldi

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Para jesus, la pobreza no era el escándalo sino la riqueza. jesus le dijo a un joven muy rico" vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres", en otra oportunidad aclaró" que dificil es que un rico entre en el reino de Dios", tambien dijo" no se puede servir a Dios y a las riquezas" etc. El foco es la riqueza, la pobreza es su consecuencia

Susana

johnny monsanto dijo...

Como ateo opino que los paises mas pobres son los del Africa subsahariana y alli hay de todo menos católicos. el problema no es tanto el neoliberalismo, sino la corrupción de nuestros gobernantes y de nuestra sociedad.

Al centro y adentro dijo...

Susana, es eso que venimos sosteniendo infatigablemente. En nuestro país el problema no es la pobreza, acá sobran recursos. El verdadero drama es la injusta megaconcentración de las riquezas en pocas manos. Y esto es una cuestión meramente política, no se trata de como dice Johnny de gobernantes corruptos y de una sociedad viciada, se trata del sotenimiento de este sistema desigual que es el capitalismo en versión neoliberal.
Es verdad Johnny que hay mucha más pobreza en Africa que en América Latina, pero acá lo que más nos alarma es la desigualdad. Acá riquezas sobran, por lo tanto es inmoral que haya tanta marginalidad.

Saludos.
Mauro.

Bea M dijo...

Johnny

El tema es dinámico, no es que el neoliberalismo sea la economía magnífica y la corrupción la arruina generando la pobreza. El neoliberalismo le abre las puertas a la corrupción, a la codicia, a la voracidad. Con respecto al Africa el antiguo Congo siendo Colonia Belga fue saqueado esclavizando hasta los niños para explotar el caucho. Millones de muertos por la explotación de lo que se supone privado. Revise la historia argentina y a lo mejor descubra los ilustres patricios católicos que festejaron la campaña al desierto y en premio se repartieron la pampa y mucho más.....

Bea M

johnny monsanto dijo...

Creo que el acuerdo firmado entre el gobierno y la impoluta AFA va en el camino correcto para disminuir la pobreza, nunca fueron tan bien gastados $500. millones .

renault 12 dijo...

joni otra vez un ataque de lilismo!
hay una clinica con medicos que vienen del Congo que te pueden curar ,ya van por los 3 años de abstinencia!!!!