Alfredo ¿Torito o Yacaré?

El presidente de la Federación Agraria de Entre Ríos se anima a todo y para confirmarlo declaró: “Me animo a gobernar una provincia y el país” . Obviamente que estamos hablando de Alfredo De Angeli, de profesión asambleísta y con vocación de hombre de campo. El hasta hace poco ignoto dirigente que saltó a la fama por sus intransigentes posturas en el último conflicto rural y sobretodo por su posicionamiento mediático (todos recordamos como se dividían las pantallas de televisión ante un discurso de la Presidenta, mientras ellas hablaba él -al mejor estilo Roberto Giordano- movía su cabeza diciendo no y no).
Desde el ¿logro? que obtuvieron los medianos productores al conseguir que no se aprobara la resolución 125, endiosaron más que nunca al entrerriano y los políticos, que de aprovechar momentos saben, comenzaron a visitarlo y a ofrecerle gratos asados y encuentros. Duhalde, Busti, Macri y hasta Menem compartieron alguna que otra charla con El Torito; éste aceptó gustoso sus planteos y hasta entendió las explicaciones que le hizo Carlos Saúl, defendiendo además la histeria de Cobos.
Siempre es saludable que una persona que tenga cosas para dar y escuche reclamos de la gente participe en política, más con el reconocimiento que tiene De Angeli por gran parte de la opinión pública. Lo que sería conveniente también es que Don Alfredo nos informe cuáles son sus proyectos para nuestro país o para su provincia. Con algunos indicios contamos, ya que él planteó que el lomo debería costar $80 o que quiere una Argentina agroexportadora.
Igualmente no hay que quedarse con estas declaraciones, primeramente habría que esperar hacia qué partido político o alianza se decide. Claro que son varios pesos pesados los que están detrás del entrerriano y las necesidades de impacto son antes del 2011.
Muchos de los dirigentes que necesitarían sumar a una persona convocante a su molino están agazapados como buitres, viendo cómo un herido Ejecutivo Nacional intenta levantar vuelo pero no consigue despegar del todo y encima no se deja ayudar por sectores progresistas que fueron el único soporte genuino que tuvieron en la lucha por retenciones móviles.
Igualmente el Torito no tiene que estar tranquilo, tendría que apurarse a definir su futuro y dejar de coquetear con tantos políticos. Muchos de estos están preparando sus talleres de costura con astucia hilvanando apoyos con miras a las próximas elecciones. Y, siguiendo la metáfora textil, le recomendamos a Alfredo que tenga cuidado porque la marroquinería de la política es peligrosa y él sabe más que nadie que "Yacaré que se duerme es cartera".

Por Coco Alvarez